—¿Tienes que seguirme? —freno mis pasos.
Eso hace que Aarón me empuje un poco con su peso, él de inmediato me toma del brazo y evita que caiga al suelo. Me doy la vuelta y solo observo fijamente mientras mi expresión es sumamente seria.
—¿Qué? —pregunta desconcertado.
—¿Enserio? —frunzo el ceño.
—Lo siento son ordenes, tengo que cuidarla en todos lados —dice seriamente.
—Pero no has dormido—digo preocupada.
—Eso no es problema para mí, no se preocupe— termina de decir para luego obligarme a caminar junto con él hasta llegar a mi aula de clases.
Pero ¿Cómo es que él sabe cuál es? Cuando me doy cuenta de eso, me doy la vuelta y lo miro con preocupación y estoy por preguntarle pero en eso timbra la campana, así que debo entrar a clases.
Han pasado algunas horas desde que entré a clases y Aarón aún está parado cerca de la puerta de mi salón de clases, sinceramente no puedo creer que él siga como si nada cuando lo único que ha hecho es beber un café que aún tiene en las manos desde hace unos largos minutos.
Lo miro desde la ventana y no puedo creer lo que veo ¿De verdad piensa seguirme a todos lados? De pronto la voz de Ada me interrumpe.
—¿Piensas seguir viendo así a tu guardaespaldas? —me sonríe mientras habla.
—¿De qué hablas? Solo me preguntaba cómo es que es tan…tonto
—A mí me parece que lo ves con admiración, además que es guapísimo, es como misterioso ¿Ya viste su mirada? Es como muy misteriosa y fuerte a la vez, su piel es muy tersa y bonita, además…
Antes de que siga hablando y diciendo tonterías decido callarla.
—Basta ¿Te gusta? —me burlo un poco.
—No, para nada, pero es que lo que se ve no se puede ocultar, además la que lo estaba viendo hace un rato eres tú así que la pregunta es ¿A quién es a la que le gusta? —alza las cejas— ¿Será que ese chico te ésta haciendo olvidar a René? —pregunta asombrada.
—¿Qué? —pregunto indignada —Es más iré a ver a René—me pongo de pie.
Camino algo nerviosa hacia René. Él es el chico que de todos los que conozco es el que más me atrae, es rico, guapo y atlético y si hemos intentado tener algo pero siempre su defecto el cual es ser un mujeriego siempre nos hace terminar. A decir verdad él es el único que me ha hecho sentir algo y por eso es que siempre soy yo la que lo busca claro debo ser una estúpida pero que hago si es el que de todos los que están a mi alrededor me hace sentir atracción.
Llego hacia donde esta él y claro como es de esperarse ahí ésta Estefanía con él, ella al ver que me acerco lo toma de la barbilla y le sonríe, me quedo observando ese momento y después solo sonrío para luego hablarle a René.
—Hola, René ¿Podemos hablar? —pregunto sonriendo.
—Claro—responde.
—¡A solas! —exclamo.
Estefanía se pone de pie y se marcha.
—¿Qué pasa? —pregunta.
—Bueno yo me preguntaba ¿Si podíamos salir a cenar esta noche? —le coqueteo un poco.
—Bueno es que hoy tengo un partido con mis amigos ¿Tú crees que deba cancelarlo para ir contigo? ¿Crees que eso sea más importante que mi partido?—menciona con una sonrisa picará en sus labios.
Vaya, él no se rinde ¿Será que solo piensa en sexo? Siempre es lo mismo, siempre pregunta que si soy más importante que sus partidos y si respondo que sí, en nuestras citas siempre termina por proponerme una noche en su apartamento, por lo cual siempre me niego aún no me siento preparada para dar ese paso por lo tanto eso a él lo desquicia.
Pero esta vez siento que tal vez si sea el momento de dar el próximo paso con él ya que no permitiré que Estefanía me lo quite.
—Creo que sí, creo que si es más importante nuestra cita—le sonrío nerviosa.
—¿De verdad? —pregunta con una sonrisa coqueta.
—Si—respondo.
—Quiero un adelanto de cuán importante puede ser —me toma de la mano y me sienta en sus piernas y después me besa.
La hora de salida ha llegado, al fin se terminó este día de clases. Aarón espera a que salga y enseguida me quita el bolso y me ayuda con el, ambos llegamos al coche estoy por subir pero de pronto me jalan hacia atrás.
Me doy la vuelta y es René quien ha hecho eso, enseguida sonrío y estoy por darle un beso cuando de pronto Aarón lo somete y pega en el cofre del coche y le dobla los brazos.
René grita de dolor mientras Aarón solo lo observa con seriedad.
—¿Qué buscas? —Aarón pregunta de pronto.
—Suéltalo —lo tomo de brazo y lo jalo hacia atrás.
¡Rayos! él es muy fuerte ni si quiera logro moverlo aunque sea un poco.
—¿Qué quieres? —Aarón vuelve a preguntar mientras apoya más a René en el cofre.
Lo observo con asombro ¿Cómo es que él ignora mis palabras así tan a la ligera?
—¡Aarón! Suéltalo él es mi novio —le grito mientras lo vuelvo a jalar.
Es ahí donde el voltea de pronto y me mira con su ceño fruncido.
—¿Su novio? —dice con seriedad.
Solo asiento con la cabeza y enseguida Aarón suelta a René y solo se hace a un lado.
—¡Ah! Rayos ¿Cómo es que me tomo desprevenido? —dice acomodándose el cuello de la camisa.
—Lo siento es mi guardaespaldas —digo apenada mientras veo Aarón quien ve fijamente hacia otro lado.
—Deberías de elegir bien a tu personal él es un salvaje —dice René indignado.
—Ya te dije que lo siento, nos vemos—me despido y le doy un beso en los labios.
Aarón me abre la puerta trasera por lo cual entro al coche, Aarón sube al auto y lo pone en marcha.
—¿Por qué eres así? —pregunto desconcertada mientras lo veo por el retrovisor.
Ni siquiera puedo ver su mirada, él tiene puestos los lentes de sol.
—Solo hago mi trabajo—responde.
—A la otra, fíjate a quien agredes —digo enojada.
Aarón solo sigue manejando hasta llegar a la casa, cuando llego subo enseguida a mi recamara, hoy debo elegir bien que me pondré por la noche, menos mal que Aarón no estará por la noche solo su remplazo pero este no es tan inteligente como él.
Las horas pasan rápidamente así que es momento de ir a esa cita, bajo los escalones y me encuentro con Bruno él es justo el remplazo de Aarón.
—Buenas noches, señorita—me saluda.
—Buenas noches Bruno ¿Nos vamos? —pregunto.
—¿Tiene permiso señorita? Aarón me dijo que no debía salir—me dice apenado.
—Aarón, Aarón —suspiro—Vaya, él es el que da las ordenes pero cómo es eso, si él es mucho más joven que tú como sea... ¿Te parece apropiado obedecerlo a él antes que a mí? —pregunto.
—Bueno señorita, es que él es mi superior porqué el es el mejor guardaespalas de toda la compañia —me sonríe apenado.
—¿Y yo quién soy nadie? —lo reto con la mirada.
—No, no quise decir eso señorita yo solo…
—Vámonos, yo mañana hablaré con Aarón.
Sigo mis pasos, hasta llegar al coche, Bruno sube nervioso y arranca el coche.
Durante el camino le he marcado algunas veces a René pero él no contesta.
En menos de lo que pensaba, estoy en el restaurante al que él me pidió que viniera, sigo caminando hasta llegar a la entrada, Pero antes de buscar a René unos chicos coquetean conmigo por lo cual yo solo sonrió.
—Estás muy guapa—menciona uno de ellos mientras toma mi mano y la besa.
—Lo sé gracias—sonrío apenada.
—¿Podemos ir a bailar o algo así?—toma mi cintura—Eres hermosa—susurra cerca de mi oído.
—No puede acercarse joven—menciona Bruno.
—Tranquilo Bruno, no lo asustes de todos modos no puedo ir a ningún lado—quito su mano de mi cintura—Con permiso—le sonrió coquetamente y me pasó de largo.
