Salgo del coche y dejo a Bruno dentro y me dispongo a seguir a esos idiotas. Ellos suben a la habitación mientras yo los sigo caudalosamente, veo como entran y no puedo creer que el siga haciéndome esto soy una tonta.
Pero esto no se va quedar así, a lo lejos veo pasar una recamarera, por lo cual finjo perder mi tarjeta y solo pido que me abra la habitación.
La señora engañada con la idea de que yo soy la esposa del tipo que está dentro me abre y se va.
Entro a la habitación y veo como René y Estefanía están en la cama, ambos están por consumar lo que vinieron hacer pero enseguida los interrumpo con un aplauso.
—Claro, siempre vas detrás de mis sobras pero… Estefanía ¿De verdad tienes que caer tan bajo como para acostarte con René? —pregunto.
—Pues sobras o no, él ahora está conmigo, así que lárgate —sonríe burlona.
—Sabía que eres mujeriego pero pensé que era porque no tomaba la decisión de estar contigo, todo este tiempo pensé que era por mi culpa pero veo que no es así, tú eres un maldito patán te gusta la m****a, veo que son tal para cual, quédense aquí y terminen lo que empezaron que yo me voy feliz de que esto haya terminado René—sonrío mientras que por dentro solo siento una terrible decepción.
—No, espera podemos hablar—menciona René —Por qué pelear cuando la podemos pasar bien.
—Maldito enfermo, ni loca accedo a tus asquerosas proposiciones ¡Vete al carajo! —salgo furiosa de la habitación.
Aprovecho que me le escape a Bruno y salgo por otra puerta, tomo un taxi y me voy a cualquier puente que veo cerca y ahí me bajo.
La verdad es que los puentes me ayudan a pensar, son tan solitarios que me dan privacidad para llorar.
Lloro hasta cansarme, de verdad no pude ser más tonta porque no se puede ¿Cómo pude pensar que René iba cambiar? Me siento tan decepcionada de mi misma, me siento insignificante que solo quiero llorar e irme lejos y no tener que volver a esa universidad donde sé que todos se burlaran de mí después de esto. Cuando me doy cuenta veo mi reloj y veo que son las doce de la noche ¿Cómo es que pasaron dos horas desde que salí de ese hotel? ¡Maldita sea! Debo regresar.
Intento llamar a Bruno pero este tiene el celular ocupado e intento marcar otras veces más pero ahora suena apagado ¡Rayos! ¿Ahora qué hago? Con mis ojos llenos de lágrimas decido caminar un poco pero mientras más camino siento que está más y más obscuro el camino.
Volteo hacia atrás y miro como la carretera esta desolada ¿Qué debo hacer? Sigo caminado hasta que de pronto escucho como un coche frena de pronto, volteo y las luces de este no me dejan ver bien, solo veo como enseguida baja alguien por lo cual me asusto demasiado y empiezo a correr y a gritar como loca.
De pronto ese tipo me alcanza y me toma del brazo por lo cual no me queda de otra que agacharme y cerrar los ojos.
—¿Por qué corre? —dice Aarón mientras pone su saco en mis hombros descubiertos.
—¿Eres tú? —sonrío.
Aarón me ayuda a levantarme por lo que enseguida lo abrazo con fuerza. Él no hace lo mismo solo se queda quieto sin corresponder a mi abrazo pero eso no es lo importante, si no que él está aquí, aunque no debería pero lo está y eso por alguna razón me hace bien.
—Gracias por estar aquí—lo sigo abrazando
—No debió salir—me toma de los hombros y me aleja un poco.
—Por esta vez debo admitir que tienes razón —agacho la mirada mientras una lágrima sale de mi ojo izquierdo.
Aarón de pronto me da un pañuelo el cual lo uso para limpiarme los ojos, debo verme tan estúpida no puedo creer que me sienta así.
De pronto siento el impulso de llorar desconsoladamente y lo hago, tomo nuevamente los brazos de Aarón y lo abrazo bien dicen que una persona no llora de lo que le pasa en el momento, sino de todo lo que ha pasado anteriormente. Creo que esta vez se me junto todo tantos son mis sentimientos encontrados que no puedo evitar llorar en los brazos de un desconocido.
