Capítulo 50

La semana recién comenzaba y Alan jugaba con la lapicera entre sus manos, mientras veía por la ventana con la mente en blanco, o quizás en ella. Nunca en su vida había creído que podía enamorarse de una forma tan intensa, en tan poco tiempo de alguien, y sobre todo cuando esa mujer era tan peculiar en su forma de ser y carácter como Milagros. Desde que había llegado a Alemania no podía dejar de pensarla, se sintió tentado en reiteradas ocasiones en llamarla, pero al final no lo hacía.

—¡Alan! —escuchó una voz femenina desde la puerta de su oficina.

—¿Qué sucede? —preguntó taciturno volteando a ver a la joven.

—Están esperándote en la sala de juntas para confirmar el nuevo plan del hotel en Barcelona.

—¡De acuerdo! —Soltó la lapicera—. Diles que estaré en diez minutos y que empiecen sin mí.

—Muy bien.

La joven se retiró y él recargó sus antebrazos sobre el escritorio que tenía frente a él tomando el móvil entre sus manos. Revisó los mensajes y no había nada nuevo, luego fue a la bandej
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP