EL RELOJ MARCA LAS tres cincuenta y ocho, está lloviendo y acabo de despertarme de un sueño, el corazón me late muy deprisa y estoy sudando, además la cabeza me va a estallar.
Recordar que le he roto el corazón en mil pedazos me hace daño, duele saber que le he destrozado. Nuestros sueños y planes han desaparecido y ya no hay marcha atrás, la he cagado.
Llamo a Lola en mitad de la noche, pero no me contesta. Es normal, debe de estar dormida junto a Tom.
—¿Qué pasa nena? ¿Estás bien? —dice preocupada cuando me devuelve la llamada.
—Lola, Héctor ha cogido sus cosas y se ha ido —le digo entre lágrimas—. Lo he perdido.
—Voy enseguida cariño, no te muevas de ahí.
Cuelga y yo empiezo a llorar de nuevo. Doy vueltas por casa sin saber que hacer, le llamo más de veinte veces pero no me contesta. Espero que esté bien, no me perdonaría si le pasará algo por mi culpa.
Una hora
LOS DÍAS PASAN Y YO cada vez estoy más hundida, no duermo por las noches pero eso no influye en mi trabajo, Pierre se da cuenta de que algo me pasa y aunque no sabe los motivos de mi ruptura con Héctor me apoya, e incluso me dice de tomarme unos días para asuntos personales, pero aunque insiste todos los días yo siempre le contesto que estoy bien y que no los necesito. No quiero estar encerrada en casa sola, pensando en todo lo que me ha pasado estas últimas semanas, además, Lola viene todos los días a mi casa y se queda a dormir conmigo día sí y día no.No he vuelto a hablar con Héctor, y Lucas tampoco se ha puesto en contacto conmigo desde que le dije aquellas cosas horribles. No tengo fuerzas ni para preguntarles a nuestros amigos por ellos.Hoy es uno de los peores, mi cabeza no deja de dar vueltas mientras pienso en ellos, en si Héctor estará bien, si Lucas aún quiere estar conmigo, o si he conseguido alejarlos a los dos.Me si
ABRO LOS OJOS, ESTOY en una playa de arena blanca y el agua es más azul que el cielo. Miro a mi alrededor y estoy sola, no hay nadie cerca, y a lo lejos, nada.Miro mis pies y están tocando el mar, hace un momento estaba lejos de ella pero ahora estoy sumergida bajo agua cristalina, intento salir de aquí, pero cada vez estoy más hundida, ahora el agua cubre mis hombros. A lo lejos de la playa se vislumbra una silueta pero no logro distinguir quién es, y aunque intento nadar hacía la orilla, el mar no me deja, grito pidiendo ayuda pero la silueta no se mueve de donde está.Y cuando estoy apunto de sumergirme por completo, vuelvo a estar en la arena. Ahora la silueta se ve algo borrosa pero puedo distinguir que se trata de un hombre, aunque no consigo descifrar quién es él.—¡Hola! —grito pero nadie me contesta—. ¿Quién ere
En mi cabeza la imagen de Lucas abrazándome, me parece tan real. Siento su aliento en mi cuello y sus brazos rodeándome, me siento tan bien, es como si hubiera estado ya en sus brazos, como si esta escena la hubiera vivido antes.¿Es posible que esto sea un recuerdo real?Entonces recuerdo haber estado en esta terraza antes con alguien más, recuerdo el banco de madera y estar sentada junto a Lucas, él recorría mi pierna derecha y bajaba por mi rodilla hasta el tobillo, y entonces me quitaba el zapato, y repetía la misma acción con el pie izquierdo.Puedo sentir el calor de sus manos en mi piel, como si estuviera pasando en este mismo instante. Un cosquilleo recorre todo mi cuerpo y siento algo que con Héctor no me pasa, y eso que es solo es un recuerdo, o eso creo.Pero no es Lucas, sino Lola.—Estás temblado, ¿tienes frío? —me pregunta ella dándome la vuelta.En su mano lleva una c
No puedo parar de llorar, y a duras penas les explico lo sucedido con Héctor, que este me contó la verdad sobre Lucas, y que este otro a su vez me ha dicho esta mañana que no me quiere.—No entiendo como pueden hacerme tanto daño sus palabras si apenas me acuerdo de él —les digo entre sollozos.—Pues mira, es mejor así, Lucas solo sabe hacerte sufrir.—¡Ya basta, Lola! —grita Tom sorprendiéndonos a las dos—. Te quiero más que a mi vida, pero a veces estás más guapa callada.—¿¡Tom!?Lola le mira con cara de corderito y él le planta un beso en los labios.Normalmente Lola es la que tiene mucho carácter, y Tom todo lo contrario, es un trozo de pan, pero esta vez se han cambiado los papeles, ella baja la cabeza avergonzada, y pide perdón a su marido.—Conozco a Lucas desde hace mucho, y es como un hermano para mí. Y no tienes ni idea de lo que ha sufrido todo este tiem