Me duele tanto el corazón y no es un dolor físico si no del alma, me siento tan sola y tan triste a la vez, siento que todos me ven como si fuera cualquier cosa y no quiero eso en mi vida.
Han pasado algunos minutos y aún sigo llorando esta vez estoy aferrada al hombro de Aarón me siento tan vulnerable pero por una extraña razón estar recargada en ese lugar me hace sentir cómoda.
—Tranquila— dice Aarón con voz suave.
Escucharlo me hizo reaccionar y alejarme de él inmediatamente ¡Rayos! ¿Qué es lo que estoy haciendo?
Enseguida me doy la vuelta y me limpio las lágrimas.
—¿Mi mamá sabe de esto? —pregunto.
—No, no se lo informe, en realidad no me dio tiempo, Bruno solo me llamo asustado y me dispuse a buscarla así que no me dio tiempo—permanece detrás de mí.
—¿Me puedes hacer un favor? —pregunto.
—¿Cuál? —responde con seriedad.
—No le digas nada a mi madre, demasiada humillación siento como para que ella me haga sentir más—me doy la vuelta y lo miro fijamente.
—¿Se siente humillada por su novio? —pregunta desconcertado.
—¿De que hablas? —también pregunto desconcertada.
—Bruno, me dijo que al parecer usted vio al que creo que es su novio con otra chica y que los siguieron después de eso usted desapareció, así que nadie sigue a un chico a menos que sea su novio ¿De verdad cree que vale la pena sentirse así por alguien que evidentemente no siente lo mismo? —dice sin ninguna clase de remordimiento.
No digo nada y solo me meto al coche, pero es verdad lo que él dice, no vale la pena sentirme así, aunque no sé si realmente me sienta así por eso, maldita sea me siento tan… confundida.
Él maneja hasta llegar a casa, al bajar del auto me adelanto y entro y lo primero que miro es a mi madre sentada en el sofá. Ella está tomando una taza de café y en cuanto me mira lo hace desconcertada.
—¿Qué haces tan noche en la calle? ¿Ya viste la hora? —me dice con reproche —¿Acaso andabas en una fiesta? —pregunta con enfado.
—No, yo andaba en…
—Señorita me dijo la señorita Ada que olvido el libro de lectura en su casa—dice de pronto Aarón apareciendo detrás de mí.
—Ah ¿Sí? —me doy la vuelta y lo veo con asombro.
—Entonces ¿Estabas en casa de Ada estudiando? —me mira fijamente.
—Sí, si mamá estaba estudiando y después de una tarde de estudios salimos a cenar—digo con seguridad.
—De acuerdo, me voy—se pone de pie y se marcha hacia la cocina.
Mientras que yo tomo de la mano a Aarón y lo hago subir a mi recamara, cuando llegamos lo suelto y lo miro por un momento para luego hablar con él.
—¿Por qué mentiste? —digo con seriedad.
—Porqué si no lo hacía estaríamos en problemas no solo usted, también yo y todo el personal —me contesta con seriedad mientras me mira fijamente.
Su mirada es intensa y misteriosa. Él es tan culto, misterioso y sexi a la vez.
Aclaro mi garganta y me doy la vuelta dándole la espalda.
—Puedes irte, y gracias —juego con mis manos.
—Señorita, no meta en problemas a personas inocentes cuando quiera desaparecer solo avíseme y yo desapareceré con usted—termina de decir y después se escucha como sale de mi recamara.
Sin pensarlo sonrío por sus palabras y solo me dispongo a darme un baño.
Otro día más de universidad, esta vez solo tengo dos clases así que hoy no se me hará eterno el día.
Dos horas después es la hora de salida, así que solo tomo mi bolso y soy la primera en salir dela aula.
Camino hacia la salida de la universidad y detrás de mi Aarón ambos caminamos hasta que René me detiene.
—Necesitamos hablar—me toma del brazo.
Volteo a ver Aarón y él solo mantiene la vista hacia el agarre de René, enseguida le quita la mano de mi brazo y lo aparta de mí.
—Maddie—trata de acercarse.
