Milan suspira, se sentía mal y eso lo sabía perfectamente, no era bueno en ocultar sus sentimientos frente a mí, era algo extraño, lo conocía pero al mismo tiempo no sabía quien era, es como saber que las estrellas existen, pero no poder tocarlas, así era Milan, un misterio sin final, un libro sin la última página, o un verso que se pierde entre las letras de un poema absurdo.
—Cuando eramos niños y comenzábamos a ser más conscientes de lo que hacíamos, a la edad de cinco años, tal vez no lo recuerdes pero yo si, fue el primer día de clases, mi madre nos llevó junto con la tuya, y cuando te vi entrar con el uniforme de la estancia infantil me enamoré, ya sé que a esa edad es imposible pero te vi con tu cabello suelto y esa mirada audaz que siempre
Ha pasado una semana entera desde que sucedió en incidente conMilan, no está preso, de hecho el mismo se quiso internar en una clínica de rehabilitación de adinerados en donde lo atienden los mejores especialistas del país, necesita que lo ayuden a superarme, estos días sin él me han servido de mucho para darme cuenta que lo extraño, verlo caminar por los pasillos de mi casa, del colegio, todo me recuerda a él y me da rabia pensar en el daño que le causé, porque también tenía la culpa yo de lo que estaba pasando, ese mismo día me explicaron mis amigos porque no me decían acerca de su amistad conBastian, y tratamos el tema de los mensajes extraños, aún puedo sentir como si aquella conversación en el hospital hubiera sido ayer.Bastian,Saskia
Cuando bajo a la estancia principal me encuentro con una nota de mi madre, hoy tenía cita con el doctor yBrandonla había acompañado, por lo que dejó las llaves del auto,Saskiapasaba más tiempo en la casa deErick, por lo que la mayor parte del tiempo estaba sola, a excepción de las noches queBastianvenía a pasar un rato conmigo.Cuando llego a la escuela en el estacionamiento me encuentro con mi grupo de amigos,Tharaen cuanto me ve corre hacia mi y me abraza.—¿Cómo está la señoraWoodwryn? —me dice al oído.—¿La mamá deBastian? —susurro.—No, tu eres la futura señoraWoodwryn&nbs
Bastianme había dado un susto enorme, y rápidamenteKarlse apartó de mí como si nada hubiera pasado, volviendo a su postura de chico malo, mientras queBastiannos veía extraño, estaba furioso pero al mismo tiempo pensativo y no sabía si esa reacción era actuada o realmente lo estaba.—Bas—respondeKarl— le estaba dando una lección aCrystallepor lo que dijo de nosotros hace unas horas.—No recuerdo haber dicho que molestaran a las alumnas que son nada en esta escuela —diceBastiancon voz ronca.—Vaya, pero si es el idiota mayor queriendo salvar a un pequeño idiota —pongo los ojos en blanco.
Aquel chico de ojos azules y sonrisa encantadora con el que había chocado se trataba nada más y nada menos que deChuckHerboll, quien al verme no pudo evitar morderse el labio inferior y mirarme de arriba abajo como si yo fuera una especie de experimento o una obra de pintura indescifrable.—Vaya, pero si eres tuCrys—me dice en tono sorpresivo pero no le creo— precisamente te estaba buscando a ti.Yo aún no podía dejar de pensar en aquel ruido que escuché, me sentía en una película de terror en donde asechan a la protagonista y terminan secuestrándola y matándola después, volteé atrás nuevamente para verificar que nadie nos viera cuandoChuckme tomó de la mano dándome un pequeño tir
Cuando terminaron las clases, mis amigos y yo nos dirigimos a una de las pizzerías de la familia de Erick, Charlotte hablaba más, de hecho estaba muy parlanchina, era como si hubiera regresado a ser ella misma, solo con el detalle de que me evitaba, pensaba hablar con ella terminando el día. Cuando llegamos, el lugar estaba lleno pero mágicamente la mesa del fondo estaba vacía, y por casualidad estaba al lado del grupito de Bastian, al entrar nos echaron un vistazo, se estaban aventando papás a la francesa y agua.No dijimos nada, Tony ordenó la pizza y tomamos asiento.-Pero miren quien está a nuestro lado -dice Alan en tono burlón- el grupito de raros con excepción de mi buen amigo Tony.Todos comenzaron a re&iacut
Ha pasado una semana entera desde que no he podido localizar aCharlotte, no ha asistido a clases y tampoco me reciben en su casa, siempre me decían que no estaba, no me contesta llamadas ni mensajes, las cosas conBastianhan estado normales pero algo me decía que estaba enfadado conmigo, cuando iba a mi casa por las noches se portaba algo frío y distante, solo hablábamos de cosas banales, en la escuela me seguía mirando pero se mantenía a raya, también abrazaba más aReachelcuando estaba yo presente, por lo general trataba de ignorar todo, peroBastianconstantemente me hacía sentir mal. Me dirijo a la ducha y me alisto para el último día de escuela, ya estamos a unas horas de que sea fin de semana y estoy emocionada, también hoy volveremos a proponer al director nuestros planes en la dirección, y sabía p
Bastianme ve furioso, después cierra con pasador la puerta y deja su mochila de lado, el ambiente que nos rodeaba era tenso y me hizo recordar nuestros inicios.—Me sorprende que no estés enterada de lo que me pasa.—Pues no lo estoy.—¡CarajoCrys! —me grita— elegiste aCharlotteen lugar de mí.—No puede ser cierto—pongo los ojos en blanco— te expliqué muchas veces de lo que se trataba, no tiene nada de malo querer arreglar y escuchar las cosas con una de tus mejores amigas.—Lo es cuando esa amiga está enamorada de ti.
—Papá, ¿siempre estarás a mi lado?.—Por supuesto que siCrys, ¿por qué me preguntas eso pequeña?.—Por que no quiero que te separes de mí, quiero que estés por siempre a mi lado, tu eres el príncipe de mi reino.—No princesa, yo soy el rey y tu mi pequeña princesa, pero algún día encontrarás a tu príncipe azul y tendrás tu propio reino.—¿Y qué pasará con mamá y contigo?.—Nosotros estaremos observándote desde lejos viendo tus triunfos y fracasos,Crysnunca dudes que tus padres siempre estar&aa