Mentiras que hieren―Las cuentas cuadran, ¿no es así? El señor Cavill asintió al escucharme afirmar aquello, aunque yo lo había dicho con más rabia y dolor que seguridad. Me quemaban las palabras que estaba por decir, pero solo estaba siendo un autómata: una estúpida que no tenía el valor de enfrentar al peligro y hacerle cara al mal; temía perder a mi hermano y que fuese por mi culpa, solo servía para acrecentar el terror indecible que me inundaba de solo pensar en ello. Si las amenazas fuesen en mi contra, no hubiese resentido en lo absoluto en poder defender la verdad a como diere lugar, pero era a mi hermano y la de él era una vida con la cual no estaba dispuesta negociar. ―En ese caso solo existirían dos posibilidades ―sentenció él sin dejar de verme a los ojos ahora que se había dado cuenta de que estaba completamente decidida a hablar. ― ¿Dos posibilidades?… no entiendo. ―Es sencillo ―me dijo con desparpajo y un po
Ayuda no solicitada ― ¿Por qué lo hiciste? Con rabia le planteé la pregunta que me hervía la sangre de manera insoportable ahora que había visto al señor Cavill desaparecer tras la puerta. Sabía bien que él había actuado de manera astuta y que había salvado mi pellejo de cierta manera asumiendo el riesgo al decir aquella mentira, pero no me cabía en la cabeza el poder entender cómo es que había sido capaz de atreverse a algo así sin siquiera haber tenido la gentileza de preguntarlo antes de atreverse a decir aquello. ―Si no querías decirle la verdad, esa era la única manera… era preferible que tu hijo tuviese un padre ficticio antes que decirle que él no era el padre y engañarlo con palabras vacías… las mentiras son más creíbles cuando son detalladas. ― ¿Y desde cuándo diablos eres un experto en mentiras? ―la inconformidad me hacía hablar con mucha bronca a pesar de que no podía estar molesta con nadie que no fuese yo mis
De vuelta a la realidadEra la segunda vez que con Ethan tenía que regresar de un hospital luego de un episodio de desmayo. El señor Cavill se había encargado de solicitar para mí los mejores servicios disponibles, por lo cual en el hospital me dieron una inmensa cantidad de recomendaciones, guías y consejos para que no se volviese a repetir algo así. Era la segunda vez que terminaba perdiendo la consciencia desde que me enteré del embarazo. Según uno de los médicos, era a causa de no tener un reposo adecuado a mi situación, aunado a eso me afectaba también la alimentación poco balanceada, pero sobre todo, y en esto hizo bastante hincapié el doctor, aseguraba que se debía a la angustia en la que me encontraba sumida, pues de manera inevitable tuve que confesarle que mi vida había estado sometida a una presión agobiante los últimos tiempos y que no tenía forma para encontrar descanso en mi diario. Entonces me recomendaron reposo absoluto durante una semana para que me recuperase por co
Excusas baratasAna todavía tenía que cubrir con excusas baratas los que eran mis motivos para hacer aquello que ella solo podía considerar como una locura sin remedio. Ella sabía que yo había estado locamente enamorada del señor Cavill y por ello se había encontrado terriblemente confrontada cuando le tocó enterarse de que lo mío con él había llegado a su final, pero ahora que además de eso tenía que decirle lo de ese embarazo y como el Señor Cavill había quedado completamente engañado por la mentira esgrimida por Ethan, Ana no pudo contener su reproche para hacerme sentir todo el peso de su decepción.Su rostro exhibía un malestar sin igual, mientras que escuchaba el resumen de cómo había acontecido todo ese derroche de locura en el que se había convertido mi vida durante los últimos tiempos. Ella movía la cabeza de vez en cuando y cada tanto tiempo suspiraba o hacía mover sus ojos de un lado a otro para aguantarse las ganas de gritarme y llamarme a reflexión, después de todo ella n
