La habitación tentadoraAna se ofreció a visitar el internado esa misma tarde, apenas Erick regresará con su coche, ella había escuchado todas mis indicaciones con mucha atención. Entonces mi alma regocijó por la esperanza de tener nuevamente noticias de mi hermano.Desde el día que salí de ahí, salvándome en último momento de los planes malévolos que «el jefe» tenía para mí, prácticamente se convirtió en un territorio que yo no debía siquiera pisar, pues dentro de esos muros él tenía el dominio absoluto de todo, era como si sus dominios llegaran más allá de las restricciones del tiempo y del espacio, llegando a imponerse por sobre cualquier razón y lógica para gobernar con mano de hierro. Por eso, aunque mis intenciones fueran otras, yo no podía visitar a mi hermano todo lo que quisiera, incluso muchas veces tenía que ausentarme por meses enteros cuando la permanencia de «Él» ponía en riesgo mi sola presencia en el lugar. Por eso dependía muchas veces de la mediación de una mujer odi
Naturaleza humanaLa naturaleza humana no puede desprenderse nunca de ciertas aprensiones significativas respecto a lo que deviene en patrones comportamiento irrestrictamente repetibles en el tiempo y el espacio. Si a un niño se le prohíbe algo sin especificar de manera suficientemente elocuente una razón entendible y lógica, el niño terminará desarrollando un interés inconsciente respecto a esta prohibición y de no poseer la supervisión suficiente llegará a sucumbir ante el peso de esa curiosidad que la llevara de manera casi inevitable a incursionar en el objeto o situación prohibitiva. Así me encontré yo, sintiéndome impulsada por una fuerza de abismal atracción hasta aquella habitación que encerraba para mí el misterio de aquella prohibición. Yo normalmente no me consideraba una persona que atendía a patrones de comportamiento del todo normales, pero no por ello podía prender que mi mente tuviese la entereza para soportar ese arrobo de curiosidad. La lealtad cierta que comenzaba
Como vacacionesNo pude evitar sentirme una traidora después de haber desobedecido la que había sido una orden expresa de su parte. Mi mente me decía que no era para tanto, que tan solo había sido una cuestión minúscula, pero de la misma manera aquella parte de mi alma que bebía de las mieles del señor Cavill me reprochaba de manera radical el haber faltado de esa manera al que era el dueño de mi voluntad.Tuve que hacer un esfuerzo inaudito para controlarme y mantener la compostura cuando lo primero que hizo el señor Cavill fue dedicarme unas palabras de elocuente galantería. No estaba preparada para ello por lo que sin darme cuenta termine ruborizada al percatarme que le había recibido con apenas un poca ropa cubriéndome la piel, sin duda alguna debía ser una señal bastante clara para él, solo esperaba que eso no le motivara a querer recurrir nuevamente a aquel aparato del infierno que tenía el poder de llevarme al cielo; no por qué hubiese desdeñado de aquella experiencia, puesto q
En el paraíso Después de que el señor Cavill cerrase aquella puerta, yo aún tarde un poco más en reaccionar de mi estupefacción. Me había quedado con el ánimo picado por aquella situación en la que él me había llevado hasta el extremo, dejándome con las ganas de seguir en aquella misión exploratoria, pues aunque ya para ese punto había tenido la oportunidad de indagar experiencias en el ámbito sexual al lado del señor Cavill, la realidad era que en casi todas las ocasiones me había tocado asumir un rol pasivo que no me había permitido poder explorar más allá de lo que él propiciaba y dictaba, pero yo también tenía esas ansias de explorar y conocer. No solo mis ojos tenían la necesidad de saciarse con la magistral visión de aquel cuerpo escultural, sino que también mis manos e incluso mis labios y lengua, querían explorar cada rincón de él para disfrutarle en todo el sentido de la expresión. Lamentablemente por lo pronto debía contentarme con atender las que eran sus órdenes, que no m