Por lo que enseguida busco a René con la mirada hasta ver lo que no se suponía que debía pasar. Miro a René sentado con Estefanía, ambos están muy sonrientes, René la está acariciando de él cabello y después la besa ¿La besa? Me pregunto a mí misma.
—¿Pasa algo señorita? —pregunta Bruno quien esta atrás de mí.
A lo lejos veo como ellos se ponen de pie y caminan rápidamente tomados de la mano hacia la salida.
Enseguida me escondo detrás de Bruno y los dejo pasar.
—¿Y Maddie? —pregunta Estefanía mientras camina.
—Ella es tan aburrida que solo me hará perder mi tiempo eres mejor tú—menciona René mientras sale del restaurante.
Sigo detrás de Bruno hasta que ellos se van de mi vista.
—Bruno sigue a ese coche—menciono mientras camino hacia el coche.
Seguimos a René hasta llegar a un hotel ¡Maldito imbécil! Se atreve a ponerme el cuerno con esa insignificante.
Salgo del coche y dejo a Bruno dentro y me dispongo a seguir a esos idiotas. Ellos suben a la habitación mientras yo los sigo caudalosamente, veo como entran y no puedo creer que el siga haciéndome esto soy una tonta.Pero esto no se va quedar así, a lo lejos veo pasar una recamarera, por lo cual finjo perder mi tarjeta y solo pido que me abra la habitación.La señora engañada con la idea de que yo soy la esposa del tipo que está dentro me abre y se va.Entro a la habitación y veo como René y Estefanía están en la cama, ambos están por consumar lo que vinieron hacer pero enseguida los interrumpo con un aplauso.—Claro, siempre vas detrás de mis sobras pero… Estefanía ¿De verdad tienes que caer tan bajo como para acostarte con René? —pregunto.—Pues sobras o no, él ahora está conmigo, así que lárgate —sonríe burlona.—Sabía que eres mujeriego pero pensé que era porque no tomaba la decisión de estar contigo, todo este tiempo pensé
Después de decir eso termino dándole una cachetada, la cual le deja marcada la mejilla a René. Lo veo con enojo mientras él se soba la mejilla.—¿Qué te pasa? ¿Estás loca? —menciona Estefanía quien viene caminando con enojo hacia a mí.En cuanto llega me empuja con fuerza haciendo que casi caiga al suelo, lo cual no sucede ya que Aaròn me sostiene.–No me provoques Estefanía, ahora no estoy de humor —digo con molestia.—No me interesa tu humor ¿Estás ardida? Claro como te quite a tu novio, pensaste que jamás sucedería eso pues mira–lo toma del cuello y lo besa frente a mí.Enseguida Aarón, me jala del brazo y me reincorpora en su pectoral, allí me sostiene hasta quita su mano de mi espalda, antes de voltear nuevamente hacia René y Estefanía, miro a Aarón y lo hago de manera sorprendida para luego continuar con lo mío.–Estefanía ¿De verdad crees que besar a mi ex novio te hace mejor? Por favor ubícat
—¿Estás bien? —pregunta asustado mientras me observa fijamente.De pronto me da una risa pero es una risa de nervios, siento mi corazón latir demasiado rapido y solo puedo mirar sus ojos hasta que decido contestar.—Estoy bien, tranquilo—sonrío mientras lo miro nerviosa.Él solo lanza esa pequeña sonrisa que ya es tan parte de él para después ponerse de pie y ayudarme a pararme.—Me encantó tu clase ¿Me puedes seguir enseñando? —le pregunto.—Solo si prometes no usar todo lo aprendido para golpear solo porque sí —dice con seriedad.—Lo prometo—le enseño mi meñique y después tomo el de él para juntarlos.Él separa su mano de la mía y solo pone sus manos en el cinturón del traje que lleva puesto.—Es hora de cambiarnos—dice para luego suspirar y desaparecer de mi vista.Ya listos salimos del lugar pero antes de abordar el coche tomo Aarón del brazo para luego mirarlo a los ojos.—Gracias por ayudarme a
