Narrador.
El clima era frío, la sensación de liviandad y alegría se esparcía en las calles, y las personas que entraban a los restaurantes en las horas del mediodía, no hablaban otra cosa, que, de compras, cena de Navidad y reunión familiar.
Alex estaba tomando su segunda copa de vino desde un lugar privilegiado de su restaurante de Notting Hill, mientras escuchaba como Sara le daba su informe semanal y las cuentas que había hecho para New York.
Parecía que todo iba bien, incluso mejor que nunca, solo que a medida que pasaban los días su ánimo caía hasta el precipicio. Odiaba estar en ese estado, se sentía fastidiado a toda hora y con el genio insoportable. No sabía si debía atinar todo esto a la temporada que le hacía recordar a sus padres, o simplemente sería sincero, estaba pensando en un solo nombre que había v
Emily.¿Todo lo que había escuchado era real? Debía ser un sueño, o, mejor dicho, una pesadilla. Sí, eso debía ser. Porque por más que razonaba, por más que le buscaba un punto de inflexión a todo esto, no lograba tener una respuesta para la estupidez que estaba cometiendo Alex.Estaba respirando hondo, tratando de pensar que hacer para sacar a Jeremy de esta situación de la que no tenía nada que ver. Pero no quería hacer un escándalo. Alex y yo estábamos cubiertos de espinas, heridas y muchas cosas sin resolver, que hacían del momento algo impenetrable.No sabía qué estaba pasando con él, ni qué tenía en su cabeza, o si simplemente todo esto era consecuencia de lo que Sara estaba inyectándole diariamente, pero de lo que si estaba segura es que él estaba furioso como nunc
Emily.Todos estábamos saliendo de la casa, cerrando puertas, conexiones de agua y todo aquello que debía quedar apagado para salir sin preocupaciones.Mamá como siempre estaba estresada, cada vez que salíamos en familia ella se ponía histérica y le buscaba un problema a todo, así que a este punto de la mañana nadie estaba prestándole la atención que ella requería.Estaba el auto de papá, que parecía una lancha, su maletero era como un cuarto y aunque yo estaba exagerando, mi hermano también llevaba su auto para que pudiéramos colocar todo lo necesario, pues estaríamos más de dos días en esa cabaña. Después de guardar mi equipaje, en el auto de papá, coloqué unos almohadones en el asiento copiloto de mi hermano, porque yo me iría con él.Me asegur&eac
Emily.Quería decirle muchas cosas en este momento, estaba mareada y mi lengua era torpe, pero estaba entendía todo lo que estaba pasando, podía ver que, ahora mismo, aunque estábamos juntos también estábamos muy lejos.No esperé mucho tiempo, y me uní a él en un abrazo que recibió sin ningún problema ni rechazó, tomó mi cuerpo de una forma en que podía entender a la perfección, que ambos nos necesitábamos; con revuelos en la mente, confusiones y mentiras, pero nos necesitábamos mucho.Alcé mi mirada mientras él acariciaba mi rostro detallando cada parte como si quisiera grabarse este momento. Le tomé la barbilla y no dudé en decir lo que desde hace tiempo estaba ahogándome.—Te amo, siempre lo he hecho, siempre has sido tú, solamente
Emily.Gritos, forcejeo, y el llanto de mamá es lo que pude escuchar en el momento mientras tenía las manos de mi hermana en mi cuello.Trataba de quitarme a Sara de encima, de hecho, sabía que todos estaban tratando de quitármela, pero ella estaba aferrada a mi cabello mientras gritaba que yo era su desgracia.Varias cachetadas fueron arrojadas hacia mi cara, hasta que de un tirón ella fue arrancada de mí, junto con varios mechones de mi cabello en sus manos.Alex era quien la tenía agarrada y rápidamente vi como Aroa se arrodilló junto a mí para tocarme las mejillas.—Emi… —pronunció asustada. Todos parecían perplejos.—¡Claro!, todos consolídense con la niña inofensiva, ¡ella no es más que una maldita! —gritó mientras
Emily. Aspiré el aire suficiente y solo quise hacer unas preguntas.—¿Por qué motivo?, si es tan inteligente, con una vida fabulosa, una familia que la ama, ¿Cómo puede sentirse así? —pregunté con un poco de rabia sabiendo todo lo que me había hecho, buscando una respuesta para su rencilla contra mí.—Porque ella… —los labios de mamá temblaron y apretó sus dedos—. Porque, ella sabe la verdad de nuestra familia…—¿De qué hablas madre? —esta vez Andrés se me adelantó en la pregunta.Adele dudó mucho, como si tuviese un tapujo en la garganta, y luego centró la mirada en ambos.—Sara, no es nuestra hija biológica —las lágrimas de mi madre eran incontables mientras mis ojos se abrían y mi pecho se hund
Emily.—Hola… —mi forma de contestar hizo que todos levantaran la mirada hacia mí, en especial la de Alex.—Emily, ¿Cómo estás? Perdóname que te llame en tu tiempo libre…—No te preocupes —dije alejándome un poco más de todos—. ¿Está todo bien?—Sí, todo excelente, escucha, he leído algunos capítulos que me has enviado estos días, y es muy buena, es todo el cliché que las chicas quieren leer hoy en día…Sonreí con tristeza y mi silencio solo detuvo su arranque.—¿Hola?, ¿estás bien? —preguntó frenándose en seco.—No… —carraspeé la voz—. Mi papá está ahora en el hospital, no sé qué pasó, pero tuvo un infarto y&he
Emily.—Perfecto —dije con la sonrisa estampada en mi rostro mientras mis manos temblaban. Mamá, papá y Andrés solo esperaban que colgara la llamada para hacerme el montón de preguntas que se les atoraba en su garganta—. Por supuesto que estaré allí, mañana a primera hora… Jeremy, yo no sé cómo agradecerte…—Yo sí sé —respondió detrás del auricular con una carcajada y por un momento me quedé sin palabras—. Tranquila, tampoco pienses mal, mejor hablamos mañana, descansa, y piensa en lo que te dije.—Que tengas buenas noches, Jeremy —dije colgando y luego abrí la boca en un grito silencioso hacia toda mi familia.—¿Qué dijeron? —fue la pregunta de papá muy afanado, así que le asomé una palma para que
Alex.—Hermano… ¿Qué ocurre? —preguntó Bruno sentándose horrorizado por mi aspecto, luego de despedirse con el hombre con el que hablaba.Negué varias veces, no podía pronunciar una palabra en este momento, pero él era mi hermano, y también necesitaba de su ayuda.—He sido el hijo de puta más grande de este mundo, Bruno… —la voz se me quebró y sabía que sería así. No miré a mi hermano, solo veía un montón de edificios que me hacían sentir ajeno a este lugar.—¿De qué estás hablando? Me estás preocupando.—He hecho todo mal pensando que estaba en lo correcto, no sé si tenga tiempo, y oportunidad, pero necesito hacer algo.—Si fueras más específico podría ayudarte —expuso