Unos minutos después llegamos al restaurante.–Deni´s Restaurant, aquí nos trajiste –señaló Saúl.–Cocinan muy bien, ya lo verás –respondí.Al entrar había pocas mesas llenas y la primera en verme fue Paty.–¡Lana! ¡Chicas es Lana! – gritó como si el restaurante estuviera vacío. Dos chicas más salieron a saludarme, fui a la cocina a saludar a Denis mientras Paty llevó a los demás a una mesa. Parece como si no hubiera transcurrido el tiempo aquí y el ambiente familiar sigue sintiéndose, ordené cuatro hamburguesas especiales y caminé a la mesa. Susy está moviendo sus dedos hablando con Saúl a su lado y Anne está viendo su teléfono.–Eres muy conocida aquí Lana –se burló Saúl haciendo énfasis en Lana.–Así es, aquí fue donde estuve.Él entendió a lo que me refería y yo recordé el motivo por el que había venido.–Cuatro hamburguesas con papas para nuestra querida Lana y sus elegantes amigos –señaló Paty colocando la comida en la mesa.Realmente destacamos en el sencillo restaurante, en e
Antes de llegar a la oficina pase por unas barras de chocolate a una tienda, hoy será la cena con los proveedores y se me acaba de ocurrir un malicioso plan como Celestina, así que antes de ir a mi oficina me dirigí al escritorio de Susy.–Hola Susy –saludé al darle una barra de chocolate.–Buenos días señorita Black –sonrió –. Muchas gracias por el chocolate.–Me gustaría repasar contigo unos últimos detalles y quiero que vengas conmigo a casa.–Señorita Black, usted sabe que yo haría lo que fuera por usted, pero no creo que el señor Harrison acepté.–No te preocupes por él, puedo manejarlo, así que tú vendrás conmigo hoy después del trabajo.–Si el señor Harrison lo autoriza, si señorita. –Gracias Susy, puedes avisarle que estoy aquí.–No es necesario, usted siempre puede pasar –señaló la puerta. Agradecí y entré a la oficina, me sentí incómoda al notar al gerente de ventas con Saúl, Susy debió decirme.–Eli, ven aquí –me habló Saúl.Me pidió una opinión sobre la compra de una maq
Tuve el impulso de abrazarla, pero no lo hice, no soy afectuosa o cercana con las personas.Subimos al auto de Anne que se fijó detenidamente en el atuendo de Susy.–Te ves muy bien –sonrió. Anne es elegante en sus gestos y forma de vestir, lleva una falda negra y una blusa blanca de seda con cuello de tortuga, su cabello largo color azabache cae a la cintura y sus ojos oliva resaltan en su rostro con el maquillaje.Al llegar al restaurante nos encontramos en la entrada con Saúl, sus ojos fueron directos hacia Susy, trate de contener mi emoción, definitivamente valió la pena el esfuerzo.Después de que Saúl elogiará nuestros atuendos, entramos al restaurante, Anne se adelantó con Susy para hablar de algunos asuntos de la reunión, Saúl y yo íbamos detrás.–Creí que iban a ver detalles de los proveedores, no a uno de esos shows de cambio de imágen –susurró a mi oído.–La chica es hermosa, solo la ayude un poco.–Sé lo que intentas, si es hermosa pero no me interesa.–¿Entonces por qué
Narrado en tercera persona (Susy y Saúl):Susy movía sus dedos inquieta porque en cualquier momento entraría al auto aquel hombre por el que siempre ha sentido atracción, aunque ni en sus más valientes sueños se había atrevido a decirle una sola palabra, le bastaba con solo estar a su lado, sentir su aroma y disfrutar esas pequeñas acciones atentas de su parte. Estaba nerviosa y arrepentida de haber aceptado vestirse de esa manera, nunca había usado un vestido tan corto y ajustado, aunque cómodo, ese no era su estilo. El sonido de la puerta la hizo salir de sus pensamientos. –¿Te asuste? –dudó Saúl.Ella se dio cuenta que los ojos de Saúl se fueron directo a sus piernas descubiertas y separó su mirada hacía la carretera negando con un movimiento de cabeza. Saúl intentó concentrar sus pensamientos fijando su mirada al frente para no parecer un pervertido frente a ella, desde que se conocieron había tenido ese extraño impulso de cuidarla y protegerla, ella tenía una mirada especial h
