Desde el helicóptero, la comunicación se estableció entre el capitán del barco y Marcelo, quien recibió la noticia de Aaron. La noticia de haber encontrado al Mayor se difundió rápidamente de este a oeste. Adrian y Vladimir, que estaban en pleno vuelo, decidieron regresar para reunirse con Valentina, quien los esperaría en uno de los barcos. La noticia también llegó a la mansión Crown, donde Sara, al saber que su hija estaba a salvo, sonrió felizmente.Luisa, Keyla y Sara corrieron a informar a los grupos que estaban por salir, mientras Gálata, que acababa de llegar con Johan, recibía la noticia que alegró su día. Lina había recuperado la vida que parecía habérsele escapado durante todos esos días, y su esposo y su hijo estarían de regreso.Anthony y Mateo, que iban a salir juntos, abandonaron el helicóptero, dejando a Ricort a cargo, y regresaron para ver a su Emperatriz, quien mecía a los mellizos que reían con sus muecas. Por fin, podría tenerlo esa noche con ella también.Cada hel
Las lágrimas se deslizaban por el rostro de la chica que sus amigas trataban de consolar en la choza de Calista. Casi salió corriendo cuándo los vio tan juntos y que confirmara que ella era la mujer de la que hablaba. Ahora toda posibilidad se había esfumado con su llegada. Creyó que tardaría más semanas ahí y que eso daría pie a lo que sus ilusiones querían, pero, ahora nada de eso podría ser. —Eres la única que permitía que se acercara, ¿Crees que ahí no hubo algo? —le dijo una de las chicas que la acompañaban. —También sintió, aunque sea mínimo, algo por tí. No llores más. —Eso no sirve de nada ya —se limpió el rostro y se sostuvo de la mesa—, ella llegó. —Pero puede decidir quedarse a última hora —exclamó la menor de las tres chicas reunidas, además de ella. —Recuerda la leyenda. Después de atravesar la tempestad, él encuentra su alma gemela aquí. Tal vez sea tu leyenda. —No creo que… —Sí. —la tercera chica silenció a la segunda—. Calista dice que las almas gemelas en oc
En pocas horas ya cada tienda de acampar estaba montada en una zona despejada. Organizarse les fue fácil a cada uno de ellos, pues tenían claro que dormir era imposible. Aunque sí les serviría para pasar el frío cuándo el fuego se extinguiera. Además Darek estaba muy satisfecho con haber ganado doscientos dólares al haber aprendido a conocer el temperamento de algunas personas. Eleazar prefirió dormir, no había una sola amenaza allí, aunque con el incómodo espacio dónde podía recibir el calor de la fogata, sólo pudo cerrar los ojos y escuchar a Pascal hablar de los posibles nombres para su hijo. —Tu mujer elegirá uno diferente. Ni te esfuerces —dijo el monegasco hacia el hombre sentado sobre un tronco, el cuál también era usado cómo sitio de reposo por Skender y Darek, quién sostenía su puro y una botella de licor. —Naenia no es lo que piensas. Es difícil con el resto del mundo, eso no te lo puedo negar, pero para mí ella es única —dijo Pascal en un suspiro. —Sí que te agarraron
Kael dejó que Lina durmiera cómo tanto percibió que lo necesitaba, mientras él también aprovechaba para descansar. Al menos el tiempo suficiente, pues antes del amanecer, se vistió y, llevando consigo una muda de ropa que Lina le había dado el día anterior, se dirigió a la cascada. Ahora que podía moverse libremente, se bañó en sus aguas, ya que usar algo para lanzarse agua a la cabeza no era de su agrado. El agua fría dejó a la vista sus heridas, aunque las marcas que ahora tenía sobre su piel resaltaban más y de cierta forma, le agradaba verlas nuevamente. Darek lo hizo luego que él, mientras se volvía a vestir, viendo a las chicas que llegaban a recoger agua algunos metros arriba de donde ellos se encontraban. Su tío no le importaba ser el centro de atención, su ego sólo aumentaba al ver que aún con su edad, las chiquillas se alborotaban. —¿Creíste que tus atributos los heredaste sólo del imbécil de tu padre? —Kael no entendía la finalidad de ese tipo en su vida. —¿Te vas a
