Tuve el impulso de abrazarla, pero no lo hice, no soy afectuosa o cercana con las personas.Subimos al auto de Anne que se fijó detenidamente en el atuendo de Susy.–Te ves muy bien –sonrió. Anne es elegante en sus gestos y forma de vestir, lleva una falda negra y una blusa blanca de seda con cuello de tortuga, su cabello largo color azabache cae a la cintura y sus ojos oliva resaltan en su rostro con el maquillaje.Al llegar al restaurante nos encontramos en la entrada con Saúl, sus ojos fueron directos hacia Susy, trate de contener mi emoción, definitivamente valió la pena el esfuerzo.Después de que Saúl elogiará nuestros atuendos, entramos al restaurante, Anne se adelantó con Susy para hablar de algunos asuntos de la reunión, Saúl y yo íbamos detrás.–Creí que iban a ver detalles de los proveedores, no a uno de esos shows de cambio de imágen –susurró a mi oído.–La chica es hermosa, solo la ayude un poco.–Sé lo que intentas, si es hermosa pero no me interesa.–¿Entonces por qué
Narrado en tercera persona (Susy y Saúl):Susy movía sus dedos inquieta porque en cualquier momento entraría al auto aquel hombre por el que siempre ha sentido atracción, aunque ni en sus más valientes sueños se había atrevido a decirle una sola palabra, le bastaba con solo estar a su lado, sentir su aroma y disfrutar esas pequeñas acciones atentas de su parte. Estaba nerviosa y arrepentida de haber aceptado vestirse de esa manera, nunca había usado un vestido tan corto y ajustado, aunque cómodo, ese no era su estilo. El sonido de la puerta la hizo salir de sus pensamientos. –¿Te asuste? –dudó Saúl.Ella se dio cuenta que los ojos de Saúl se fueron directo a sus piernas descubiertas y separó su mirada hacía la carretera negando con un movimiento de cabeza. Saúl intentó concentrar sus pensamientos fijando su mirada al frente para no parecer un pervertido frente a ella, desde que se conocieron había tenido ese extraño impulso de cuidarla y protegerla, ella tenía una mirada especial h
Saúl Harrison se quejó desde el momento en que Susy le ordenó levantarse de la cama y salir hacía su habitación, debía recoger algunas de sus pertenencias para poder salir para ser llevados al helipuerto y regresar a casa. Saúl se había comportado muy cariñoso con ella desde que despertaron, parecía como si esa línea que había antes se hubiera borrado, antes de salir del auto, él estampó un beso en sus labios, dejó otro beso en su frente y en su cuello, ella sonrió por esa actitud tan amorosa. –Te quiero –murmuró dejando un último beso en su mano –. Debo arreglar unas cosas y te llamaré, aún tenemos que hablar –siguió dejando otro beso en sus labios, no se quería separar de ella, pero tenía otras responsabilidades. –Está bien, pero vas a quedar en el tránsito si sigues así –sonrió.–No me importa –murmuró besando de nuevo su mano. Finalmente la chica salió hacía su casa, aún con sus veintiséis años de edad vivía con sus padres, pero está vez quería hacer algo diferente, necesitaba
Saúl Harrison…Hace nueve años…Saúl tuvo esa sensación en su pecho cuando vio a esa exótica pelirroja caminar junto a su amiga Daniela, habían pasado dos semanas desde que no la veía, eran exámenes y decidió dejarla tranquila para que pudiera concentrarse. –¿Qué haces aquí, Saúl? ¿Buscando chicas? –cruzó los brazos Dany.Saúl se preguntó cuándo fue la última vez que había buscado una chica, a la única que quería en su cama desnuda era a esa pelirroja que venía a buscar, resistía con toda la fuerza de voluntad no besarla delante de todos. Por suerte Dany era lo suficientemente fastidiosa.–Y ya encontré a dos hermosuras. – Apretó su mejilla y ella retrocedió.–Ni en tus sueños –le dió una mirada afilada.–O pesadillas, Dany.–¡Argh! Mejor vamos. –Tomó del brazo a Eliane quien se resistió mirando a Saúl porque sabía el motivo por el que había venido, Saúl actuó rápidamente sintiendo que se llevarían a esa hermosa chica por la que había venido.–De hecho, venía por Otoño, quería contar
