Kerrie salió del salón encontrándose con una chica que era increíblemente guapa. Sin embargo, notó una herida en su cara, aunque se veía borrosa, pensó que tal vez era porque estaba ebria que veía de aquella forma, además se había puesto sus lentes de contacto por lo que su mirada podía engañarla.—¿Te conozco? — Preguntó ella arrastrando un poco las palabras.—Tú me ves. — La joven frunció el entrecejo e inclinó levemente la cabeza.—¿Perdón? Claro que te veo, aquí. — Movió los brazos de arriba abajo torciendo un poco su pie, pero se recompuso.—Eso es genial. — Una sonrisa maquiavélica se formó en la cara de la chica y entonces Kerrie lo entendió, ella era un fantasma. Al darse cuenta intentó huir. Sin embargo, la chica la atravesó tomando por completo su cuerpo. La conciencia de Kerrie era una nada en cuanto algún espíritu tomaba su cuerpo y era más sencillo ser poseída en estado de ebriedad. Ahora se daba cuenta. Su conciencia seguía ahí, sin embargo, el espíritu ahora manejaba ca
Hudson sintió los suaves labios de la joven sobre los suyos. Sabía a cerveza y menta, además, este beso no era superficial, de hecho, su lengua atravesó su cavidad causando que cerrara con fuerza sus ojos dejándose llevar. Ella lo atrajo a él sosteniendo con más fuerza su cuello y de alguna forma, aunque odiaba admitirlo, disfrutaba aquel beso, era como si algo controlara su cuerpo lo cual le causaba escalofríos. Se sentía pesado, pero de alguna manera podía sostener la cintura de la joven. Abrió los ojos y frente a él en lugar del rostro de Kerrie vio uno esquelético causando que empujara a la chica lejos de él. Se quedó mudo.—¿Qué diablos?—Viste mi cara. — Murmuró tapando su rostro. —No puede ser. Soy horrible. — No sabía que decir.—Oye escucha.—No…— Negó. Hudson notó que planeaba huir, pero no dejaría que un fantasma huyera con el cuerpo de su empleada. La necesitaba. Así que la tomó de la muñeca para atraerla a él y luego la sostuvo de la cintura para por fin llevarla sobre su
Lo primero que vio Kerrie al abrir los ojos fue una ventana. Parpadeó varias veces intentando comprender dónde diablos estaba metida. Se levantó con violencia de la cama dándose cuenta de que estaba en una habitación pintada de color turquesa. Parpadeó varias veces intentando recordar qué había sucedido anoche. Las imágenes se arremolinaron en su cabeza como cascada. La fiesta, haber hablado ebria con Hudson y que además lo había retado. Apretó los ojos, luego de eso se encontró con una chica y…—Me poseyó. — Se cubrió los ojos con las manos. —Maldición, jamás volveré a beber en mi vida. — Suspiró. Aun así, no sabía dónde estaba. Entonces la imagen de Hudson cargándola, dejándola en la cama de esta misma habitación se hizo clara. Hudson la había traído aquí, estaba en la casa de Hudson. De alguna forma se sintió aliviada. Sacó su celular y notó las miles de llamadas de Hazel, Dante e incluso de Nash.Llamó a Hazel y está respondió de inmediato.—¡Maldición Kerrie! ¿Dónde estás?—Estoy
—Bien, según el noticiero el cadáver que encontramos se trata de Douglas Johnson, las noticias informan que había desaparecido hace menos de un año. Vivía en el pueblo West Place. Nadie denunció su desaparición al parecer. —Hudson se inclinó a su lado para poder ver en la pantalla de la computadora la información que Kerrie había encontrado. —Sobre Douglas no hay mucha información más que vivía en ese pueblo, al parecer era profesor de una escuela y renunció de repente. —Evidentemente no nos sirve eso. Tal vez no tiene nada que ver con el fantasma del teatro, posiblemente por estar cerca vivía en el lugar. Tu me dijiste que había varias presencias en el teatro, él puede ser una de ellas. —Probablemente. — La joven suspiró sintiéndose poco animada. —Aún así creo que tiene algo que ver. Sería bueno ir a investigar. —¿Al pueblo? —¿Por qué no? — Se encogió de hombros. —Podríamos ir, tomarlo como segunda opción. —¿Crees que es útil? Bueno tenemos algo. Aún así, esta semana pediré refue