Apartados del mundo― ¡Uh! ¡Esto no me agrada! ―sentencié de manera inmediata, apenas aquel bocadillo tocó la superficie de mi lengua. Era un sabor demasiado penetrante como para que mis papilas gustativas pudiesen adaptarse y terminar aceptando esa complexión y textura, sencillamente no era algo que yo fuese a poder degustar.― ¿No te gustó? ―preguntó el señor Cavill con un gesto extrañado mientras salivaba a la boca un de aquellos bocadillos con apariencia gomosa.―No, lo siento… no quiero ser grosera, pero de verdad no es de mi agrado―contesté después de haberme ocupado en sacar de mi boca aquel trozo que me provocaba repulsión y desagrado. La mirada que el señor Cavill me dedicó entonces me dejó bastante preocupada, pues, sabía que él era literalmente una caja de sorpresas y no tenía forma de anticipar cuál podía ser su reacción en ese preciso instante.Él se ocupó en seleccionar un tipo de bocadillo que parecía bañado por una especie de salsa viscosa y entonces se acercó a mí sos
Juego placenteroAquella situación en la cual el señor Cavill se había explayado de manera portentosa en dejar en claro su capacidad de recurrir a su arsenal de artimañas de dominio y autoridad, sirvió para dejar en claro que sus intenciones de dominio aún seguían estando en vigencia más que nunca. La mirada del hombre, cuya barba parecía ahora ser más varonil que nunca, me increpaba a darle una mordida al trozo de pizza que él sostenía frente a mí. De todas las formas en la que podía imaginarme comiendo pizza, aquella era la más sensual que podía esperar, pues sus manos poderosas habían sujetado mi cuerpo tomándome por la cintura para mantenerme frente a él mientras el trozo de harina cubierto de queso esperaba por mí. Mis dientes se hincaron en el grasoso trozo de pizza que al entrar en mi boca se sintió bastante agradable como una forma de responder de manera altanera a lo que eran las imposiciones dietéticas del señor Cavill. Así pude deleitar mi paladar con los sabores del ques
Contigo o sin ti.El señor Cavill se quedó mudo mientras su cuerpo tenso expresaba la indecisión de su mente. Aquella última petición que le había hecho casi que de manera inconsciente parecía haber hecho mella en el ánimo y la disposición del altanero CEO que de pronto se mostraba incapaz de disimular los efectos que tenían mis palabras sobre él. Temerosa de que su decisión terminara por decantarse por otras vías, yo me apresuré para acercarme a donde él se encontraba y dejando de lado todo recato o pudor me entregue en sus brazos rodeándole con un abrazo tierno y desvergonzado.Nuestros cuerpos casi desnudos y con la piel al descubierto lograron tocarse de manera que las sensaciones se convirtieron en un canal de comunicaciones más que eficiente. A cada roce de mis dedos la piel de su espalda se erizaba, y aunque él no me abrazaba aún, por los menos con sentir el latido de su corazón en mi rostro me decía que todo estaría bien mientras que estuviésemos juntos en esa cercanía.―Debe
En sus brazosMi cuerpo despertó sumergiéndose en la cálida humedad de aquel inmenso repositorio de agua límpida y refrescante que me permitió disipar las dudas y los temores cuando me descubrí del todo cubierta por el líquido traslúcido. Los colores y los sonidos se deformaron cuando mis órganos sensoriales quedaron completamente sumergidos en aquel momento. Una sensación inmejorable que me permitió sentirme llena de vida y de emoción, pero sobre todo de libertad, pues había podido accionar sin prestar mayor atención a cuestiones de atención o impedimentos, pues ni siquiera el no saber nadar tuvo algo que ver en mi decisión. Mis pies por instinto buscaron asidero donde poder afincarse para volver a flote, fue entonces cuando me percate que no estaba ni cerca de poder alcanzar una superficie para estar a salvo. Con un estallido de inseguridad, comenzando a aflorar en lo profundo de mí ser, comencé a moverme para resolver mi predicamento, pero lo único que conseguí fue darme cuenta de