—Si te importará como dices, me llamarías más seguido y no tendria que esperar a mi cumpleaños, si te importará no vendrías a casa solo a discutir y hacerle saber a mí mamà que no te dejarás humillar por ella. Las veces que viniste solo fueron a discutir ¿Que no te das cuenta el daño que me haces? —trago saliva y limpio mis largimas— Pero olvídalo mejor quédate con tu nueva familia papá, tu hijo es mejor hijo que yo—cuelgo la llamada y veo el espejo y tengo tanto coraje que me levanto de la cama y voy a golpearlo unas cuantas veces mientras lloro.De pronto se escucha como entran a mi recamara y me toman de los brazos y me alejan del espejo.Me doy la vuelta y veo que es Aarón ¡Maldita sea! Por qué siempre tengo que llorar frente a él.Lo tomo de su camisa y lo jalo hacia mí y lo abrazo con fuerza me aferro a su cintura y a su pecho. Lloro desconsolada, me duele tanto sentirme así.No dejo de llorar, no puedo dejar de hacerlo, teng
Mientras él termina de poner las cosas decido caminar un poco por la orilla del río. Camino hasta que Aarón va por mí y me lleva hacia el picnic y me pide que tome asiento lo cual hago enseguida, después veo como Aarón desenvuelve una hamburguesa la cual me da enseguida.—Gracias —la tomo mientras observo como él destapa la suya y enseguida la muerde.Él come en silencio y sinceramente se ve que lo está disfrutando.—¿Tu comida favorita son las hamburguesas? —sonrío.—Eh—contesta mientras sus cachetes están inflados.—Sigue comiendo—decido morder la hamburguesa la cual es muy deliciosa.Ambos seguimos comiendo hasta que terminamos de hacerlo, después veo como Aarón limpia su boca y enseguida se pone de pie y camina hacia el carro del cual saca una caja de cartón color blanca.
Aarón no responde, él solo me mira con esa mirada tan intensa que tiene, la cual me pone demasiado nerviosa pero en esta ocasión no permitiré que eso me gane.—Aarón—menciono mientras tomo sus manos y lo miro con suplica.Él solo se sorprende y de inmediato mientras aclara su garganta se suelta de mi agarre y se voltea hacia otro lado.—Aarón por favor, no digas nada—le suplico.—¿Y cómo pretendes ocultar esto? —pregunta de pronto.—Confía en mí ¿Si? —busco su mirada hasta mirarlo a los ojos.—¿Cuál es tu plan? —pregunta.—Vamos al centro comercial, compremos ropa nueva y de los golpes yo te ayudo a ocultarlos, haremos eso y si no te convence el resultado asumiré las consecuencias contigo ¿De acuerdo? —tomo su brazo.—Solo esta
No, no puedo verlo a los ojos, él me descubriría fácilmente.—¿Duele mucho? —toca mi espalda mientras pregunta con preocupación.—Sí, ayúdame por favor ve a enfermería y pide una pastilla para cólicos—digo mientras me quejo.—Vamos—trata de cargarme.—¡No! No me muevas me duele mucho—digo mientras me siento en una de las jardineras que hay cerca de nosotros.Volteo a ver sus ojos solo un momento y veo como él me mira preocupado.—Quédate aquí y no te muevas, vuelvo pronto.Aarón se va corriendo hacia la enfermería, mientras yo aprovecho eso para así salir de la universidad.El mensaje de Ada con la dirección de la fiesta me llega, así que aprovecho para llamar a mi madre y preguntar por qué no quiere que Aarón vaya, se supone
—Ok—digo aún desconcertada.—Debemos prepararnos para tu alta, pronto vendrá el medico ¿Te ayudo? —pregunta.—Sí, ayúdame a sentarme, Aarón sospecho de Estefanía pero... No sé si deba decirlo a mi madre—lo miro con preocupación.—Si te nace decir lo que sospechas hazlo—su mirada me da seguridad.Aarón me ayuda a levantarme y después llama a una enfermera para ayudarme a vestirme.Ha pasado una hora y media y el doctor recién me ha dado de alta, así que es hora de irnos a casa.Con ayuda de Aarón subo al auto y esta vez me voy adelante con él.—¿Te llevo a declarar? —pregunta mientras me mira de reojo.—No, si lo hago sin decírselo a mi madre temo que dañare las cosas, dejemos que ella decida—digo con serie