- Niña estúpida te quedarás aquí y cerrarás la boca.
Mamá me toma del brazo y me empuja hacia el armario. Antes de que pueda impedirlo, las puertas son cerradas detrás de mí y la oscuridad del mueble me impide distinguir cualquier objeto.
- No, mamá. Por favor, no quiero estar aquí.
Mis gritos son ignorados y escucho los pasos de mi mamá alejándose apresuradamente.
- Lo volviste a hacer niña.
El Señor Tylor me empuja hasta que me encuentro dentro del sótano con las rodillas en el piso, al igual que mis manos.
- Te quedarás ahí hasta que aprendas que no debes morderme.
Uso mis manos como apoyo para poder levantarme y cuando me doy la vuelta, el Señor Tylor cierra la puerta de golpe y segundos después escuc
“Corre”-No.Mi voz a penas y es audible. La boca se me reseca y de pronto… todo desaparece.“Huye”La oscuridad envuelve por completo la habitación, ni una sola luz, tampoco una ráfaga de aire, solo… oscuridad.Mis manos se sienten húmedas, la sensación es extraña, como si todo mi cuerpo se sintiera sucio.Corro en alguna dirección, no puedo ver hacia donde, solo sé que debo correr. Cinco, seis pasos y de inmediato un fuerte dolor que envuelve mi cabeza por completo, se extiende hasta mi pecho y baja hasta mi rodilla izquierda. Caigo al piso sintiendo el gran golpe contra algo, quizá una pared.“Está detrás de ti.”Solo los miedos se encuentran presentes, me observan de cerca con una mirada penetrante, es la primera vez que puedo verlos. Sus alargados rostros frente a mí gritando una y otra vez a
El tiempo transcurre, las horas pasan tan rápido que apenas lo noto y mi mente sigue nublada por los miedos que me han seguido hasta aquí, hasta el lugar que pensé, no volvería y sin embargo aquí me encuentro.Pasé tanto tiempo encerrada, que alguien tuvo que decirme cuantos años había pasado desde la última vez que había visito el mundo en el que crecí, pero al cual ya no pertenezco.A veces pienso en retroceder en el tiempo y volver al momento en el que mi vida solo consistía en vivir en un lugar tan pequeño, encadenada y amenazada. Al finalizar mi encierro había perdido toda capacidad de sufrimiento. Ya no sufría cuando tenía que soportar los maltratos de los clientes, ya no lloraba cuando golpeaban mi cuerpo una y otra vez, ya no sentía nada y sin embargo estaba completamente equivocada. No había dejado de sentir, solo había bloqueado
Durante mucho tiempo he pensado que hablar se convertiría en un pecado que debería ser castigado, pero finalmente me di cuenta de que nadie debería castigarme por expresar con palabras lo que siento.Hace varios días que he planeado lo que diré y como lo diré y sin embargo el miedo se mantiene presente, envolviéndome en sus largas garras y nublando mi vista y mente.Debería correr lejos, sin rumbo fijo, solo correr sin mirar atrás y sin embargo no lo hago, porque hay alguien sosteniendo mi mano que me ancla al suelo para que evite correr como tanto anhelo.He vivo luchando contra mis miedos en un bucle sin fin en donde trato de mejorar, pero ocurre algo que detiene mi progreso. Me he negado a hablar con las personas pensando que alguien me delatará y les dirá a esos hombres donde estoy y lo que hice. Bloqueé mis miedos y sentimientos y sin embargo todavía puedo ver a uno d
Golpeo la puerta desesperadamente hasta que escucho los pasos de Husein desde adentro.Husein abre la puerta y me lanzo a sus brazos. Él me abraza de la cintura y el abrazo se extiende durante un par de minutos.-Te extrañé. – Digo.-También te extrañé.Nos separamos para mirarnos a los ojos y resbalo por su cuerpo hasta volver a tocar el piso con mis pies.-¿Cómo estuvo tu viaje?-Bien. Mamá dice que te extraña.Sonrío y Husein toma mi mano para guiarme hasta su habitación.-Mamá me compró esto para jugar contigo.Husein señala hacia algo en el piso y al seguir su mirada me encuentro con unos rieles de tren de plástico, así como un tren de color rojo sobre los rieles.-&nb
“Cobarde”“Cállate”El césped bajo mi cuerpo incomoda en los dedos de mis manos mientras el frío viento sopla moviendo mi cabello de un lado al otro.Escucho el canto de las aves en el nido en lo alto de una rama del árbol a unos pasos de mí.Se puede oír las voces de las personas disfrutando del hermoso día en el parque. Los niños juegan y los adultos conversan. Una pareja hace ejercicio a mi derecha mientras me observan de reojo de vez en cuando. Noto cuando sus miradas se centran en la mujer recostada en medio del parque con el rostro hinchado por el llanto.“Eres una cobarde, dijiste que dirías la verdad y no lo hiciste.”“No pude hacerlo.”“¿Por qué?”“Porque sabía que todo cambiaría, porque Husein me miraría diferente.”“Eres una cobarde y me
El frío helado de la noche soplaba con fuerza y la oscuridad de la noche era incomparable. Se podía ver la luna en su punto más alto. Las estrellas daban un toque único al hermoso cielo de esta noche. El romántico paisaje podría hipnotizar a cualquiera que levantase la vista, pero hay personas que solo lloran en la oscuridad mientras cientos de sombras los rodean.-911, ¿Cuál es su emergencia?-Hay una adolescente llorando en el piso frente a mi casa, creo que unos hombres la atacaron.-¿Me podría decir su nombre?-Sí, soy Sebastian Jones.-De acuerdo, Sebastian. Tengo una patrulla a cinco minutos de la ubicación que otorga tu teléfono célula. Dime, ¿puedes ver algún golpe visible en la mujer?-Creo que sí, tiene en el cuello manchas negras, pero el resto del cuerpo lo tiene cubierto y no
Los finales felices no existen cuando discutes con tu mente constantemente y los fantasmas de tu pasado atormentan tu presente. Supongo que al final de mi vida solo puedo decir que los pequeños momentos de felicidad que tuve fueron suficientes. La vida puede llegar a ser cruel cuando nadie te prepara para ella.Supongo que jamás encontraré la felicidad si sigo encerrada en una jaula en la que decido estar por miedo al exterior.Trastorno por estrés postraumático, tendencias suicidas y al final, pero no menos importante, ataques de pánico que me dan constantemente. Todo hubiera sido diferente si mi mente se hubiera callado y me hubiera dejado mantener mi silencio perpetuo. Ahora solo puedo mirar al techo blanco y recordar cada momento que me llevó a este lugar.El exterior asusta al igual que las personas. Cada momento de mi vida he estado luchando contra mis miedos para no correr tan lejos como me sea posible. Las
7 años atrás Adaeze sale corriendo de su casa después de gritarle a su madre que regresaba pronto. Estaba impaciente por ver a Husein, ya que hace dos semanas él partió a Londres a visitar a su madre.Todo ese tiempo Adaeze había esperado con ansias el momento en el que volvería a ver a su amor platónico. A sus 10 años ya sentía algo por su vecino de dieciséis años, era un sentimiento que para cualquier otra niña de su edad era algo repulsivo, pero para Adaeze no era así. Ella amaba a un niño seis años mayor que ella y aunque sabía que Husein la veía como a una hermana menor, Adaeze mantenía la esperanza de que Husein algún día se fijara en ella y dejara de recordarla como la niñita que dos años atrás había encontrado llorando en la acera frente a su casa después de que el