Gemidos inundaban la lujosa habitación, la ropa esparcida por el suelo y la lujosa botella de champagne sobre el buro al lado de la agitada cama hablaban mucho del dueño del recinto.
O´Brien descargaba todo de si, frustraciones, enojo, ira reprimida, en el esbelto cuerpo de una de sus alumnas, nunca había sido tan fácil obtener sexo, las estudiantes se morían por el apuesto médico y profesor de medicina en New York, algunas buscaban una mejor calificación, otras deseaban revolcarse con el y disfrutar de su lujoso apartamento, cualquiera que fuera la situación todas deseaban lo mismo, retozar un rato en su cama.
Los golpes en la puerta de su apartamento privado interrumpieron su momentáneo entretenimiento.
- ¿Quién puede ser a estas horas? - reprocho la chica en molestia.
El adonis ojiceleste entraba sin ningún tipo de reparo en la alcoba privada donde se hallaba el a
La mañana saludaba con los débiles rayos de luz dorada que se colaban por la ventana, Madison aun dormía entre los brazos de Jacob, y el, aspiraba el delicado aroma que tenia la mujer que amaba, había hablado durante toda la noche de diferentes cosas, habían expresado sus verdaderos sentimientos, ella, en verdad parecía haberlo extrañado, no podía echarlo a perder nuevamente, lo había perdonado, y eso era mas que suficiente. Levantándose de la cama, caminaba sigiloso hasta la salita, Oliver había permanecido despierto mirando la televisión después de aquel chocolate, mirándolo fijamente, el niño parecía tener algo para decir.– No la lastimes, Madison es buena, sufrió mucho por tu ausencia, y por ese hijo que tienes, ¿en verdad lo abandonaste? – cuestiono el pequeño logrando impresionar a Jacob.Jacob se sent&iac
La fría mañana estaba llena de dicha, Madison preparaba un basto desayuno para su amado Jacob y su querido Oliver, por un momento, se sentía como si fuese a tomar el desayuno con su familia, aunque, la verdad, es que si lo eran, Oliver era su amado hijo adoptivo, y Jacob, era su esposo, todo eran risas y felicidad, al menos, por ese instante, su mente no se encontraba atormentada por las conspiraciones de su hermano gemelo ni tampoco de Kyle, era como si no existiesen, deseaba que aquello permaneciera siempre de esa manera, lo único que hacia falta para que su felicidad fuese completa, era que su hermano menor estuviese con ella, sin embargo, sabia que por lo pronto, aquello no seria posible, no solo por que Michael de manera deshonesta había ganado su custodia legal, también, porque el propio Maddox ahora guardaba un profundo rencor hacia Jacob debido a las muchas intrigas que había sembrado en el su hermano gemelo.Jacob hab&
La mañana se teñía de un color gris oscuro...las nubes presagiaban una tormenta fuera de temporada, las personas corrían por las calles buscando refugiarse al sentir las primeras gotas comenzando a caer sobre el frío pavimento, sin embargo, la desolación que sentía Madison, hacía parecer que el gris panorama fuese un hermoso día soleado en primavera en comparación...encerrada en los aposentos del cruel Kyle O´Brien, intentaba cubrir los despojos de su dignidad a punto de ser mancillada.- Madison...eres demasiado hermosa, tan perfecta...y toda mía...al fin... toda mía...- el cruel rubio besaba con ferocidad el delgado y frágil cuello de la azabache, quien solo dejaba caer lagrimas ante aquella pesadilla.La jovencita se esforzaba en mantener sus celestes ojos cerrados para anular cualquier posibilidad de ver al imponente y cruel hombre que tenía justo encima... recor
Madison noto que Kyle, había dejado abierta la puerta de la alcoba y rápidamente tomo sus ropas y se vistió con la intención de buscar y encontrar a Maddox y sus amigos, camino sin que nadie se percatara de su presencia, pero, al no tener una guía para orientarse, rápidamente termino perdida y estuvo caminando entre los extensos jardines hasta que llego a lo que parecía ser, una antigua y desolada ala de la enorme mansión, le parecía ridículo que solo unas cuantas personas ocuparan un espacio tan groseramente extenso como este...honestamente, pensar cualquier tontería era mejor que recordar lo que acababa de pasar en las habitaciones de Kyle, caminando desorientada, entro en la primera habitación que se encontró, desplomándose sobre el suelo, comenzó a llorar amargamente, estaba cansada, tan cansada que sentía su alma completamente rota, perder a Jacob, ser casi violada de
