Capítulo 8. Rosaura intenta levantarse sin éxito, siendo detenida por Emmanuel, quien toma su brazo, impidiendo que se mueva. — Siéntate—ordena con seriedad. — ¿Hay algo más?—pregunta Rosaura volviendo a su lugar. Sin darle respuesta, Emmanuel se sienta a su lado terminando de vendar su pie, esta vez siendo amable ante los apretones para asegurar la venda. — Buscaré una compresa con hielo, no te muevas. Rosaura lo ve alejarse y su corazón se estruja ante el vacío que le deja. Emmanuel busca la compresa con hielo, notando que la puerta al almacén está abierta. Una idea vaga cruza por su mente, se aproxima a la entrada cerrando la puerta y continúa llevando a Rosaura la compresa que le entrega, prosiguiendo a ir por la cobija que ella le ha colocado para cubrirlo. — Cúbrete bien, no hagas tonterías— dice acomodándose del otro lado del sofá. Rosaura no le da respuesta; nota cómo él se acomoda sobre el suelo en un almohadón junto a la chimenea. * El frío es
Capítulo 9. Cercanía. Su llanto es desgarrador; su dolor, ansiedad, desesperación la hace decir cosas que jamás se habría atrevido a decirle antes. — Dios no, no me hagas esto, no puedo sola, no me dejes, Emmanuel, por favor, eres lo único que tengo, por favor, Emmanuel, no me dejes, despierta, mi amor, despierta, por favor, por favor.— Ella, al no recibir respuesta, lo abraza llorando sin poder evitarlo.— No me dejes, tú no, Emmanuel, por favor, te lo ruego, reacciona, reacciona, mi amor, no quiero perderte, por favor…— Rosaura, al ver que no reacciona, lo besa en los labios acariciando sus mejillas con su mano temblorosa.—No voy a dejar que te mueras, no voy a permitirlo, no pienso perderte, no a ti. Rosaura se aleja buscando la linterna y se levanta caminando con dificultad; se queja de su dolor, incluso se detiene por un instante notando que la venda está muy ajustada. Ella se agacha sin notar que Emmanuel está despierto; ella se empieza a quitar la venda aguantando el
Capítulo 10. Acercamiento. Rosaura lo escucha gruñir sintiendo esa ráfaga de emociones desbordadas. Cada movimiento involuntario es más intenso; ella se mueve para él, sintiendo su opresión traviesa en el agarre en su trasero, moviéndola a su ritmo, lo que los lleva a un ritmo constante, excitante y divertido, que se une a esa sensación juguetona de sus lenguas moviéndose en un intenso beso. Emmanuel la acorrala, su mano derecha en su trasero, mientras que con su mano izquierda sostiene su nuca, apoyando sus suaves labios sobre los de él, robando por completo su aliento. La hace chillar, un sonido ahogado intentando encontrar la estabilidad. — Siento que me voy a orinar.— Exclama con voz ronca, intentando cobrar el aliento—. ¡Oh Dios! —Suéltame, me orinaré sobre ti…— Sus súplicas no son escuchadas; él empieza a tocar con su pulgar, acelerando sus movimientos que la enloquecen.— ¡Dios! No, ¡Oh Dios!— Rosaura apoya sus labios sobre los de Emmanuel y con ambas manos sujeta sus
Capítulo 11. pasatiempo. Rosaura asiente sin mencionar palabra, aunque en su mente divaga la posibilidad de que él haya cocinado para Vanessa. Después de todo, ella ocupa su tiempo el 95%; es difícil competir cuando no puedes luchar contra el corazón. Él ahora está siendo amable, no sabe la razón, quizás porque estén encerrados o por alguna loca razón que ella desconoce; sin embargo, disfruta cada segundo con él. No importa cuánto dure esto, ella desea vivir cada momento sin pensar demasiado las cosas. — Volveré en unos minutos. ¿Sabes usar la laptop?— Ella niega.— Déjala, la usaré cuando regrese. Emmanuel sale de su alcance y Rosaura, curiosa, presiona el botón de encendido. De repente, la foto de un cachorro se ve en la pantalla y luego otra pasa, dejando ver una fotografía de él con Vanessa, ella abrazándolo por la espalda, expresando una gran sonrisa. Están en la playa; ella jamás ha conocido el mar y sería maravilloso ir algún día. La imagen es hermosa y causa un poco