Al terminar de comer, se dirigieron a una tienda para mascotas. Consiguieron la pecera para los niños. Molly se veía muy entusiasmada al ir de la mano con Hunter, incluso le parecía divertido a Kerrie verla con sus ojos de admiración. Al llegar a la casa los niños invitaron al muchacho a que entrara, él no se opuso y Kerrie decidió preparar un poco de refresco. Mollyfue a su cuarto por sus juguetes para poder mostrárselos a Hudson mientras tanto Dylan lo observaba a una distancia considerable en la sala. —Así que estás usando el don de mi hermana ¿no es así? — Era la primera vez que el niño le hablaba directamente sin la compañía de su hermana. Dylan parecía no confiar en él y bueno, no tenía que hacerlo. Él solo buscaba una cosa de Kerrie y eso era que atrapara al fantasma del teatro, no había más ni menos. —Así es, ¿hay algún problema? — Dylan se encogió de hombros. —Solo espero que no busques más que eso. —Créeme niño, no será así. — El pequeño asintió. —Bien, espero que seas
Cuando aquel hombre la tomó de su chaqueta la arrastró hasta afuera del local mientras Starla gritaba que la dejaran en paz. La joven lanzó golpeas al aire y finalmente la sacaron del lugar aventándola a la calle. Su trasero le dolió al rebotar en aquel duro lugar.—¡Malditos! — Intentó levantarse, pero al apoyar su muñeca notó que se la había torcido. Odió sentirse débil en ese entonces.—¡Señorita Evan! — Kerrie se giró a ver al dueño de la voz encontrándose con el detective Travis. El corrió hasta el tipo que estaba frente a ella y le atestó un golpe en la cara. Ella se quedó con los ojos bien abiertos al ver que el tipo quedó inconsciente.—¿Estás bien? — La ayudó a levantarse y la joven asintió.—Starla está adentro, ayudala por favor. — El chico asintió y corrió hacia dentro, pronto sacó al otro hombre del local y lo dejó en el suelo. Ambos estaban quejándose del dolor mientras Ciel sacudía el polvo en sus manos. Ella estaba impresionada y agradecida.Unos minutos más tarde, una
Kerrie temblaba mientras veía al suelo. Sentía su cabeza dando vueltas y sus ojos inflamados. Jamás había sentido tanto miedo en su vida. Muy pocas veces había tenido una visión tan vivida como esa. Por un momento había creído que aquel dolor que la rodeaba era de verdad. Ver a la gente en llamas, fue una pesadilla. Sin embargo, no entendía porque escuchó un lamento y luego la presencia malévola sonriente.—Toma. — Hudson le dio una botella de jugo que ella aceptó. Le dio un sorbo y luego resopló. Tenía muchas cosas en la cabeza y no entendía nada en lo absoluto.—¿Te encuentras bien? — Preguntó. Ella por fin lo miró. Hudson tragó duro al ver los ojos rojos de la chica. Cuando entró al teatro escuchó algunos ruidos y lo primero que pensó fue en el fantasma. Se llevó una sorpresa al ver a Kerrie en medio del escenario mirando a la nada con horror en sus ojos. Corrió a ella y cuando la joven salió de su trance, verla llorar, fue algo que lo hizo sentir raro.—Ya estoy mejor gracias. — S
Jamás se había sentido tan avergonzada como lo hacía ahora. ¿En qué momento Hudson había entrado en la sala de cine? Se preguntó cuanto había escuchado de su triste monologo, lo único que le faltaba era que el muchacho le tuviera lástima, más de la que ya le tenía. Y si, le molestaba pensar eso, porque suficiente tenía con que sus viejos amigos supieran lo patética que era, al menos quería guardar un poco su orgullo. Sin embargo, ahora parecía más lejana esa idea y seguro Hudson se burlaba de ella en silencio. No podía controlar siquiera su vida emocional y eso si era bastante malo.—Ah… es bueno saludarte. Feliz noche. — Sin más salió huyendo de ahí. Pensaba en lo ridícula que había actuado, pero no era momento y de regresar a averiguar qué tanto había escuchado, aunque seguro había escuchado todo su llanto.—¡Carrie! — La joven se detuvo al escuchar la voz de Hudson. Se quedó en medio del pasillo camino a las gradas que la llevarían a la salida del cine. El castaño corrió hasta ella