Saúl Harrison se quejó desde el momento en que Susy le ordenó levantarse de la cama y salir hacía su habitación, debía recoger algunas de sus pertenencias para poder salir para ser llevados al helipuerto y regresar a casa. Saúl se había comportado muy cariñoso con ella desde que despertaron, parecía como si esa línea que había antes se hubiera borrado, antes de salir del auto, él estampó un beso en sus labios, dejó otro beso en su frente y en su cuello, ella sonrió por esa actitud tan amorosa. –Te quiero –murmuró dejando un último beso en su mano –. Debo arreglar unas cosas y te llamaré, aún tenemos que hablar –siguió dejando otro beso en sus labios, no se quería separar de ella, pero tenía otras responsabilidades. –Está bien, pero vas a quedar en el tránsito si sigues así –sonrió.–No me importa –murmuró besando de nuevo su mano. Finalmente la chica salió hacía su casa, aún con sus veintiséis años de edad vivía con sus padres, pero está vez quería hacer algo diferente, necesitaba
Saúl Harrison…Hace nueve años…Saúl tuvo esa sensación en su pecho cuando vio a esa exótica pelirroja caminar junto a su amiga Daniela, habían pasado dos semanas desde que no la veía, eran exámenes y decidió dejarla tranquila para que pudiera concentrarse. –¿Qué haces aquí, Saúl? ¿Buscando chicas? –cruzó los brazos Dany.Saúl se preguntó cuándo fue la última vez que había buscado una chica, a la única que quería en su cama desnuda era a esa pelirroja que venía a buscar, resistía con toda la fuerza de voluntad no besarla delante de todos. Por suerte Dany era lo suficientemente fastidiosa.–Y ya encontré a dos hermosuras. – Apretó su mejilla y ella retrocedió.–Ni en tus sueños –le dió una mirada afilada.–O pesadillas, Dany.–¡Argh! Mejor vamos. –Tomó del brazo a Eliane quien se resistió mirando a Saúl porque sabía el motivo por el que había venido, Saúl actuó rápidamente sintiendo que se llevarían a esa hermosa chica por la que había venido.–De hecho, venía por Otoño, quería contar
Saúl Harrison Hace nueve años…Tomó su ropa interior y caminó a la cocina por algo de agua, al regresar Eliane ya estaba vestida y sentada en la orilla de la cama buscando sus zapatos. Levantó la mirada hacía Saúl, estaba nerviosa y él lo sabía, conocía cada uno de sus gestos.–Bueno –tomó su bolsa buscando algo –. Yo te traje esto.Extendió una caja negra rectangular, él la tomó antes de que hubiera un arrepentimiento, contenía un reloj de bolsillo con un grabado.Ser uno mismo cuando los demás no quieren que lo seas, siempre será tu mayor logro.Al abrirlo detrás de las agujas tenía un dibujo de un plato de spaghetti.Cada cosa tenía su significado que Saúl conocía, era un regalo hecho para él. No se daban regalos, no había ese tipo de demostraciones de afecto, nunca habían flores, chocolates o algo cursi, ellos no tenían ese tipo de relación, eran perfectos simplemente siendo ellos, los temas de conversación nunca se acaban, tantos recuerdos, las personas que conocían y en ocasion
Eliane BlackActualidad…–¿Quieres que tu vestido sea blanco? –dudó Derek. –No lo sé –murmuré –. ¿Tú quieres que lo sea? Frunció el ceño al escuchar mis palabras. –Amor, ¿qué pasa? –cuestionó –. Es nuestra boda y debemos planear todo. –¿Y si contratamos a alguien para que lo haga? –Eso le quitaría la mejor parte, no disfrutaríamos nada. –Al menos nos ayudaría, es la primera vez que me caso, sabes –bromeé.–Y espero que sea la única –gruñó. Sus palabras me hicieron soltar una carcajada, definitivamente esto iba a ser un dolor de cabeza que disfrutaría mucho. –Por supuesto que sí.–Bien, futura señora Evenson –me dio un beso en los labios antes de levantarse de la mesa –. Porque vas a ser mía por el resto de tu vida. –Eso suena a amenaza. –Será tu decisión como quieras tomarlo –bromeó –. Recuerda que hoy debemos probar la comida para elegir qué van a preparar. –Estaré aquí a la una de la tarde, jefe. Nos despedimos antes de salir al trabajo, gracias a la maravillosa idea de S