Aarón no deja que se acerque y solo lo empuja hacia atrás.
—¡Maddie! —exclama Rene.
Camino hacia ellos y tomo del brazo a Aarón y lo miro por un momento. Al parecer el entendió mi petición.
Sigo con mi camino hasta llegar a René quien me toma de ambos brazos y me jala hacia él.
—Maddie —me sonrie.
De verdad no puedo entender su descaro, porque claramente es un descaro lo que este tipo hace.
—No me toques—enseguida le quito sus manos de mis brazos —No quiero saber nada de tí, no me hables, no respires cerca de mí, por fin me pude dar cuenta de que no vales nada, eres un estúpido mujeriego y que nunca vas a cambiar por favor ya no me busques porqué ya no voy a cambiar de parecer, ya no seré la misma estúpida que regresaba contigo con la esperanza de que cambiarás.
Después de decir eso termino dándole una cachetada, la cual le deja marcada la mejilla a René. Lo veo con enojo mientras él se soba la mejilla.—¿Qué te pasa? ¿Estás loca? —menciona Estefanía quien viene caminando con enojo hacia a mí.En cuanto llega me empuja con fuerza haciendo que casi caiga al suelo, lo cual no sucede ya que Aaròn me sostiene.–No me provoques Estefanía, ahora no estoy de humor —digo con molestia.—No me interesa tu humor ¿Estás ardida? Claro como te quite a tu novio, pensaste que jamás sucedería eso pues mira–lo toma del cuello y lo besa frente a mí.Enseguida Aarón, me jala del brazo y me reincorpora en su pectoral, allí me sostiene hasta quita su mano de mi espalda, antes de voltear nuevamente hacia René y Estefanía, miro a Aarón y lo hago de manera sorprendida para luego continuar con lo mío.–Estefanía ¿De verdad crees que besar a mi ex novio te hace mejor? Por favor ubícat
—¿Estás bien? —pregunta asustado mientras me observa fijamente.De pronto me da una risa pero es una risa de nervios, siento mi corazón latir demasiado rapido y solo puedo mirar sus ojos hasta que decido contestar.—Estoy bien, tranquilo—sonrío mientras lo miro nerviosa.Él solo lanza esa pequeña sonrisa que ya es tan parte de él para después ponerse de pie y ayudarme a pararme.—Me encantó tu clase ¿Me puedes seguir enseñando? —le pregunto.—Solo si prometes no usar todo lo aprendido para golpear solo porque sí —dice con seriedad.—Lo prometo—le enseño mi meñique y después tomo el de él para juntarlos.Él separa su mano de la mía y solo pone sus manos en el cinturón del traje que lleva puesto.—Es hora de cambiarnos—dice para luego suspirar y desaparecer de mi vista.Ya listos salimos del lugar pero antes de abordar el coche tomo Aarón del brazo para luego mirarlo a los ojos.—Gracias por ayudarme a
—Si te importará como dices, me llamarías más seguido y no tendria que esperar a mi cumpleaños, si te importará no vendrías a casa solo a discutir y hacerle saber a mí mamà que no te dejarás humillar por ella. Las veces que viniste solo fueron a discutir ¿Que no te das cuenta el daño que me haces? —trago saliva y limpio mis largimas— Pero olvídalo mejor quédate con tu nueva familia papá, tu hijo es mejor hijo que yo—cuelgo la llamada y veo el espejo y tengo tanto coraje que me levanto de la cama y voy a golpearlo unas cuantas veces mientras lloro.De pronto se escucha como entran a mi recamara y me toman de los brazos y me alejan del espejo.Me doy la vuelta y veo que es Aarón ¡Maldita sea! Por qué siempre tengo que llorar frente a él.Lo tomo de su camisa y lo jalo hacia mí y lo abrazo con fuerza me aferro a su cintura y a su pecho. Lloro desconsolada, me duele tanto sentirme así.No dejo de llorar, no puedo dejar de hacerlo, teng
Mientras él termina de poner las cosas decido caminar un poco por la orilla del río. Camino hasta que Aarón va por mí y me lleva hacia el picnic y me pide que tome asiento lo cual hago enseguida, después veo como Aarón desenvuelve una hamburguesa la cual me da enseguida.—Gracias —la tomo mientras observo como él destapa la suya y enseguida la muerde.Él come en silencio y sinceramente se ve que lo está disfrutando.—¿Tu comida favorita son las hamburguesas? —sonrío.—Eh—contesta mientras sus cachetes están inflados.—Sigue comiendo—decido morder la hamburguesa la cual es muy deliciosa.Ambos seguimos comiendo hasta que terminamos de hacerlo, después veo como Aarón limpia su boca y enseguida se pone de pie y camina hacia el carro del cual saca una caja de cartón color blanca.
