Emily.
Gritos, forcejeo, y el llanto de mamá es lo que pude escuchar en el momento mientras tenía las manos de mi hermana en mi cuello.
Trataba de quitarme a Sara de encima, de hecho, sabía que todos estaban tratando de quitármela, pero ella estaba aferrada a mi cabello mientras gritaba que yo era su desgracia.
Varias cachetadas fueron arrojadas hacia mi cara, hasta que de un tirón ella fue arrancada de mí, junto con varios mechones de mi cabello en sus manos.
Alex era quien la tenía agarrada y rápidamente vi como Aroa se arrodilló junto a mí para tocarme las mejillas.
—Emi… —pronunció asustada. Todos parecían perplejos.
—¡Claro!, todos consolídense con la niña inofensiva, ¡ella no es más que una maldita! —gritó mientras
Emily. Aspiré el aire suficiente y solo quise hacer unas preguntas.—¿Por qué motivo?, si es tan inteligente, con una vida fabulosa, una familia que la ama, ¿Cómo puede sentirse así? —pregunté con un poco de rabia sabiendo todo lo que me había hecho, buscando una respuesta para su rencilla contra mí.—Porque ella… —los labios de mamá temblaron y apretó sus dedos—. Porque, ella sabe la verdad de nuestra familia…—¿De qué hablas madre? —esta vez Andrés se me adelantó en la pregunta.Adele dudó mucho, como si tuviese un tapujo en la garganta, y luego centró la mirada en ambos.—Sara, no es nuestra hija biológica —las lágrimas de mi madre eran incontables mientras mis ojos se abrían y mi pecho se hund
Emily.—Hola… —mi forma de contestar hizo que todos levantaran la mirada hacia mí, en especial la de Alex.—Emily, ¿Cómo estás? Perdóname que te llame en tu tiempo libre…—No te preocupes —dije alejándome un poco más de todos—. ¿Está todo bien?—Sí, todo excelente, escucha, he leído algunos capítulos que me has enviado estos días, y es muy buena, es todo el cliché que las chicas quieren leer hoy en día…Sonreí con tristeza y mi silencio solo detuvo su arranque.—¿Hola?, ¿estás bien? —preguntó frenándose en seco.—No… —carraspeé la voz—. Mi papá está ahora en el hospital, no sé qué pasó, pero tuvo un infarto y&he
Emily.—Perfecto —dije con la sonrisa estampada en mi rostro mientras mis manos temblaban. Mamá, papá y Andrés solo esperaban que colgara la llamada para hacerme el montón de preguntas que se les atoraba en su garganta—. Por supuesto que estaré allí, mañana a primera hora… Jeremy, yo no sé cómo agradecerte…—Yo sí sé —respondió detrás del auricular con una carcajada y por un momento me quedé sin palabras—. Tranquila, tampoco pienses mal, mejor hablamos mañana, descansa, y piensa en lo que te dije.—Que tengas buenas noches, Jeremy —dije colgando y luego abrí la boca en un grito silencioso hacia toda mi familia.—¿Qué dijeron? —fue la pregunta de papá muy afanado, así que le asomé una palma para que
Alex.—Hermano… ¿Qué ocurre? —preguntó Bruno sentándose horrorizado por mi aspecto, luego de despedirse con el hombre con el que hablaba.Negué varias veces, no podía pronunciar una palabra en este momento, pero él era mi hermano, y también necesitaba de su ayuda.—He sido el hijo de puta más grande de este mundo, Bruno… —la voz se me quebró y sabía que sería así. No miré a mi hermano, solo veía un montón de edificios que me hacían sentir ajeno a este lugar.—¿De qué estás hablando? Me estás preocupando.—He hecho todo mal pensando que estaba en lo correcto, no sé si tenga tiempo, y oportunidad, pero necesito hacer algo.—Si fueras más específico podría ayudarte —expuso
Emily.Allí estaba Alex de pie, vestido de traje y con la corbata un poco desajustada. Se veía cansado, pero él era hermoso por donde se mirara.Como si todo este tiempo hubiese sido en vano, mi corazón comenzó a palpitar demasiado rápido, el cuerpo vibró de solo ver cómo sus labios se curvaron en una sonrisa hacia mí, para comenzar a caminar hacia mi sitio.¿Me había dado un golpe en alguna parte de la cabeza y estaba soñando? ¿Alex me sonreía después de todo este tiempo? Un mes y una semana entera pasaron desde la última vez que lo vi, y grité en su cara que se fuera de mi lado y de mi vida. Un tiempo en que literalmente padecí en silencio y me ahogué en los quehaceres de la recuperación de mi padre y la terminación del libro.Quise llamarlo in
Alex.Aunque estaba demostrando calma, mucha calma para todos, por dentro estaba muy tenso. Los celos estaban palpitando por todo mi cuerpo y una voz insistente me gritaba que saliera y la buscara. No debía dar la más mínima oportunidad a nadie, mi situación estaba jodida por donde se viera.Pero sería más que un canalla y pretender que después de todo, yo viniera a arruinarle su celebración.Cerré los ojos y traté de acompasar la respiración, me tomé el trago de una sola vez y caminé hacia el jardín para respirar aire fresco, necesitaba saber qué iba a hacer a la hora de que todo esto acabara y ella me pidiera una explicación.¿Qué iba a decirle? ¿Razoné y fui un imbécil? De cierta forma mi actitud fue como una manera de desquitarme por todos estos a&nt
Emily.—Es hora de irme —dijo Mad detrás de mí cuando estaba apilando las copias de libros que daría a mis allegados.—Pensé que te quedarías hoy —dije tomando uno de los libros para obsequiárselo—. Gracias por dejarme escribir un poco de ti.Ella lo tomó insegura y asintió.—Creo que al leerlo me veré como una tonta y diré: Esamujer es lo más estúpido que existe… todos lo pensaran —Mad había bebido mucho, y lo más sensato es que la obligara a quedarse.—Nadie pensará eso Mad, y te quedas aquí…—Él viene por mí —dijo mirando su reloj—. No tardará en llegar.Tomé aire.—Espero que todo vaya bien y…—Voy a terminar con él Emi,
Emily. Su sonrisa de picardía solo hizo que mi estómago se incendiara de la emoción y la anticipación, sensación que apretó todo mi cuerpo. Para mí pasaron siglos desde que ese hombre y yo pudiéramos compartir un momento como este, y anhelaba cada segundo porque este auto llegara a su punto, para olvidarme del mundo y de los problemas que aún nos rondaban.Aunque conocía Cambridge como la palma de mi mano, entramos al estacionamiento de una especie de edificio al que ni sabía existía. La iluminación lo hacía ver muy elegante, y no esperé a que terminara de dejar su auto en algún sitio cuando abrí mi bocotá sin esperar, debido a la ansiedad.—Nunca estuve aquí.—Me lo recomendaron, es como un hotel, pero a la vez un casino, también hay una discoteca… de hecho