En mi cabeza la imagen de Lucas abrazándome, me parece tan real. Siento su aliento en mi cuello y sus brazos rodeándome, me siento tan bien, es como si hubiera estado ya en sus brazos, como si esta escena la hubiera vivido antes.
¿Es posible que esto sea un recuerdo real?
Entonces recuerdo haber estado en esta terraza antes con alguien más, recuerdo el banco de madera y estar sentada junto a Lucas, él recorría mi pierna derecha y bajaba por mi rodilla hasta el tobillo, y entonces me quitaba el zapato, y repetía la misma acción con el pie izquierdo.
Puedo sentir el calor de sus manos en mi piel, como si estuviera pasando en este mismo instante. Un cosquilleo recorre todo mi cuerpo y siento algo que con Héctor no me pasa, y eso que es solo es un recuerdo, o eso creo.
Pero no es Lucas, sino Lola.
—Estás temblado, ¿tienes frío? —me pregunta ella dándome la vuelta.
En su mano lleva una c
No puedo parar de llorar, y a duras penas les explico lo sucedido con Héctor, que este me contó la verdad sobre Lucas, y que este otro a su vez me ha dicho esta mañana que no me quiere.—No entiendo como pueden hacerme tanto daño sus palabras si apenas me acuerdo de él —les digo entre sollozos.—Pues mira, es mejor así, Lucas solo sabe hacerte sufrir.—¡Ya basta, Lola! —grita Tom sorprendiéndonos a las dos—. Te quiero más que a mi vida, pero a veces estás más guapa callada.—¿¡Tom!?Lola le mira con cara de corderito y él le planta un beso en los labios.Normalmente Lola es la que tiene mucho carácter, y Tom todo lo contrario, es un trozo de pan, pero esta vez se han cambiado los papeles, ella baja la cabeza avergonzada, y pide perdón a su marido.—Conozco a Lucas desde hace mucho, y es como un hermano para mí. Y no tienes ni idea de lo que ha sufrido todo este tiem
—SEÑORITA STONE ¿Le aburre mi clase?Me va a estallar la cabeza, como puedo me incorporo y a duras penas logro ver el libro, por suerte para mí, el timbre suena indicando que ha terminado la última clase y por fin el instituto.—No volveré a hacerte caso, mira que salir entre semana. Creo que bebí demasiado, apenas recuerdo lo que hice anoche —le digo a Lola.—No sé de que te quejas tanto abuela, por una vez que haces algo que no sea estudiar. Ya iba siendo hora de que te divirtieras un poco ¿no? —me recrimina—: Por cierto, vamos a comer algo con el grupo en el local de Quique, ¿te apuntas?—Otro día, es que hoy no puedo, tengo que cuidar de Liam —le explico y pone los ojos en blanco—. Su madre no volverá hasta la cena y tengo que quedarme.—Vale, vale. Me lo apunto.Son las siete y Liam no ha parado en toda la tarde, es un niño adorable pero nunca para quieto, y hoy no estoy en mi mejor día que digamos. A las nueve
¡ES ÉL, EL MORENAZO! Tiene el pelo alborotado, va sin camiseta y solo lleva unos boxers negros. Tal vez sea porque nunca antes había tenido a un tío medio desnudo delante de mí —y menos como este—, pero estoy tan ensimismada mirándolo que pierdo el equilibrio y me caigo encima del sofá morado, el más grande.Doy un grito al caer y este me mira mal, pero luego su expresión cambia, pienso que tal vez sea porque me ha reconocido, aunque al ver hacia dónde mira, enseguida me doy cuenta de mi error. El vestido se me ha subido dejando mi culotte al descubierto. Se tapa la boca con la mano y esconde su sonrisa. ¿Se está riendo de mí? Levanto una ceja y lo miro. Entonces desvía la vista hacia Tom y vuelve a ponerse serio otra vez.—¿Se puede saber en que estabas pensando? Son más de las dos de la mañana —le dice este—. Me vuelvo a la cama, por favor intentad no hacer mucho ruido. Y la próxima vez, avísame si traes compañía —le dice esto último antes de darse la vuelta para i
VUELVE A COGERME y esta vez enrollo mis piernas en su cintura, sin parar de besarnos me lleva hasta su habitación y allí me tumba sobre la cama, ahora sus besos ya no se limitan solo a mi boca. Me levanta un poco la camisa, lo justo para dejar al descubierto mi ombligo, y entonces pasa su lengua por este rozando con su dedo la goma de mi culotte. Luego se coloca a mi lado y levanta un poco más la camisa para dejar mi pecho expuesto, llevo sujetador, pero aún así es muy erótico. Lo contempla unos segundos y sigue el contorno de este en círculos hasta el centro, acaricia mis pezones a través de la ropa y luego hace lo mismo con su boca, es una sensación increíble. Me quita la camisa por completo y la tira lejos, cuando intenta hacer lo mismo con el sujetador, le detengo.—¿Pasa algo? —me pregunta.—Yo antes, no... —le digo pero me cuesta horrores terminar la frase.—¿Eres virgen? —me pregunta.