Capitulo 12. Rescate. Al estar de vuelta en la sala, Emmanuel la detalla en silencio pensando en ese retrato que hizo del gran momento con su padre. Su padre era su mentor, su más grande inspiración, hasta que pasó un tiempo lejos de él y su tío se hizo cargo de él, su padre lo hacia sentir que no era importante, en cambió su tío lo apoyaba y lo hacía involucrarse en los asuntos familiares, desde ese momento las cosas en su vida, su padre siempre imponente, interfiriendo en sus decisiones, mientras que su tío siempre apoyaba sus decisiones, dando inicio a la rivalidad con su padre. — ¿Puedo saber en qué piensas?— Pregunta Rosaura, quien está sentada a pocos centímetros de él. — Nada importante. Háblame de tu madre, pensé que había muerto cuando naciste, ¿cómo es que lograste retratarla? Rosaura hace una expresión tierna que lo distrae. — No ha muerto, me abandonó cuando tan solo era una niña. Mi padre decía que lo dejó por otro hombre con dinero; ella jamás se dedicó
Capitulo 13. Salida. Emmanuel la apoya hacia un lado, se quita el preservativo y se levanta rápidamente colocándose una sábana para cubrirse. — SANTINO, AQUÍ ESTOY. — SEÑOR, AGUARDE, YA LA AYUDA VIENE EN CAMINO. Rosaura no se sorprende que hayan venido, después de todo, era cuestión de tiempo para que vinieran por él. Rosaura se acomoda notando el líquido que empieza a salirse de su feminidad, ella perturbada por el momento, no le presta atención al preservativo casi vacío aún lado. — Rosaura, levántate, vístete. Emmanuel se viste rápidamente en la espera de sus hombres. — SEÑOR MAGLOT, VAMOS A REMOVER LA NIEVE, ESPERE POR FAVOR. Rosaura se viste, no se puede ver nada hacia afuera, de repente la luz regresa de manera extraña en gran parte de la casa. Emmanuel se enfoca en ver si hay señal en su celular, sin notar la mirada llena de preocupación de Rosaura, ella se sienta en el sofá y espera paciente a lo que pasará. En cuanto la nieve es removida, los homb
Capítulo 14. En la clínica. Emmanuel enfoca su mirada sobre su hombre de confianza, esperando la respuesta a su pregunta. — Señor, la señora Vanessa estuvo expuesta al frío en la espera de su llegada; la tormenta nos tomó por sorpresa y nos refugiamos dentro del avión esperando ayuda. Cuando los doctores llegaron, indicaron que ella está padeciendo una fuerte hipotermia; desde entonces está hospitalizada. Emmanuel se incomoda pensando en la situación. — ¿En qué habitación está? — En el segundo piso, habitación 9 señor. — Bien, quédate aquí, avísame si el doctor sale con información de Rosaura. — Cómo ordene señor. Emmanuel se mueve al piso superior para ir a la habitación de Vanessa. En cuanto llega al lugar, toca la puerta, siendo atendido por su hermana. — Emman…— La peli castaña abraza a su hermano mayor con emoción de verlo.— Estábamos preocupadas por ti, teníamos miedo de que algo que hubiera pasado. — Estoy bien, ¿Dónde esta mamá? — Aquí hijo,
Capitulo 15. Cuidados y compañía. Rosaura es trasladada a la sala de análisis para otra evaluación, su estado cardíaco está alterado y no entienden la razón. —Abran su pecho.— El doctor coloca los chupones en el pecho. —Prepárenla para la evaluación, despójenla de todas las cosas metálicas. —Si doctor. Las enfermeras la preparan, mientras que en la recepción, Emmanuel está pagando la cuenta, cuando la presencia del doctor que lo atendió al llegar lo interrumpe. —Señor Maglot, ¿Me permite unos minutos? Quisiera que me diera la información de la joven que llegó con usted, ¿La joven es su familiar? Emmanuel enfoca al doctor con seriedad. —Si, es mi esposa. ¿Cómo está ella? —Ahora mismo está con los especialistas, ya debieron haberla llevado a la habitación señor, la trasladamos al piso dos, habitación dieciséis. —Bien, ¿Desea algo más? —Si, estoy confundido señor, pensé que su esposa era la señora Vanessa.— Octavio lo mira firme. —Está equivocado, mi esposa es Ros