Un niño solitario buscando a su madre, quien parecía perderse entre la espesa niebla dejándolo atrás.– No te vayas – Gritaba el pequeño con ojos de oro llorando por aquella mujer de ojos idénticos a los suyos.Los recuerdos de una dolorosa niñez inundaban la mente de Jacob en medio de su inconciencia, mirando una y otra vez el rostro de su madre y el Madison pidiéndole despertar.- Deben despejar el área, el joven ha caído en paro, ¡¡¡salgan todos de aquí!! - gritaba un doctor de blanco cabello y ojos violeta, obligando a salir de la sala a un desesperado Jericho...fuera, esperaba Carson, que sostenía a un lloroso Oliver entre sus brazos...esto estaba mal, no podía...Jacob no podía simplemente morir y dejar a la merced de Kyle O´Brien a la mujer que amaba y su pequeño hijo." vamos Jaco
Madison paseaba por las lujosas tiendas de novias, Eimy, la sostenía por el brazo, Stefany, al igual que la chica, parecía contener las ganas de llorar...recordó cuando pensó que Madison sería una digna esposa para el hombre que ella amaba, aquel que todos conocieron como Jason y que resulto ser el propio Jacob Singh, y lo era en verdad, era una joven hermosa, inteligente y maravillosa...pero Kyle no era digno de ella...aquel hombre rubio, había demostrado ser un hombre frío, cruel y manipulador... lamento profundamente no poder hacer nada por su querida amiga…todo aquello era horrendo, todos estaban en las manos del gemelo demente de Madison y el terrible Kyle, aquel que hizo sufrir en demasía a Madison y que no se cansaba de seguir haciéndole daño, quería gritar, gritar tan fuerte hasta destrozar sus pulmones, aquello era tremendamente cruel e injusto.Madison se sentía desdichada, du
El viento frio azolaba aquella vieja finca, propiedad de Jericho Singh sin piedad, la tormenta de nieve que se había pronosticado, había ya devastado los jardines, el viejo patriarca miraba por los grandes ventanales aquel caos, uno tan atroz como lo eran sus jóvenes enemigos que habían logrado poner todo su mundo de cabeza, era verdad, él había mandado incriminar al líder original de los Chadburn, sin importarle nunca los dos pequeños que quedaron atrás y estaban bajo su protección, sin embargo, no era por poder que lo había hecho, era para proteger a su vieja amiga, la madre de los gemelos, de aquel temido hombre que la hizo sufrir siempre, no hizo que su hijo se casar con Madison por conveniencia, si no, para tenerla protegida de aquella nefasta familia que había logrado su poderío aplastando a otros, nunca imagino que aquel par de infantes, se convertirían en sus más acérrimos enemigos, aquellos que había logrado casi derribar su imperio y también, casi asesinar a su primogénito
Jacob entrenaba sus tonificados músculos, estaba determinado a sanar lo más a prisa que su cuerpo le permitiera, cada fibra de su cuerpo dolía, pero dolía mucho mas saber a su esposa en manos de dos desalmados que eran capaces de cualquier cosa, sintiéndose enfermo con toda la maldita situación que tenía encima, había decidido usar hasta el ultimo de sus recursos para recuperar a su esposa, no la dejaría sola, Madison debía estar terriblemente asustada, indefensa, y era su deber el protegerla.- Veo que no estás conforme con la cantidad de huesos que ya tienes rotos y por eso buscas romperte más - la voz de Carson lo saco de sus pensamientos.- Y tú pareces bastante relajado aun cuando sé que también a ti a tu prometida los están buscando ese par de dementes - respondió Jacob con una sonrisa burlona.- Que te puedo decir, mi tonto mejor amigo la