Alexa observaba a la servidumbre acomodar absurdos e infantiles adornos de Halloween en prácticamente cada rincón de la mansión, era patético ver al imponente Jericho Singh delegando a sus sirvientes por el mero capricho de la esposa de Jacob, al menos, se sentía aliviada de no tener que estar presente en la patética celebración, Johan había llegado un momento atrás y le había avisado hacer sus maletas ya que se irían de viaje a México, ya podía sentir la cálida arena de las paradisíacas playas calentar sus pies, aquello por supuesto le pareció extraño, pero el castaño le argumento que esto se debía a qué su madre necesitaba vacaciones de calidad para enfrentar mejor el divorcio, acepto porque prefería estar bronceándose en la playa que aguantar ver a Madison tan absurdamente feliz por razones tan estúpidas, ya regresar&iacu
La luna alumbraba los bellos jardines, Jacob y Madison caminaban hasta llegar al solitario jardín que fue mudo testigo de su entrega.- Te ves hermosa Madison - murmuraba al oído de la chica.- Te amo Jason...quizás es muy pronto para decirlo...pero me haces sentir como nadie más...quiero estar a tu lado para siempre - decía Madison abrazándose al fuerte pecho del adonis castaño.Jacob recordaba las palabras de Eccheli y Connolly...debía decirle la verdad...ella no merecía vivir una mentira.- Madison...hay algo que debí decirte...- dijo con seriedad el castaño.El viento ondeaba la sedosa melena azabache.- Entonces déjame ponerme cómoda para escucharte - respondió la bella ojiceleste para luego sentarse en el columpio.El viejo sauce mecía sus ramas en el vaivén lento y sereno de la noche, sus finos cabellos de éban
El sonido chocante de la tiza sobre el pizarrón rompía el silencio en el salón de clases, los estudiantes se apresuraban a tomar nota sin perder detalle de lo que el profesor escribía en él, explicaciones, huesos, síntomas...todo aquello debía ser aprendido a la perfección, en las manos de los jóvenes estudiantes quedaba el deber de proteger la vida en todas sus formas y matices, Madison siempre había pensado que ser medico era la más noble de las labores, por eso tomaba nota puntualmente sin despegar sus bellos ojos celestes de la pizarra y su libreta, Enzo la observaba en silencio, había sido ya una semana desde aquella noche en que la verdad salió a la luz de manera cruel y repentina, todos se habían quedado sinceramente en shock tras enterarse que el hombre castaño que poco a poco se había ganado un lugar entre ellos y el corazón de la bella azabache en realidad
- Muy bien...has ganado tres kilos desde que la señorita White te trajo al hospital, me parece que te estas recuperando muy deprisa, eres sin duda un chico fuerte - decía André al pequeño Oliver.- ¿Oíste eso Madison? - respondía el pequeño bastante entusiasmado.- Son maravillosas noticias Oliver, esto merece un helado gigante para celebrar - respondió la azabache con alegría.- ¿¡De verdad!? ¡Yo quiero uno de chocolate con fresas! - decía el pequeño con emoción para después bajar de la cama de hospital donde lo estaban revisando.- Dentro de poco estará totalmente recuperado del estado de desnutrición en el que llego, está haciendo un excelente trabajo señorita White - decía André sonriendo a la joven decaída frente a él.- Gracias...- respondía la jov
Madison observaba a Oliver devorar con verdadera ansia aquel helado, la melancolía sobre las muchas cosas en las que tenía que pensar no le impedía igualmente mirarlo ser feliz, aquel lugar le dolía, le dolía demasiado, era la heladería donde paso muchas de sus tardes junto a Jason...o Jacob...- Madison, ¿Cuándo veremos a Jacob? él es un buen tipo...a pesar de lo que paso en la fiesta del abuelo Singh yo estoy seguro de que si te ama - dijo Oliver de repente sorprendiendo a la azabache con sus palabras.- Cuando alguien miente no ama en verdad - respondió Madison aun sorprendida de las palabras del pequeño.Oliver jugo un poco con la servilleta en la mesa y dio un gran bocado al sabroso helado.- Eso no es cierto...mi mamita me mintió porque me amaba - respondió con tristeza el precioso pelirrojo.Madison sintió su corazón apachurrarse an
Jacob estaba más allá de la ira por la nueva desventaja en la que se encontraban, si no hacia algo rápido los Chadburn y O´Brien estarían por encima del imperio Singh, no podía permitir aquello, su poder era lo único que mantenía a salvo a su amada Madison, apresurando a la servidumbre a tener su equipaje listo para el viaje, terminaba de cambiarse, aún tenía socios importantes en Estados Unidos que gustosos pactarían alianzas con él para amortiguar el duro golpe que Johan les había dado al vender sus acciones al líder Chadburn, ¿En qué demonios estaba pensando al cometer tal acto estúpido y traicionero contra su propia casta? mil improperios saltaban en sus pensamientos, todos dirigidos a su estúpido medio hermano por su bajeza y vileza de acciones contra ellos.Bajando rápidamente las escaleras se encontró con su padre y Madison, la visi
El viento gélido de la mañana calaba profundo en los huesos, las solitarias calles eran una burla para el justificado bullicio y multitudes que las habían inundado el día anterior, quizás era demasiado temprano, quizás solo estaba distraída...aquello no sería extraño, no era ella misma…ya no, había pasado un tiempo desde la última vez que lo había visto desde aquella noche en que lo encaro con aquel diario en mano, 15 días para ser exactos...no era demasiado, eso lo sabía, pero para ella había sido más que una eternidad...aquella noche llego echa una furia, maldiciéndose a sí misma, maldiciéndolo a él, ¿Tenía un hijo? Sí, eso parecía...pero en la soledad de su alcoba, en la pesada penumbra, cuando el silencio era todo cuanto podía percibir a su alrededor...lo extrañó...lloro amargamente no
Gemidos inundaban la lujosa habitación, la ropa esparcida por el suelo y la lujosa botella de champagne sobre el buro al lado de la agitada cama hablaban mucho del dueño del recinto.O´Brien descargaba todo de si, frustraciones, enojo, ira reprimida, en el esbelto cuerpo de una de sus alumnas, nunca había sido tan fácil obtener sexo, las estudiantes se morían por el apuesto médico y profesor de medicina en New York, algunas buscaban una mejor calificación, otras deseaban revolcarse con el y disfrutar de su lujoso apartamento, cualquiera que fuera la situación todas deseaban lo mismo, retozar un rato en su cama.Los golpes en la puerta de su apartamento privado interrumpieron su momentáneo entretenimiento.- ¿Quién puede ser a estas horas? - reprocho la chica en molestia.El adonis ojiceleste entraba sin ningún tipo de reparo en la alcoba privada donde se hallaba el a
La mañana saludaba con los débiles rayos de luz dorada que se colaban por la ventana, Madison aun dormía entre los brazos de Jacob, y el, aspiraba el delicado aroma que tenia la mujer que amaba, había hablado durante toda la noche de diferentes cosas, habían expresado sus verdaderos sentimientos, ella, en verdad parecía haberlo extrañado, no podía echarlo a perder nuevamente, lo había perdonado, y eso era mas que suficiente. Levantándose de la cama, caminaba sigiloso hasta la salita, Oliver había permanecido despierto mirando la televisión después de aquel chocolate, mirándolo fijamente, el niño parecía tener algo para decir.– No la lastimes, Madison es buena, sufrió mucho por tu ausencia, y por ese hijo que tienes, ¿en verdad lo abandonaste? – cuestiono el pequeño logrando impresionar a Jacob.Jacob se sent&iac