Capitulo 54.

Entierro.

Rosaura se destroza muy dolida, pensando en todo lo que él le está diciendo; no se imagina la impotencia que él debió sentir, pero tampoco puede imaginar todo lo que le hizo Santiago, no puede asimilarlo.

— No debiste, tú no debiste, Emmanuel, tenías que llevarlo a la policía; si eso es cierto, entonces yo hubiera podido denunciarlo.

— Demasiado tarde para pensar en eso, se murió y no por mi mano, ¿me escuchaste? Si quieres que vaya a la cárcel, entonces abre la boca; de lo contrario, te quedarás callada. En las noticias dicen que murió por un robo y así se quedará.

— ¿Qué dices?—pregunta desconcertada Rosaura, incluso ya salió en las noticias.

— Escúchame Rosaura, no sabes de él, tú no sabes nada, si quieres que aún siga contigo, harás lo que te diga.

— No puedo fingir que nada paso, no puedo.— Emmanuel la aprieta nuevamente contra su pecho.

— Si puedes, debes hacerlo, si tanto me quieres como dices lo harás.

De repente la puerta se ab