—¿Y pretendes que haga qué cosa aquí? —señaló Kael cuándo descendió de la camioneta. —Lina, tú haces cuánta cosa se te cruza en la cabeza, pero esto es sobrepasar los límites. —Cállate y colabora. A mi madre es la única persona en el mundo que no le puedo decir no y pidió esto —señaló el camino que a regañadientes tuvo que seguir. La mansión Crown estaba frente a él y no tenía interés en entrar, pero cuándo Sara dejó de revisar a su esposo, se enfocó en él. Su mirada denotaba que no le estaba haciendo una sugerencia, sino una invitación. Una invitación sin opción a declinarse. —Yo que tú, mejor no decía un sólo no. —Es tu madre, no la mía—resaltó viendo a la mujer de sonrisa enigmática enviar a dos chicas a terminar con la mesa. Durante la noche había recibido una dosis de la sustancia que había quitado toda molestia de su cuerpo al caminar, pero aún tenía la sensación extraña en cada vena. Lava corriendo por ellas o brasas encajadas en cada poro. Por eso no era de su agra
Nadie en la sala se atrevía a decir una sola palabra. Todos tenían una mezcla de ideas que no tenían forma de ordenar. Denver se quitó los lentes y se levantó sin mediar palabra, Bishop se alejó de la silla donde se encontraba, la subdirectora no sabía ni siquiera a donde mirar, mientras Kael tenía grandes ganas de asesinar a Teagan. Podía sentir como la sangre corría entre sus dedos, sin embargo, solo pudo evocar sus días en Sintra. “—Envía a este lote al puerto, Cassian. Ellos irán a su etapa final y necesito que salgan hoy mismo— Boris lo hizo seguirlo por el extenso pasillo hasta los helicópteros—. Vas a estar frente al jefe por la mañana para recibir a los que reemplazarán a este grupo. Ese privilegio lo tendrás solo tú, por ahora. —¿Qué hice para ganarme tal honor? —el agente camufló su ironía, caminando con las manos en la espalda. —Agradece haber ganado tu nombramiento, cabrón— se giró hacia él—, pero no olvides los rangos. Entrenador no es menos que estudiante. —El helic
—Se lo planteé a Bishop, él lo consultó contigo y dos agencias más y la CIA dijo que sólo eran réplicas— Denver jamás echaba en cara los sacrificios, porque todos habían hecho peores que eso, pero la frustración y el enojo lo pusieron al limite. Mientras Natalia comprendió porqué dijo que había sido por el trabajo. Atila se puso a la defensiva, mientras Kael sólo veía la escena evaluando su próximo movimiento. —Pero no lo eran. No lo fueron jamás. —culminó furioso contra los agentes de la CIA. —No tenía comunicación con nadie. Buscamos por todas partes y no encontramos nada que las ligara a él. —mencionó el director de la otra agencia. —Estaba limpio en cuánto a nuestra investigación se refería. Obtuvimos información que ayudó al comando inglés, italiano y francés. El comando Alfa desmanteló una red mayor en Reino Unido porque sus datos nos llevaron a autorizar esa misión hace dos años. El comando Delta obtuvo… —¿Es lo que te repites para no sentir culpa, Teagan? —La voz del
—Contacta al Coronel de las fuerzas especiales mexicanas, al general de la fuerza naval brasileño y al sargento que trabajó conmigo en fuego fatuo—, ordenó Kael con la vista en la pantalla. —En un momento hago comunicación con ellos, Mayor. —Helena le pasó los nombres a Norma, la cuál se apresuró a buscar los contactos, aunque en poco tiempo Teagan tenía preguntas sobre ello. —No creo que involucrar a esta gente nos traiga más beneficios —exclamó mediante la comunicación. Lina bailaba mientras cocinaba, en lo que Kael trataba de concentrarse. —Dije a mi modo, sin cuestionamientos, pero esto lo voy a responder por si no se te ocurre considerar en lugar de preguntar—, se dio la vuelta para dejar de verla. —Las redes de tráfico de Oleg se movían por esos países y estos tipos, pese a lo temperamentales, pudieron interceptar grandes cargamentos en su tiempo. Si fueron activadas, ellos deben tener información. —Creí que buscarías a Boris Orlov —planteó Mylo Teagan. —¿Quién dijo que