Aarón no responde, él solo me mira con esa mirada tan intensa que tiene, la cual me pone demasiado nerviosa pero en esta ocasión no permitiré que eso me gane.—Aarón—menciono mientras tomo sus manos y lo miro con suplica.Él solo se sorprende y de inmediato mientras aclara su garganta se suelta de mi agarre y se voltea hacia otro lado.—Aarón por favor, no digas nada—le suplico.—¿Y cómo pretendes ocultar esto? —pregunta de pronto.—Confía en mí ¿Si? —busco su mirada hasta mirarlo a los ojos.—¿Cuál es tu plan? —pregunta.—Vamos al centro comercial, compremos ropa nueva y de los golpes yo te ayudo a ocultarlos, haremos eso y si no te convence el resultado asumiré las consecuencias contigo ¿De acuerdo? —tomo su brazo.—Solo esta
No, no puedo verlo a los ojos, él me descubriría fácilmente.—¿Duele mucho? —toca mi espalda mientras pregunta con preocupación.—Sí, ayúdame por favor ve a enfermería y pide una pastilla para cólicos—digo mientras me quejo.—Vamos—trata de cargarme.—¡No! No me muevas me duele mucho—digo mientras me siento en una de las jardineras que hay cerca de nosotros.Volteo a ver sus ojos solo un momento y veo como él me mira preocupado.—Quédate aquí y no te muevas, vuelvo pronto.Aarón se va corriendo hacia la enfermería, mientras yo aprovecho eso para así salir de la universidad.El mensaje de Ada con la dirección de la fiesta me llega, así que aprovecho para llamar a mi madre y preguntar por qué no quiere que Aarón vaya, se supone
—Ok—digo aún desconcertada.—Debemos prepararnos para tu alta, pronto vendrá el medico ¿Te ayudo? —pregunta.—Sí, ayúdame a sentarme, Aarón sospecho de Estefanía pero... No sé si deba decirlo a mi madre—lo miro con preocupación.—Si te nace decir lo que sospechas hazlo—su mirada me da seguridad.Aarón me ayuda a levantarme y después llama a una enfermera para ayudarme a vestirme.Ha pasado una hora y media y el doctor recién me ha dado de alta, así que es hora de irnos a casa.Con ayuda de Aarón subo al auto y esta vez me voy adelante con él.—¿Te llevo a declarar? —pregunta mientras me mira de reojo.—No, si lo hago sin decírselo a mi madre temo que dañare las cosas, dejemos que ella decida—digo con serie
Un silencio invade la habitación y lo único que puedo escuchar es como Aarón exhala para después volver a ese silencio.Su mano aún está tomada de la mía, puedo sentir su calidez y lo cómodo que es tomar su mano. Él se da la vuelta y solo me observa, sus ojos parpadean un poco y después se dirigen a los míos.Ambos nos vemos por un momento hasta que él suelta mi mano, mientras que yo lo sigo observando con seriedad, él hace lo mismo hasta que reacciona y muerde su labio para luego meter sus manos en los bolsillos del pantalón.—¿Perdón? —pregunta desconcertado.Ni yo misma se lo que acabo de pedirle ¿Por qué tengo ese tipo de reacciones con él? ¿Qué rayos me pasa?—Lo siento, solo olvídalo—volteo hacia otro lado mientras recargo mis manos en mis piernas.Él sale de mi habitación, mientras yo me quedo sentada un momento para luego tomar mi peluche y abrazarlo con fuerza.Por la mañana despierto y lo primero que veo es a Aarón