Parte de la mañana lo pasé jugando con Duke, limpié sus necesidades y le serví un poco de comida. No quería regresar al departamento, había dejado algunos mensajes a Kim. Cuando me encontraba sin nada que hacer recordaba lo sucedido de anoche, sonreía como idiota, cerraba mis ojos jugando con los recuerdos.
Matt había sido tan dulce y cuidadoso, sus manos por mi cuerpo, su cabello despeinado por el cual enredaba mis dedos sintiéndome tan increíble, sus labios que tenían el poder de hechizarme tan tontamente, recordaba el camino de besos que había dejado por todo mi cuello y parte de mi pecho, mordí mi labio sonrojándome.
Así que eso se sentía, quizás exageraba con mis reacciones pero había sido la primera vez que me entregaba a la persona que quería y no, Max nunca fue la indicada, sólo era una forma del destino para decirme que lo
El trabajo en la cafetería parecía no gustarme tanto ahora, cuando me encontraba trabajando ansiaba estar con Matt. En un principio sentí temor de volver a ese sentimiento que tanto conocía, luego me obligaba a recordar que no era el mismo hombre, podían ser iguales físicamente pero en el interior ambos eran muy diferentes. La madre de Kimberly al notar mi alegría y buen humor no dudó en preguntarme. Aquella mujer siempre había sido buena conmigo, le conté un poco pero no tanto como a su hija.Se alegró por mí esperando que esta vez las cosas fueran desde el corazón.Pensaba una y otra vez en la forma de explicarle a mis padres, sabía que mamá estaría algo preocupada por mí, papá no estaría contento con la idea. Ambos podían ser muy sobreprotectores y entendía perfectamente que no quería que su hija saliera herida de
El pavimento se encontraba resbaladizo por el agua de la lluvia, seguramente había llovido toda la noche. Kim me había escrito cuando llegué al parque, Carlos le había pedido que se quedara a desayunar, era más que obvio, ambos sentían algo y mientras más lo negara ella más notable se hará.Matt había desayunado conmigo, disfrutaba cuando intentaba explicarme algunos trucos, tenerlo cerca ya se estaba volviendo una costumbre. Escondí mis manos en el abrigo acercándome a la chica de cabellos rubios, al estar cerca no pude decir palabra alguna, Teresa me abrazó con fuerza sollozando. No pude evitar preocuparme un poco.—Soy una tonta, Susan—susurró sin soltarme.Mis brazos se encontraban inmóviles, no sabía cómo consolarla.—Tranquila.—Necesitaba hablar con alguien, perdón que te haya molestado tan tem
Desperté a la mañana siguiente, el sol entraba por la ventana, a través de las cortinas. Bostecé un poco encontrando la otra cama vacía, tomé mi celular encendiéndolo. Eran las 10:00 de la mañana, decidí escribirle a Matt explicándole porque no le había avisado anoche de mi llegada. Al bajar a la cocina después de lavar mi rostro y cepillar mis dientes, escuché risas que provenían del comedor, mamá limpiaba algunos platos mientras que Kim reía con un hombre de cabello oscuro y ojos verdosos.—Buenos días—interrumpí las risas.—Buenos días, cariño—sonrió mi madre al verme. Papá se levantó, sin dudarlo fui hasta él abrazándolo fuertemente. Había extrañado mucho sus abrazos, los había extrañado en general a ambos.—Mamá dijo que
—Tú tranquila, ¿Sí?—repitió Kim abrazando mi brazo intentando animarme—Los padres suelen ser así.—Sí, eso creo—sonreí un poco.—Ahora, ¿Qué te parece si vamos a por un helado y luego paseamos por las tiendas?—propuso con una sonrisa. Asentí dejándome guiar por ella, algunas personas caminaban por las calles charlando entre sí o sólo para pasar el rato. Me preguntaba que estarían hablando mis padres en este momento.— ¿Todo bien con Carlos?—Sí, ¿Por qué?—Creo que han estado hablando mucho últimamente—rodeó los ojos— ¿Cuándo admitirás que sientes algo?— ¿Cuánto tiempo tardaste en descubrir que sentías algo por Matt?—contestó con otra pregunta levantando una de sus cejas&m
Había decidido ir al parque a correr un rato, necesitaba despejar mi mente pero ni eso funcionaba. ¿Por qué le estaba dando tanta importancia? ¿Acaso estaba odiando a Teresa por poder darle un hijo a Max? Muchas veces habíamos pensado en nuestro futuro, el chico no se mostraba muy contento cuando se trataba de niños. ¿Se haría responsable de ese pequeño? ¿Y si realmente no era de él?Estaba haciendo demasiadas ideas cuando no sabía la respuesta final del asunto. Mi cabeza comenzaba a doler, descansé sentándome en uno de los bancos, bebí algo de agua revisando mi celular. Tenía un mensaje de Matt."No podré ir a la cafetería esta tarde pero tengo una sorpresa para ti. Pasaré a recogerte a las ocho".Sonreí un poco, había estado tan enfocada en asuntos que no eran mi problema y gracias a eso me olvidé de
El viaje en el auto fue en silencio y algo tranquilo. Matt conducía de buen humor, el chico estaba feliz de verme mientras yo sólo pensaba en lo sucedido con su hermano. ¿Debía contarle realmente? Podía advertirle pero también preocuparlo y era algo que no quería.—Así que... ¿Todo bien en el viaje?—preguntó teniendo nuestras manos entrelazadas.—Sí—mentí mirando al frente.— ¿Qué pasó con tus padres al fin?—Siguen creyendo que estoy loca—contesté recordando a Max, ¿Y si el chico se volvía psicópata por mí? Sé cómo termina la historia, encontrarán mi cuerpo sin vida en la basura. Sentí un nudo en la garganta.— ¿Estás bien, Sussie?Mierda, lo había notado, debía controlar mis inquietudes.&mdas
Desperté con las gotas de lluvia cayendo sobre la ventana, pasé mis manos por mis ojos parpadeando varias veces. El brazo de Matt abrazaba mi cintura manteniéndome cerca de su cuerpo, sentía su pecho tocar mi espalda desnuda, sonreí un poco acariciando su mano. Sentí su respiración en mi cuello, me mantuve así un rato hasta que volví a la realidad. Extendí uno de mis brazos a la mesa de noche alcanzando mi celular.Eran las 9:00 de la mañana. Aún era temprano, si Matt seguía conmigo significaba que trabajaría en la tarde. Decidí escribirle a Kim."Acabo de despertar, todo está bien. Matt planeó una cena romántica para los dos. Fue muy lindo, te contaré todo, lo prometo"Entre los demás mensajes estaba el número del que Max me había escrito. Tardé unos segundos antes de decidir en borrarlo, luego
—No era necesario, Kim.—Si lo era, tienes semanas sintiéndote así—dijo llevándome la contraria. Estábamos sentadas en la sala de espera, de niña nunca me habían gustado los hospitales, uno de los sueños de mamá era ser enfermera o doctora. Le habría gustado trabajar con los niños o estar presente en los partos, tanto ella como papá me animaron para escoger la carrera de medicina pero aquello no era algo que me gustara.— ¿Cómo van las cosas con Carlos?—me atreví a preguntar para calmar la tensión.—Hace días que no sé nada de él—se cruzó de brazos mirándome— ¿Cómo te sientes?—Vamos, Kim, no sabes nada de él, ¿Enserio estás tranquila?—sonreí un poco. Rodeó los ojos sabiendo por donde iba el tema.&mdash