(ARIANA JÁUREGUI)—Está bien, Ari —me dijo, con voz suave—. Déjalo salir.Me aferré a ella, dejando que las lágrimas fluyeran libremente. En ese momento, recordé los momentos que había compartido con Ethan. Pero, para mi sorpresa, los recuerdos que me venían a la mente eran extrañamente… artificiales. Eran flashes de nosotros dos sonriendo a la cámara, posando para fotos, grabando vlogs para mi canal de YouTube. En todas esas imágenes, había una cámara presente, un recordatorio constante de que estábamos actuando para el público. «¿Cuánto de lo que vivimos fue real?», me pregunté con amargura. Los momentos privados, los momentos de verdadera conexión, eran escasos y fugaces, como destellos en medio de un mar de artificio.Después de la película, mientras caminábamos por el centro comercial, Sarah me tomó del brazo y me miró con una sonrisa cálida.—¿Te sientes mejor? —preguntó.Asentí lentamente.—Un poco —respondí—. Gracias, Sarah. Por estar aquí.—Siempre lo estaré, Ari —dijo, apreta
(ARIANA JÁUREGUI)—Lo siento —dije, apartándome rápidamente, con el rostro enrojecido.—No pasa nada —respondió Sarah, con una risa nerviosa. Se tocó los labios con los dedos, con una expresión extraña en su rostro.Justo en ese instante, mi teléfono sonó. Era un número desconocido. Dudé un momento antes de contestar.—¿Hola?—¿Ariana Jáuregui? —preguntó una voz masculina al otro lado de la línea.—Sí, soy yo. ¿Quién habla?—Soy reportero de… —dijo el hombre, mencionando el nombre de un famoso programa de chismes—. Queríamos hacerle unas preguntas sobre… bueno, sobre todo lo que está pasando. ¿Es cierto que tiene una nueva pareja?Mi corazón se aceleró. «¿Nueva pareja? ¿De qué están hablando?». Abrí mis redes sociales y vi que en todos lados estaba circulando un video. Era el video que la chica me había grabado en la heladería… justo antes de que Sarah la detuviera. El video era corto, pero mostraba claramente el momento en que Sarah y yo nos habíamos abrazado y… el beso. La descripció
(ARIANA JÁUREGUI)—Pero siempre lo he hecho —dije, con una sonrisa—. Hasta usas mi ropa.—Quiero más —insistió Sarah, con una intensidad en su mirada que me puso nerviosa.—Está bien —respondí, con el corazón latiendo un poco más rápido—. Lo que quieras será tuyo. ¿A dónde vamos?Decidimos ir al supermercado a comprar los ingredientes para la pasta y algunas otras cosas. Mientras recorríamos los pasillos, Sarah me hacía reír con sus ocurrencias y me ayudaba a elegir los mejores productos. Era como en los viejos tiempos, cuando éramos solo dos amigas disfrutando de la compañía mutua.De vuelta en mi apartamento, me puse a cocinar la pasta mientras Sarah preparaba una ensalada. La cocina se llenó de aromas deliciosos y de nuestras risas. Después de cenar, abrimos una botella de vino y nos pusimos a ver películas en mi cama. Nos acurrucamos bajo las cobijas, abrazadas, disfrutando de la calidez y la cercanía. Era una sensación reconfortante, como si estuviéramos volviendo a conectar despu
(ARIANA JÁUREGUI)—Jamás podría hacer eso contigo —dije, con la voz suave y llena de sinceridad, sintiendo el peso de mis palabras. «Tú eres diferente, Sarah. Tú eres real»—. Ethan solo fue un contrato, y claro que sentí cosas reales por él, pero tal vez fue el deseo, el anhelo de querer una relación real, teniendo en cuenta que no pude salir con alguien más…—Al hombre que besaste en la fiesta, fue muy real —dijo Sarah, con un tono que mezclaba reproche y una pizca de dolor. Su mirada se ensombreció por un instante.—Si estás celosa, me reclamaste y te molestaste conmigo por irme sin ti ese día —respondí, recordando su reacción. Una pequeña sonrisa se dibujó en mis labios al recordar su ceño fruncido.—Te besaste con un extraño y estabas haciéndolo, y luego te vas con Ethan, porque sí. Vi la entrevista —dijo Sarah, enfatizando la palabra "haciéndolo" con un ligero escalofrío que recorrió su cuerpo. Cruzó los brazos sobre el pecho, como protegiéndose.—Lo siento —murmuré, con la mirada