Saúl Harrison Hace nueve años…Tomó su ropa interior y caminó a la cocina por algo de agua, al regresar Eliane ya estaba vestida y sentada en la orilla de la cama buscando sus zapatos. Levantó la mirada hacía Saúl, estaba nerviosa y él lo sabía, conocía cada uno de sus gestos.–Bueno –tomó su bolsa buscando algo –. Yo te traje esto.Extendió una caja negra rectangular, él la tomó antes de que hubiera un arrepentimiento, contenía un reloj de bolsillo con un grabado.Ser uno mismo cuando los demás no quieren que lo seas, siempre será tu mayor logro.Al abrirlo detrás de las agujas tenía un dibujo de un plato de spaghetti.Cada cosa tenía su significado que Saúl conocía, era un regalo hecho para él. No se daban regalos, no había ese tipo de demostraciones de afecto, nunca habían flores, chocolates o algo cursi, ellos no tenían ese tipo de relación, eran perfectos simplemente siendo ellos, los temas de conversación nunca se acaban, tantos recuerdos, las personas que conocían y en ocasion
Eliane BlackActualidad…–¿Quieres que tu vestido sea blanco? –dudó Derek. –No lo sé –murmuré –. ¿Tú quieres que lo sea? Frunció el ceño al escuchar mis palabras. –Amor, ¿qué pasa? –cuestionó –. Es nuestra boda y debemos planear todo. –¿Y si contratamos a alguien para que lo haga? –Eso le quitaría la mejor parte, no disfrutaríamos nada. –Al menos nos ayudaría, es la primera vez que me caso, sabes –bromeé.–Y espero que sea la única –gruñó. Sus palabras me hicieron soltar una carcajada, definitivamente esto iba a ser un dolor de cabeza que disfrutaría mucho. –Por supuesto que sí.–Bien, futura señora Evenson –me dio un beso en los labios antes de levantarse de la mesa –. Porque vas a ser mía por el resto de tu vida. –Eso suena a amenaza. –Será tu decisión como quieras tomarlo –bromeó –. Recuerda que hoy debemos probar la comida para elegir qué van a preparar. –Estaré aquí a la una de la tarde, jefe. Nos despedimos antes de salir al trabajo, gracias a la maravillosa idea de S
Fui directo a la oficina cuando regrese de ese extraño almuerzo, me había retrasado un poco y casi olvido que tengo que hacer unas llamadas para los presupuestos de los inmuebles, tuve una tarde bastante ocupada con Anne, casi al terminar el día Saúl cruzó la puerta y tomó lugar en mi sofá. Sabía que no iba a resistir la curiosidad de lo que pasa con ese chico, guardé todo y tomé mi bolso caminando al sofá, Saúl estaba en silencio viendo todos mis movimientos, sé que está esperando a que le hable sobre Jacques que para su mala suerte me ha caido bien.–Parece que siempre que va a otros lugares aprovecha para hacer turismo y se quedará unos días más aquí –mencioné –. Intento hacerme preguntas sobre Susy, pero las evadí.–Hablaré con Susy cuando lleguemos al hotel –comentó –. No quise decirle nada aquí para no incomodarla.–¿Y la cena? –Quiero que sea cuando regresemos a la ciudad, aquí sería algo muy apresurado e improvisado.–Saúl Harrison tomando las cosas con calma –me burlé.–Su
Eliane Black21 años...'Estoy cerca, otoño'Sonreí al ver el mensaje de Saúl, terminé de arreglarme y salí de mi habitación.–Caperucita, es tarde ¿A dónde vas? –preguntó John. ¿Desde que hora está aquí? Ni siquiera lo escuché llegar, casi no viene desde hace mucho.–Estás aquí –caminé hacia él para abrazarlo besando su mejilla –. Voy a una fiesta regresaré temprano.–Vine a verte, puedes ir otro día.–Las clases acabaron y es la última fiesta, luego me tendrás para tí.No lo había visto en meses, pero solo serán unas horas.–No me gusta que salgas así –me miró bastante serio–¿Qué? –baje la vista a mi vestido negro con mayas debajo –. Regresaré temprano, lo prometo, estaré bien, iré con Saúl –intenté persuadir, ellos se llevan ridículamente bien así que con solo mencionarlo parece tranquilizarlo.–Saúl irá contigo –repitió –. Está bien, pero vuelve temprano –se despidió, estaba por bajar cuando me volvió a llamar.–¿Qué pasa?–pregunté de mala gana.–¿Qué está pasando contigo y Saúl