Nueva York, su noche, su gente y un sábado más donde esa combinación hace que sus bares y discotecas estén a reventar. Todos disfrutan de su vida sin preocupaciones ni restricciones, pero para mí definitivamente no es así. Hoy es mi última noche de diversión absoluta en esta vida que hasta hoy, yo llevaba sin preocuparme de nada más que recorrer el mundo después de haberme graduado de la universidad. A partir del lunes, mi vida cambiara para siempre. Me toca hacerme cargo de la empresa de mi padre y aun no entiendo porque me ha pedido esto.
Intente negarme, poner mil excusas e incluso intentar hacer una segunda carrera universitaria con tal de no hacerlo, pero mi padre prácticamente me ha obligado a ocupar su puesto en la empresa y yo aun no comprendo porque ha sido así. Lo único que me ha comunicado, es que de no hacerlo me desheredaría y bueno, supongo que no me quedo más que aceptar, después de todo, mi estilo de vida es demasiado lujoso como para renunciar a él tan fácilmente.
El bar donde nos encontramos está completamente lleno y apenas cabe alguien más aquí. La música suena a todo volumen y los videos pasan por las pantallas que cuelgan de las paredes dando un efecto increíble. —¡Por tu última noche de libertad!— Grita Brittany levantando su copa de Martini y hace que todas imitemos su acción y choquemos nuestras copas.
Las cinco bebemos nuestros un sorbo de nuestros tragos rápidamente y el sonido de la música mezclado con el alcohol que comienza a recorrer mis venas, me hacen ir hacia la pista de baile para moverme como tanto me gusta sin importarme que piense el resto del mundo.
Adela baila un poco más lejos que yo y de a poco un hombre bastante guapo se va acercando a ella haciendo que perdamos contacto visual. Por su parte, Britanny sigue en la mesa bebiendo junto a Sara, Natalie y Kaira y a pesar de que le hago señas para que se unan a mí, ellas siguen sumergidas en su conversación en medio de risas.
—¿Te dejaron sola?— Me pregunta un hombre que se acerca a mi mientras baila y debo admitir que es muy guapo. Él tiene el cabello rubio oscuro, barba y unos ojos marrones tan profundos que podrían ver dentro de ti si el así lo quisiera. Me sujeta por la cintura y comienza a moverse al ritmo de la música haciendo que nos peguemos cada vez más y el aroma de su perfume es definitivamente hipnótico.
—Solo para bailar. — Le respondo colocando mis manos sobre sus hombros.
Cada movimiento que hacemos, provoca que mi corto vestido negro se suba un poco más. La música nos lleva a que el me haga girar haciendo que quede de espaldas a él y esto es demasiado tentador para mi propio mal. Una de sus manos se ubica sobre mi abdomen y la otra sujeta una de mis manos mientras que me muevo provocativamente sobre el pudiendo así sentir su trabajado cuerpo.
«Ufff… sigue moviéndote así.» Suplico por dentro y el sentir su aliento en mi cuello, no me ayuda en nada a mantener el poco autocontrol que me queda.
—Me estas matando…— Me susurra al oído y sonrió triunfal.
—Y tú a mí. — Respondo sin pudor, supongo que es el alcohol y el quienes me llevan a ser así esta noche. Con su mano entrelazada con la mía, hago que la ubique sobre mi abdomen justo encima de su otra mano.
—Vamos a mi casa. — Me propone sin rodeos y por dentro todas mis alarmas se encienden.
Inmediatamente, me doy la vuelta haciendo que él deba soltarme tan solo un poco y le miro a esos ojos profundos y sensuales que tiene –Vamos. — Digo y le tomo de la mano en un acto de valentía y seducción absoluto.
Camino con el de mi mano hacia la mesa donde están mis amigas y tomo mi bolso –Chicas, nos hablamos mañana. — Les digo e intento no prestar atención a la manera que me miran y mucho menos a sus comentarios y así, sin más sigo caminando con el hasta salir del bar.
Apenas salimos del bar, el me sujeta de la cintura una vez más y me pega a él para besarme como si mi boca hubiese sido aquello que estuvo esperando toda su vida. Es un beso apasionado, provocativo y que nos deja sin aliento –Vamos. — Dice sobre mis labios en una pausa que se ha visto obligado a hacer antes de que todo entre los dos se descontrolase.
Reímos como dos adolescentes mientras que prácticamente salimos corriendo hacia su auto. Al llegar a donde está su auto, me encuentro con un auto deportivo de lujo color rojo de dos puertas y el abre para que me suba para luego ir hacia el lado del conductor para subirse y conducir por las ya no tan transitadas calles de Manhattan a esta hora de la madrugada.
Afortunadamente, el bar donde nos encontrábamos estaba cerca de donde él vive y llegar allí no nos ha tomado ni más de 15 minutos, aunque el trayecto estuvo lleno de besos desesperados y roces que encendieron los sentidos de ambos. El entra al garaje del imponente edificio ubicado en el corazón del distrito financiero y una vez que estaciona en el quinto nivel del garaje, baja del auto para luego abrir mi puerta para ayudarme a bajar también.