(ARIANA JÁUREGUI)—Sí —dijo Sarah, con la respiración entrecortada—, pero ahora mismo estoy bien con nosotras dos. ¿Serías mi novia? —pregunté, con el corazón latiendo con fuerza.—Eres mi mejor amiga —respondió Sarah, con una sonrisa dulce pero nerviosa.En un gesto juguetón, lamí sus labios, sintiendo el sabor dulce de su saliva. Al mismo tiempo, mi mano se deslizó hacia su entrepierna, jugando con la fluidez caliente de su interior. Sarah dejó escapar un pequeño gemido.—Pero creo que podemos ser pareja —añadió Sarah, con una mirada intensa que me hizo estremecer.—¿De verdad? —pregunté, con una sonrisa de incredulidad y alegría.Comencé a bajar besos por el cuerpo desnudo de Sarah, deteniéndome en el interior de sus muslos. Besé y lamí esa zona sensible, sintiendo su piel erizarse bajo mi tacto. Quería que sintiera mi deseo, que entendiera que esto era más que una simple aventura. Quería que supiera que la deseaba, que la anhelaba.—¿No vas a extrañar a un hombre? —preguntó Sarah,
(PARK ETHAN)Desde Londres, la vorágine de la gira continuaba. Conciertos, entrevistas, ensayos, viajes… un torbellino constante que, irónicamente, me dejaba un vacío inmenso. Intentaba mantenerme enfocado, sonreír para las cámaras, interactuar con los fans, pero mi mente estaba en otra parte. Estaba en Ariana.Una noche, después de un concierto agotador, me desplomé en la cama de mi hotel. Tomé mi teléfono y, casi sin darme cuenta, me encontré buscando el nombre de Ariana en las redes sociales. Vi fotos de ella con Sarah, saliendo del cine, comiendo helado. Y luego… el video. Ese maldito video.Era corto y borroso, pero suficiente para entender lo que estaba pasando. Sarah rodeaba a Ariana con un brazo, le daba un beso en la mejilla, y por un desafortunado movimiento de la cámara, parecía que se besaban en los labios. La descripción del video, escrita con la malicia típica de los medios de chismes, me quemó por dentro: “¿Ariana Jáuregui ya olvidó a Ethan? ¡Captada besándose con una am
(PARK ETHAN)—Eso no es verdad —dije, mirándola directamente a los ojos con la mayor sinceridad que pude reunir—. Solo tengo ojos para ella, solo tengo ojos para ti, Ariana.—¿Desde cuándo? —espetó Sarah, con un tono de voz duro y acusador—. Tú la rechazaste muchas veces.—Porque creí que ella también fue parte del contrato, por la forma en que firmó el acuerdo… pero me equivoqué —respondí, sintiendo un profundo arrepentimiento al recordar mi comportamiento pasado.«Fui un idiota. La juzgué mal».—Es que en ese momento yo creí que era el contrato por el video musical que salí para ti, para Chromatic —explicó Ariana, con la voz suave y una mirada triste.—Lo era —dije—, pero también era nuestra relación falsa.«Y eso me cegó. Me impidió ver la verdad».—Eso no importa ya —dijo Ariana, acercándose a mí y volviéndome a abrazar con fuerza, dejando pequeños besos en mi mejilla—, ya estás aquí, conmigo, estamos juntos.Su abrazo fue más fuerte, como si se aferrará a mí y yo solo la alcé mien
(PARK ETHAN)—Estoy bien con la idea —dije, volviéndome a Sarah con una sonrisa embobada en los labios por lo que Ariana acababa de hacer conmigo. La sensación de sus besos aún hormigueaba en mi piel. —¿Podemos intentarlo?—Me das asco, Ethan —contestó Sarah, con la mandíbula tensa y una mirada de desprecio que me atravesó. «Esto va a ser más difícil de lo que pensaba».Pero antes de que pudiera responder, Ariana se acercó a besar a Sarah. La besó con una intensidad que me dejó sin aliento, observándolas con una mezcla de emoción y sorpresa. Era un beso apasionado, lleno de deseo, y por un momento me sentí excluido, un simple espectador. «Ella la desea. De verdad la desea».—Por favor, dale una oportunidad —dijo Ariana, tomando el mentón de Sarah para acercarla a mí mientras ella misma se acercaba para besar mis labios. Era un gesto tan audaz, tan… liberador.Lo hice. Me acerqué a Sarah para besarla. Al inicio fue confuso, un beso insípido, nuestras bocas encontrándose con torpeza. Per