Se dice qué los huracanes dejan total devastación a su paso, arrasan ciudades, personas y todo lo que en su camino se encuentre...la ira que Kyle O´Brien sentía en estos momentos era tan terrible y destructiva como la fuerza misma que un huracán prometía...el amor de una hermosa mujer, la manzana de la discordia de este cuento que parecía no tener final, Madison White era la Helena de Troya...y el que se consideraba su legítimo dueño, movería cielo, mar y tierra para reclamarla de vuelta.

- ¿No has encontrado nada? - exigía saber el cruel rubio.

- No mi señor, sin embargo, le aseguro que hoy mismo tendremos noticias - respondía uno de sus hombres sintiéndose atemorizado ante la atroz ira que despedía el aura de su señor.

El cruel rubio golpeó con frustración el muro de concreto de su estudio, ya no importaba el poder o la venganza,