El pavimento se encontraba resbaladizo por el agua de la lluvia, seguramente había llovido toda la noche. Kim me había escrito cuando llegué al parque, Carlos le había pedido que se quedara a desayunar, era más que obvio, ambos sentían algo y mientras más lo negara ella más notable se hará.
Matt había desayunado conmigo, disfrutaba cuando intentaba explicarme algunos trucos, tenerlo cerca ya se estaba volviendo una costumbre. Escondí mis manos en el abrigo acercándome a la chica de cabellos rubios, al estar cerca no pude decir palabra alguna, Teresa me abrazó con fuerza sollozando. No pude evitar preocuparme un poco.
—Soy una tonta, Susan—susurró sin soltarme.
Mis brazos se encontraban inmóviles, no sabía cómo consolarla.
—Tranquila.
—Necesitaba hablar con alguien, perdón que te haya molestado tan tem
Desperté a la mañana siguiente, el sol entraba por la ventana, a través de las cortinas. Bostecé un poco encontrando la otra cama vacía, tomé mi celular encendiéndolo. Eran las 10:00 de la mañana, decidí escribirle a Matt explicándole porque no le había avisado anoche de mi llegada. Al bajar a la cocina después de lavar mi rostro y cepillar mis dientes, escuché risas que provenían del comedor, mamá limpiaba algunos platos mientras que Kim reía con un hombre de cabello oscuro y ojos verdosos.—Buenos días—interrumpí las risas.—Buenos días, cariño—sonrió mi madre al verme. Papá se levantó, sin dudarlo fui hasta él abrazándolo fuertemente. Había extrañado mucho sus abrazos, los había extrañado en general a ambos.—Mamá dijo que
—Tú tranquila, ¿Sí?—repitió Kim abrazando mi brazo intentando animarme—Los padres suelen ser así.—Sí, eso creo—sonreí un poco.—Ahora, ¿Qué te parece si vamos a por un helado y luego paseamos por las tiendas?—propuso con una sonrisa. Asentí dejándome guiar por ella, algunas personas caminaban por las calles charlando entre sí o sólo para pasar el rato. Me preguntaba que estarían hablando mis padres en este momento.— ¿Todo bien con Carlos?—Sí, ¿Por qué?—Creo que han estado hablando mucho últimamente—rodeó los ojos— ¿Cuándo admitirás que sientes algo?— ¿Cuánto tiempo tardaste en descubrir que sentías algo por Matt?—contestó con otra pregunta levantando una de sus cejas&m
Había decidido ir al parque a correr un rato, necesitaba despejar mi mente pero ni eso funcionaba. ¿Por qué le estaba dando tanta importancia? ¿Acaso estaba odiando a Teresa por poder darle un hijo a Max? Muchas veces habíamos pensado en nuestro futuro, el chico no se mostraba muy contento cuando se trataba de niños. ¿Se haría responsable de ese pequeño? ¿Y si realmente no era de él?Estaba haciendo demasiadas ideas cuando no sabía la respuesta final del asunto. Mi cabeza comenzaba a doler, descansé sentándome en uno de los bancos, bebí algo de agua revisando mi celular. Tenía un mensaje de Matt."No podré ir a la cafetería esta tarde pero tengo una sorpresa para ti. Pasaré a recogerte a las ocho".Sonreí un poco, había estado tan enfocada en asuntos que no eran mi problema y gracias a eso me olvidé de
El viaje en el auto fue en silencio y algo tranquilo. Matt conducía de buen humor, el chico estaba feliz de verme mientras yo sólo pensaba en lo sucedido con su hermano. ¿Debía contarle realmente? Podía advertirle pero también preocuparlo y era algo que no quería.—Así que... ¿Todo bien en el viaje?—preguntó teniendo nuestras manos entrelazadas.—Sí—mentí mirando al frente.— ¿Qué pasó con tus padres al fin?—Siguen creyendo que estoy loca—contesté recordando a Max, ¿Y si el chico se volvía psicópata por mí? Sé cómo termina la historia, encontrarán mi cuerpo sin vida en la basura. Sentí un nudo en la garganta.— ¿Estás bien, Sussie?Mierda, lo había notado, debía controlar mis inquietudes.&mdas
Desperté con las gotas de lluvia cayendo sobre la ventana, pasé mis manos por mis ojos parpadeando varias veces. El brazo de Matt abrazaba mi cintura manteniéndome cerca de su cuerpo, sentía su pecho tocar mi espalda desnuda, sonreí un poco acariciando su mano. Sentí su respiración en mi cuello, me mantuve así un rato hasta que volví a la realidad. Extendí uno de mis brazos a la mesa de noche alcanzando mi celular.Eran las 9:00 de la mañana. Aún era temprano, si Matt seguía conmigo significaba que trabajaría en la tarde. Decidí escribirle a Kim."Acabo de despertar, todo está bien. Matt planeó una cena romántica para los dos. Fue muy lindo, te contaré todo, lo prometo"Entre los demás mensajes estaba el número del que Max me había escrito. Tardé unos segundos antes de decidir en borrarlo, luego
—No era necesario, Kim.—Si lo era, tienes semanas sintiéndote así—dijo llevándome la contraria. Estábamos sentadas en la sala de espera, de niña nunca me habían gustado los hospitales, uno de los sueños de mamá era ser enfermera o doctora. Le habría gustado trabajar con los niños o estar presente en los partos, tanto ella como papá me animaron para escoger la carrera de medicina pero aquello no era algo que me gustara.— ¿Cómo van las cosas con Carlos?—me atreví a preguntar para calmar la tensión.—Hace días que no sé nada de él—se cruzó de brazos mirándome— ¿Cómo te sientes?—Vamos, Kim, no sabes nada de él, ¿Enserio estás tranquila?—sonreí un poco. Rodeó los ojos sabiendo por donde iba el tema.&mdash
Mientras dejaba que la laptop cargara, decidí darme un baño, no sé cuánto tardé pero al salir envuelta en una toalla, el computador estaba listo. Abrí la aplicación donde solía hablar con Aris, me vestí colocándome algo cómodo para dormir, cerré una de las ventanas cubriéndola con las cortinas. Tomé mi celular sentándome en la silla del escritorio, Aris nunca me veía entera, no después de los dos meses de embarazo. Notaría mi estado al instante.Una ventana se abrió en la pantalla, al aceptar la video llamada sonreí mirándola.— ¡Hola!—saludé.— ¡Hola! No sabes cuánto ansiaba llegar y encerrarme en mi hogar—ríe.— ¿Tuviste un día difícil?—noté los audífonos en sus orejas. Las luces estaban apagadas,
2 meses despuésEscribía en mi celular enviándole un mensaje a Kim, recién salía del consultorio de mi doctor, todo estaba bien con el bebé, sus latidos eran más fuertes y constantes lo cual era buena señal. Había querido que viniera conmigo pero tenía unos asuntos que arreglar con Carlos, la relación entre ambos iba muy bien, la madre de Kim no estaba tan contenta pero al asegurarse de las intenciones del chico, comprendió que era lo mejor.Decidí caminar un rato mirando algunas tiendas, entré a una donde sólo había accesorios para los bebés. Al quinto mes pude descubrir que sería una niña, Kimberly no pudo dejar de chillar por un buen rato, todos en la cafetería no tardaron en enterarse, la señora White insistía en que debía comenzar a descansar pero siendo honesta me s