El frío helado de la noche soplaba con fuerza y la oscuridad de la noche era incomparable. Se podía ver la luna en su punto más alto. Las estrellas daban un toque único al hermoso cielo de esta noche. El romántico paisaje podría hipnotizar a cualquiera que levantase la vista, pero hay personas que solo lloran en la oscuridad mientras cientos de sombras los rodean.
- 911, ¿Cuál es su emergencia?
- Hay una adolescente llorando en el piso frente a mi casa, creo que unos hombres la atacaron.
- ¿Me podría decir su nombre?
- Sí, soy Sebastian Jones.
- De acuerdo, Sebastian. Tengo una patrulla a cinco minutos de la ubicación que otorga tu teléfono célula. Dime, ¿puedes ver algún golpe visible en la mujer?
- Creo que sí, tiene en el cuello manchas negras, pero el resto del cuerpo lo tiene cubierto y no
Los finales felices no existen cuando discutes con tu mente constantemente y los fantasmas de tu pasado atormentan tu presente. Supongo que al final de mi vida solo puedo decir que los pequeños momentos de felicidad que tuve fueron suficientes. La vida puede llegar a ser cruel cuando nadie te prepara para ella.Supongo que jamás encontraré la felicidad si sigo encerrada en una jaula en la que decido estar por miedo al exterior.Trastorno por estrés postraumático, tendencias suicidas y al final, pero no menos importante, ataques de pánico que me dan constantemente. Todo hubiera sido diferente si mi mente se hubiera callado y me hubiera dejado mantener mi silencio perpetuo. Ahora solo puedo mirar al techo blanco y recordar cada momento que me llevó a este lugar.El exterior asusta al igual que las personas. Cada momento de mi vida he estado luchando contra mis miedos para no correr tan lejos como me sea posible. Las
7 años atrás Adaeze sale corriendo de su casa después de gritarle a su madre que regresaba pronto. Estaba impaciente por ver a Husein, ya que hace dos semanas él partió a Londres a visitar a su madre.Todo ese tiempo Adaeze había esperado con ansias el momento en el que volvería a ver a su amor platónico. A sus 10 años ya sentía algo por su vecino de dieciséis años, era un sentimiento que para cualquier otra niña de su edad era algo repulsivo, pero para Adaeze no era así. Ella amaba a un niño seis años mayor que ella y aunque sabía que Husein la veía como a una hermana menor, Adaeze mantenía la esperanza de que Husein algún día se fijara en ella y dejara de recordarla como la niñita que dos años atrás había encontrado llorando en la acera frente a su casa después de que el
Los días parecían eternos y las semanas un infierno sin saber nada de Adaeze. El detective no había llamado ni enviado ningún mensaje con alguna noticia de la investigación. Todos los días Husein se despertaba con la esperanza de volver a ver a Adaeze, pero con el transcurso del tiempo la tristeza reemplazaba a la esperanza. ¿Por qué se sentía así, si ya había estado tanto tiempo sin Adaeze? La respuesta era sencilla. Husein se culpaba por la desaparición de Adaeze y tenía que hacer algo para pedir disculpas a su amiga.Tres semanas sin ninguna noticia habían irritado a Husein y estaba tan cansado de esperar por noticias que había decidido ir a la oficina del detective y preguntarle directamente por Adaeze.Se moría por volver a saber de ella, pero primero tenía que darle la trágica noticia del supuesto secuestro de Adaeze a su padre.Adr
Adaeze Oscuridad y el frío que llega a los huesos es mi única compañía. La desnudez se ha vuelto mi día a día. Ya ni recuerdo la última vez que fui feliz, a sí, fue cuando huía de mi mamá para poder ir a ver al hombre de mis sueños. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde eso? Ya ni lo recuerdo, perdí toda noción del tiempo desde que me encerraron en esta jaula. Tal vez años. Solo noto los cambios en mi cuerpo cuanto esa puerta se abre y un hombre me lleva a una habitación para ser violada por algún viejo depravado que disfruta de golpearme y quemarme con su cigarrillo. ¿Por qué no he huido? Porque la última vez que una de nosotras trató de huir, dejaron su cadáver aquí durante días para castigarnos.Todavía recuerdo la última vez que lo vi, era un cálido día de verano
El asiento del avión cada vez se sentía más incómodo. El hermoso atardecer a través de la ventana se encontraba en segundo plano y el llanto de un pequeño niño a dos metros de distancia no ayudaba con el estado de ánimo de Husein.Su mente divagada una y otra vez con los posibles escenarios con lo que se encontraría una vez que aterrizara en St. Louis.Todo el día se había sentido más culpable que nunca. Sentía que Adaeze le debería odiar y que no tendría la suficiente fuerza como para presentarse ante ella, pero aun así se encontraba en un avión que aterrizaría en diez minutos en la ciudad donde se encuentra la mujer que pensó haber perdido hace siete años.Miles de preguntas se albergaban en la mente de Husein y la culpa se encontraba en cada rincón de su cuerpo.¿Cómo pude ser tan ciego?<
- Escúchame bien niña.El hombre toma mi rostro entre sus manos con fuerza y me inmoviliza contra la mugrosa pared detrás de mí. - La regla más importante en este lugar es: Jamás hablar ante cualquier circunstancia. ¿Entendiste?El miedo paraliza mi cuerpo y asiento frenéticamente con la cabeza. - Muy bien niña. La siguiente regla que tienes que aprender muy bien es: Todo lo que te pida hacer el cliente lo haces. ¿De acuerdo?Por favor, otra vez no. Estoy a punto de vomitar. Hace dos días que salí de un infierno y me vine a meter en otro. - Responde niña estúpida. – Grita. Su puño derecho impacta con mi mandíbula obligando a mi cabeza a girar a la derecha. De nuevo asiento con la cabeza. El golpe me provoca un mareo
Los dedos de las manos de Husein se encontraban entrelazados, cubriendo su boca. Sus codos apoyados en sus muslos y su mirada perdida evidenciaban su preocupación.La Doctora Beaufoy se encontraba sentada en el mismo lugar donde, hace tan solo unos minutos, Adaeze se encontraba perdida en sus recuerdos.- Sé que estás preocupado, pero aquí la cuidaremos bien.Husein no tenía dudas de eso, pero era evidente que Adaeze no quería quedarse en ese lugar. Sabía que ella tenía un motivo para salir corriendo del consultorio de la doctora y tratar de huir del edificio.- Ella no quiere estar en este lugar.- No podemos obligarla a hacer algo que no quiere, pero lo mejor para ella sería quedarse.Su cuerpo tenso mostraba frustración, sabía que lo mejor sería que Adaeze tuviera atención médica, pero no quería irse de la ciudad sin ella.- Per
-Adaeze, feliz cumpleaños.Un enorme pastel de chocolate reposa en medio del gran comedor. El señor Tylor sostiene en sus manos una pequeña bolsa de regalo con su contenido aun incierto.Una mujer de edad madura aparece desde la puerta de la cocina con unas pequeñas velas y un encendedor en las manos.Coloca doce velas sobre la cobertura de chocolate del pastel y poco después, con ayuda del encendedor, todas las velan son prendidas.La mujer se retira de inmediato, parece que trata de correr, pero el pequeño vestido pegado a su cuerpo de color negro y los zapatos de tacón, evitan que pueda correr, por lo que simplemente camina apresuradamente.-Adaeze pide un deseo y apaga las velas. – Dice el señor Tylor con una extraña sonrisa en su rostro.“Deseo regresar con Husein”Apago l