ES SÁBADO, HE TENIDO un día muy raro y apenas he comido nada, cada vez estoy más cansada y lo único que quiero es dormir.A las diez salgo de casa de Olga y no veo la hora de meterme en la cama y descansar, pero cuando paso por el rellano de Lola me la encuentro con Tom en la puerta de su casa. Están tan empalagosos que apenas me ven, tengo que toser varias veces para llamar su atención.—¡Mia! —grita en cuanto me ve.Me salta encima y empieza a darme besos, parece poseída por el duende de la felicidad. Cuando por fin consigo que se calme, me da una buena noticia:—Tom y yo somos novios —me dice toda ilusionada.—¿¡Qué!?—Sí nena, me lo acaba de pedir.—¡Felicidades, cariño! —le contesto igual de feliz que ella.Me encuentro fatal, pero la noticia hace que me olvide del dolor de cabeza y lo celebre con ellos. Les cojo por el cuello a los dos y les doy un fuerte abrazo.Una vez más tranquilos Tom me
LOLA Y TOM EMPIEZAN a ir en serio, incluso están pensando en ir a vivir juntos. Ella está tan contenta que quiere celebrarlo, así que se me ocurre proponerle de hacer una salida de chicas.El viernes salimos de fiesta, somos cinco y tenemos muchas ganas de pasarlo bien. Elena la hermana mayor de Lola no me permite beber, y aunque todas tienen ya dieciocho o más, a mí aún me faltan unos meses.Ha pensado que sería más divertido ir a un Karaoke —pero no es divertido, canto fatal—, así que una vez en el local a Lola se le ocurre que salgamos a contar nosotras primero, entonces escoge "Yo no soy esa mujer" de Paulina Rubio, y aunque al principio me da mucha vergüenza cantar delante de tanta gente, al final ya no hay quién me baje de allí y termino cantando una yo sola.Al bajar del escenario me choco con un chico con el pelo rapado, y mira por donde es Pablo.—¿Mia? Que sorpresa —me dice y me da d
UN AÑO HA PASADO YA y las cosas han cambiado bastante. Estoy en una etapa muy buena en mi vida y ahora mismo soy feliz.Rompí con Pablo a los pocos meses de empezar, nos dimos cuenta de que éramos muy buenos como amigos pero nada más. Hemos seguido manteniendo el contacto y ahora es uno de mis mejores amigos.Salí con dos chicos más después de él: Robert y Àlex. El primero era un chico que conocí en la universidad. Íbamos a la misma clase de calculo y era bastante tímido, me costó mucho que se fijara en mí, siempre estaba con la nariz pegada a los libros y con la cabeza en las nubes. Al principio todo iba bien, pero un mes después de empezar a salir apenas nos veíamos, se pasaba gran parte del tiempo en la biblioteca, y cuando conseguía quedar con él nos pasábamos el día en su casa, él con los videojuegos y yo más aburrida que una ostra.Decidí acabar yo con la relación porque era bastante sosa y aburrida. Él no pare
¡NO ME LO PUEDO CREER! ¿De verdad está pasando otra vez?«Empiezo a pensar que tal vez yo soy el problema, quizás no le gusto, o a lo mejor es gay, pero si es eso lo disimula muy bien», me digo, ya no sé que pensar.A la mañana siguiente cuando Tom y Lola se despiertan, Lucas no está, se fue justo después de nuestro encuentro. Me he pasado toda la noche llorando y se nota en mi cara que apenas he dormido. Cuando Tom me ve no tengo que decir nada, me coge entre sus brazos y sin hablar me abraza, ya no me quedan lágrimas pero el solo hecho de notar la calidez de su pecho hace que empiece a llorar de nuevo.Estoy acurrucada en sus brazos, no sé si son dos, tres o cinco minutos los que paso así, pero él en ningún momento me dice nada, solo deja que me desahogue.—Vamos. Te llevo a casa —me dice dulcemente una vez me he calmado.Al llegar solo me apetece meterme en la cama y estar allí hasta la mañana siguiente, necesito descansar