—SEÑORITA STONE ¿Le aburre mi clase?Me va a estallar la cabeza, como puedo me incorporo y a duras penas logro ver el libro, por suerte para mí, el timbre suena indicando que ha terminado la última clase y por fin el instituto.—No volveré a hacerte caso, mira que salir entre semana. Creo que bebí demasiado, apenas recuerdo lo que hice anoche —le digo a Lola.—No sé de que te quejas tanto abuela, por una vez que haces algo que no sea estudiar. Ya iba siendo hora de que te divirtieras un poco ¿no? —me recrimina—: Por cierto, vamos a comer algo con el grupo en el local de Quique, ¿te apuntas?—Otro día, es que hoy no puedo, tengo que cuidar de Liam —le explico y pone los ojos en blanco—. Su madre no volverá hasta la cena y tengo que quedarme.—Vale, vale. Me lo apunto.Son las siete y Liam no ha parado en toda la tarde, es un niño adorable pero nunca para quieto, y hoy no estoy en mi mejor día que digamos. A las nueve
¡ES ÉL, EL MORENAZO! Tiene el pelo alborotado, va sin camiseta y solo lleva unos boxers negros. Tal vez sea porque nunca antes había tenido a un tío medio desnudo delante de mí —y menos como este—, pero estoy tan ensimismada mirándolo que pierdo el equilibrio y me caigo encima del sofá morado, el más grande.Doy un grito al caer y este me mira mal, pero luego su expresión cambia, pienso que tal vez sea porque me ha reconocido, aunque al ver hacia dónde mira, enseguida me doy cuenta de mi error. El vestido se me ha subido dejando mi culotte al descubierto. Se tapa la boca con la mano y esconde su sonrisa. ¿Se está riendo de mí? Levanto una ceja y lo miro. Entonces desvía la vista hacia Tom y vuelve a ponerse serio otra vez.—¿Se puede saber en que estabas pensando? Son más de las dos de la mañana —le dice este—. Me vuelvo a la cama, por favor intentad no hacer mucho ruido. Y la próxima vez, avísame si traes compañía —le dice esto último antes de darse la vuelta para i
VUELVE A COGERME y esta vez enrollo mis piernas en su cintura, sin parar de besarnos me lleva hasta su habitación y allí me tumba sobre la cama, ahora sus besos ya no se limitan solo a mi boca. Me levanta un poco la camisa, lo justo para dejar al descubierto mi ombligo, y entonces pasa su lengua por este rozando con su dedo la goma de mi culotte. Luego se coloca a mi lado y levanta un poco más la camisa para dejar mi pecho expuesto, llevo sujetador, pero aún así es muy erótico. Lo contempla unos segundos y sigue el contorno de este en círculos hasta el centro, acaricia mis pezones a través de la ropa y luego hace lo mismo con su boca, es una sensación increíble. Me quita la camisa por completo y la tira lejos, cuando intenta hacer lo mismo con el sujetador, le detengo.—¿Pasa algo? —me pregunta.—Yo antes, no... —le digo pero me cuesta horrores terminar la frase.—¿Eres virgen? —me pregunta.
ES SÁBADO, HE TENIDO un día muy raro y apenas he comido nada, cada vez estoy más cansada y lo único que quiero es dormir.A las diez salgo de casa de Olga y no veo la hora de meterme en la cama y descansar, pero cuando paso por el rellano de Lola me la encuentro con Tom en la puerta de su casa. Están tan empalagosos que apenas me ven, tengo que toser varias veces para llamar su atención.—¡Mia! —grita en cuanto me ve.Me salta encima y empieza a darme besos, parece poseída por el duende de la felicidad. Cuando por fin consigo que se calme, me da una buena noticia:—Tom y yo somos novios —me dice toda ilusionada.—¿¡Qué!?—Sí nena, me lo acaba de pedir.—¡Felicidades, cariño! —le contesto igual de feliz que ella.Me encuentro fatal, pero la noticia hace que me olvide del dolor de cabeza y lo celebre con ellos. Les cojo por el cuello a los dos y les doy un fuerte abrazo.Una vez más tranquilos Tom me