Su mano y la mía están entrelazadas mientras caminamos hacia la puerta de acceso al edificio y no sé cómo es que he aceptado una cosa así, pero se siente tan bien hacer lo que quiera… atrás queda esa mujer con reglas que disfrutaba responsablemente de su vida, quizás el saber que todo cambiara, es lo que me ha llevado a cometer esta locura.
Caminamos el largo pasillo para llegar a la última puerta y al entrar al que es su departamento, me doy cuenta de que no es uno de esos diminutos departamentos de Nueva York, su departamento ocupa prácticamente la mitad del piso de este edificio y aunque quisiera prestar un poco más de atención al lugar donde me encuentro, eso es prácticamente imposible. El me vuelve a sujetar por la cintura pegándome a él y los besos que comienza a darme hacen que me olvide de mi nombre y apellido. Solo sigo el ritmo despiadado de su boca que parece estar hechizándome para así ir caminando con el hacia su habitación.
No sé si es culpa del alcohol, de la rabia que llevo por dentro o es que simplemente este hombre es tan guapo que me puede, solo sé que me dejo llevar porque es lo único que mi cuerpo me dice que haga.
[LANDON]La deslumbrante rubia de ojos azules que está en mi cama se aferra a mi espalda a medida que me muevo en ella y yo tan solo puedo besarla con más urgencia callando nuestros gemidos. No sé nada de ella, pero sí sé que es la mujer más bella que he visto en mi vida y aunque no se ni siquiera su nombre, solo puedo dejarme llevar y disfrutar de esta exquisita sensación que es estar en ella. Cada movimiento es una búsqueda constante por calmar esto que ya no sé ni cómo llamarle, solo sé que estoy excitado y loco por esta desconocida que con solo moverse en aquella pista de baile me robo la razón. –Fuck!— Grita cuando nuestros c
[ALEXA]Dos días después: LunesEstaciono mi SUV Maserati Levante color blanca en el garaje ubicado en el subsuelo del edificio y el cartel con el nombre de “Ambardi Enterprises” comienza a hacerse presente por todas partes. Hacía tres años que no pisaba este lugar y sé que muchísimos cambios han ocurrido desde entonces. Para empezar, el que era socio de mi padre, Héctor Lombardi, falleció en un accidente de tránsito hace dos años y su hijo Landon fue quien tomo su lugar. Ademas de aquello, ha habido muchas adquisiciones y ventas dentro del conglomerado empresarial y supongo que me tocara enterarme de todos los detall
[LANDON]Cierro la puerta de mi oficina casi como si estuviera huyendo de ella y de inmediato me siento en el sofá que esta frente a la pequeña mesa, lug
[ALEXA]Las miradas incomodas entre Landon y yo han sido inevitables, es muy difícil hacer como si nada, sobre todo cuando aún el sigue pareciéndo
(Horas más tarde)No veía la hora de llegar a casa, ha sido un día extremadamente agotador e insoportable. No solo me siento exhausta por toda la información que obtuve hoy, sino que también por tener que haber soportado al imbécil de Landon. Nunca imagine que aquel niño con el que me divertía cuando nuestras familias se juntaban en navidad, se transformaría en el hombre arrogante que es ahora, no solo me ha juzgado, sino que me ha descalificado para la responsabilidad que mi padre me ha hecho asumir. Sentí muchas ganas de explicarle porque nunca me he interesado en la empresa, estuve a casi nada de gritarle en la cara que por culpa de ese “imperio&r
[LANDON]Miro el reloj una vez más, 10:09AM… —Daremos inicio a esta junta con ella o sin ella. — Digo bastante molesto y cuando me dispongo a comenzar, ella abre la puerta entrando con ese aire de grandeza que comienza a irritarme más de la cuenta. Acomoda la falda de su vestido rosa pastel y deja su carpeta sobre la mesa de reuniones mientras que todos los miembros de la junta le miran atentamente, sobre todo Luis, Mathew y Samuel.
[ALEXA](Horas más tarde)Después de la junta directiva, he evitado volver a cruzarme con el imbécil de Landon. De todos los defectos que creí que podía llegar a tener, egocéntrico y machista eran los que menos me esperaba. Guardo las cosas en mi bolso rápidamente y luego salgo de la oficina con la
[LANDON]Todo el camino hacia el restaurante fue en completo silencio, supongo que aún sigue enfadada conmigo y no puedo culparle por eso, después de todo fui un reverendo imbécil, ¿no? La veo bajarse del auto y caminar hacia el restaurante y admito que mi manera de actuar con ella se debe a que me siento completamente cohibido ante su presencia. Por una parte, los recuerdos de la otra noche no me dejan en paz y, por otra parte, no puedo ni siquiera decirle una palabra de lo que me pasa.&