En ese momento Milan me tomó de la cintura, y estrechándome contra su cuerpo me besó, sus labios eran suaves, y al poco tiempo me encontré con la sorpresa de que mi lengua bailaba con la suya, cerré mis ojos y esta vez me dejé llevar por lo que realmente quería, esta era mi vida, mi deseo, no una novela en donde los protagonistas terminan juntos todo el tiempo, tenía que seguir viviendo con o sin Bastian, y frente a mí la oportunidad de ser feliz seguía esperando. Milan estaba agitado y yo permití que me besara pero entonces una voz nos sacó de nuestro momento, era la voz de Saskia.

—Chicos lamento interrumpir pero me ha mandado el padre de Bastian, al parecer quiere que vayamos de exploradores —dice con una sonrisa de oreja a oreja.