Narra Nicol

El silencio siempre había sido mi compañero, estaba acostumbrada a escuchar sólo mis pensamientos.

Pero este silencio era incómodo...

Había sido un día maravilloso, Dios sabe que sí.

En un par de días sería la culminación de mi curso y había quedado primera con el mejor promedio, por lo tanto ese día me entregarían un reconocimiento por mí desempeño a lo largo de mi paso por ahí. Me habían otorgado tres lugares en primera fila para mis padres y mi flamante marido.

El tema es que seguramente esos asientos estarían vacíos.

Mi sólo salía perfecto, y además me habían elegido para reemplazar la bailarina principal tras su lesión en uno de sus ensayos.

Sería el protagonista del número principal junto al profesor Lee.

Todo lo que siempre quise en la palma de mí mano...

Llegué a casa con la ilusión de que mi vida al fin comenzaba a cambiar, pero ésta se rompió como un frágil cristal, en mil pedazos, tras unas simples palabras.

Unos minutos fueron los que bastaron para destrui