Unas últimas conversaciones antes de dormirEthan pasó por la cocina para despedirse antes de retirarse. Su rostro era un poema de confusión y disfrute, era una mezcla de contrariedad absoluta que solo servía para describir la emoción de un hombre que estaba metido en un empeño de cumplir un propósito de conquista. Yo le había dejado bastante en claro que entre los dos las esperanzas eran bastante poco prometedoras; sin embargo, para él parecía estar sintiendo un renuevo de esperanzas después de haber conseguido ahuyentar al señor Cavill con aquella cuestión de mi embarazo del cual él se atribuyó la paternidad. Su corazón era puro, de eso no me quedaban dudas, pero no podía entender aún el nivel de enamoramiento que debía estar sintiendo para aceptar todo aquello que estaba ocurriendo entre nosotros. Yo no le debía ninguna explicación ni ningún respeto, sin embargo, me sentía bastante mal al saber que él sentía algo por mí cuando yo no sentía nada por él y ni hablar del asunto con la
Visita matutinaLa noche discurrió en medio de episodios de insomnio alternados con episodios de sueño profundo. Lo que más quería era poder llegar al amanecer sana y salva y que mi cabeza no explotase por culpa de los pensamientos abrazadores que me hacían sucumbir a todo tipo de preocupaciones y angustias a la que cada día se le sumaban nuevos asuntos por lo que debía preocuparme.Ya no tendría la distracción de saber que al amanecer iniciaría un nuevo día con responsabilidades y ocupaciones en las que poder abocar mi atención para estar, aunque fuese de manera temporal, dedicada a otras ocupaciones y tareas capaces de alejarme de los pensamientos recalcitrantes y tortuosos con el potencial de hacer mi día una miseria en todo el sentido de la expresión. Estaba obligada a estar de reposo después de que el médico que me había tratado en mi visita al hospital recomendase que lo mejor era poder revitalizar mi cuerpo con mucho reposo y descanso y una buena alimentación. Ana se tomó todo
¿La última conversación?Apenas podía recalar en aquella que había sido la conversación que quedó en el aire cuando me desvanecí en los brazos de él. El señor Cavill había estado a punto de contarme toda la verdad sobre esa locura de matrimonio que había concertado con la rubia melindrosa que ni él ni yo soportábamos. Esa duda de saber que podía ser tan importante como para que él se atreviese a consumar una locura como esa, me quemaba con una punzada de curiosidad como ninguna. Todo había sido todo tan descarriado desde entonces, con la mentira de Ethan y la pequeña advertencia de Martins, que en lo que menos había tenido tiempo de pensar en todo ese tiempo era precisamente en esa información. Era una pregunta más que se quedaba sin respuesta. Una pregunta que me atosigaba y que me saltaba desde las entrañas para abordar al señor Cavill apenas le vi parado frente a mí, pero sabía que debía mantener la cordura. No podía arriesgarme a volver a correr el riesgo de propiciar un ambiente
En sus ojos En sus ojos pude descubrir todas las verdades que no había podido saber en ese trance de locura y traición que solo me había convertido en un autómata de las mentiras, buscando encubrir mi cobardía con falsedad. En sus ojos de amor y sinceridad pude ver esa mirada que me decía que el destino estaba en mi poder y que si no estaba siendo feliz era porque simplemente le había dado cabida al miedo y a las amenazas para no dejarme llegar a descubrir la felicidad que me merecía y que me pertenecía. Era algo inexplicable que descubrí en ese instante de lucidez que experimenté al tenerlo a él abriendo su corazón ante mí. Un momento de sinceridad indomable que se sobreponía a toda circunstancia y trascendía a las verdades más profundas y elementales del ser. Mi mundo recibió un sacudón al dejarme la vida, poder volver a tener la oportunidad de descubrir el motivo por el cual me había enamorado de ese hombre de esa manera tan intensa e inexorable. Y es que el brillo de vida y pasi