Capitulo 20. Salida. Todos guardan silencio enfocados en las miradas que se dan ambos, ella dulce y tierna, él enojado y imponente, desbordando preocupación por ella. —La dejaré descansar, si surge algo más, no dudes en llamarme, si vemos mejoras, mañana podrá llevarla a casa. —Muchas gracias doctor. —No sé preocupe, estaré en mi consultorio, si me necesita llámeme. —Bien. Emmanuel los acompaña a la entrada y los deja marchar, enfocándose en Rosaura nuevamente. —Lo siento, no quise incomodarlo. —Pues lo has hecho, siéntate, vas a comer. Emmanuel camina hacia el sofá quitándose el abrigo, en cuanto Santino llega con la cómoda, Emmanuel se acerca a Rosaura, quien nota en su cuello la marca del labial rojo satinado que usa Vanessa. En silencio, una tristeza la invade, comiendo poco a poco lo que le a comprado. Rosaura se mantiene calmada, enfocándose en su comida, ella lo ve desvestirse para tomar un baño, por unos minutos Emmanuel nota la mancha de labial y la enfoca,
Capitulo 21. No es hogar. Rosaura sale de la habitación dejando todo atrás, en cuanto llegan a la entrada ella se sienta en una banca esperando a Emmanuel, quien llega de repente. Al verlo aparecer, Rosaura se levanta caminando hacia él, cuando de repente la ventana del puesto delantero se baja, dejando ver a Vanessa en el lugar. Rosaura mira a su esposo y él la enfoca quitándole la bolsa que trae en la mano. —Vamos, la llevaré a casa. Rosaura no le da respuesta, camina aún un poco con dificultad abriendo la puerta trasera para subir en el auto. —Rosaura, que bueno que te han dado de alta, espero no te incomode, Emmanuel prometió llevarme de vuelta a casa. Rosaura no le da respuesta, enfoca su mirada en el camino que recuerda con claridad. De camino a la gran mansión Maglot, Rosaura nota los gestos y las miradas de Vanessa hacia Emmanuel. Emmanuel la detalla por el espejo retrovisor, va en silencio, enfocando su atención en el camino, su frágil cuerpo apoyado al asiento, ese
Capitulo 22. Posesivo. Rosaura lo sostiene sintiéndose muy débil, de repente el timbre Interrumpe la escena. Rosaura se aleja pensando que quizás es el repartidor. —Buenas noches señor, su pedido. Emmanuel la enfoca con seriedad y se aparta de la puerta. —Quiera Rosaura.— Emmanuel abre la puerta y el hombre de seguridad le entrega un paquete.— Espera, voy por el dinero. Emmanuel se mueve dejando a Rosaura muy inquieta en su lugar, se confía ya que ella siempre hace lo que él le ordena, sin embargo está noche rompe sus regalas. —¡Ey! Señorita…señora…— Emmanuel suelta su billetera sacando algunos billetes sin cortarlo y los entrega al vigilante que nota la escena en la que Emmanuel corre persiguiendo a Rosaura hasta un elevador. Rosaura intenta llamar al elevador, cuando lo ve venir, suelta el bolso y corre hacia las escaleras intentando escapar sin éxito, ya que Emmanuel la atrapa en sus brazos. —No, no suéltame, suéltame...— Rosaura forcejea, Pero muy ágilmente Emmanuel l
Capitulo 22.Desconcierto. Rosaura lo sigue al sofá, ella come su sopa, mientras él disfruta de la comida que ha pedido, más una rica tarta de Fresas que ella se niega a comer y que él disfruta, siendo un capricho ya que no es amante al dulce. Al terminar de comer, Emmanuel la toma de la mano y la hace levantarse del sofá, subiéndola sobre su regazo, la carga en sus brazos llevándola a la segunda habitación de la casa, dónde se encierran, siendo desvestida por su esposo, quien la derriba en la cama ansioso por tenerla. *Un nuevo amanecer, Emmanuel despierta ante un ruido incómodo proveniente del baño, que le obliga abrir los ojos a las 5 am, notando la bolsa del preservativo aún lado de la cama y la ausencia de su esposa en la cama. Emmanuel se levanta de la cama colocándose una toalla y camina al baño, encontrándola apoyada sobre el inodoro, desnuda, sujetando su vientre muy débil. —Estás vomitando de nuevo, voy a tener que llevarte de nuevo a la clínica. —No es necesario,
Capitulo 23. Inició de la pesadilla. Emmanuel la enfoca sin inmutarse, tomando de su café. —Cariño, estuve intentando comunicarme contigo toda la noche, ¿Por qué ahora de repente me ignoras? ¿Acaso tiene que ver con Rosaura? —Estaba ocupado, ¿Por qué llamabas con tanta urgencia? —Quería hablar contigo, la manera en que te fuiste, pensé que la llevarías de regreso y volverías, pero no lo hiciste.—No voy a quedarme en la casa Vanessa, tampoco Rosaura. —¿Qué dices?— Vanessa se sorprende siguiendo sus pasos, Emmanuel se levanta y camina acomodándose frente a ella. —Digo que no pienso repetir las cosas del pasado, Rosaura se quedará conmigo en mi departamento, ella está enferma y no puedo dejarla en esa casa sola. —¿De verdad te importa lo que a ella le pase? Pensé que solo la estabas manteniendo por lo de la herencia, ¿Y yo? Juraste protegerme y cuidar de mí, Emmanuel, lo deje todo por ti, por esta compañía, ¿Qué se supone que haga yo ahora? No puedes dejarme de lado. —Y
Capitulo 24. Dudas. Rosaura se mueve incomoda hacia la mesa, sentándose en su lugar, toma el otro plato que la mujer le da y se sienta a comer ante el hambre que tiene, sin embargo duda, intenta recordar lo que vio, pero es como si hubiera sido una ilusión, de igual manera, no puede confiar en la mujer, siente en su corazón que algo está mal, paranoia por estar a acostumbrada a estar sola o no, algo aquí no está bien. Al terminar de comer, Rosaura se encierra en su habitación nuevamente, no sabe que hacer en estas cuatro paredes, más que sentándose junto a la ventana como estaba acostumbrada, admirando la ciudad que se ve hermosa desde su lugar, Rosaura está distraída en sus pensamientos, cuando de repente ve a unos estudiantes universitarios, chicas llevando sus libros en manos, morrales acuesta y ropa de moda, bajar de un auto, viven en su edificio, es admirable ver la escena, sea como las películas, siempre soñó con ir a la universidad, pero desde que salió de la secundaria que
Capitulo 25. Prueba. Emmanuel se levanta de la cama y camina quitándose la camisa. —No vas a respóndeme.— Afirma Rosaura siguiéndolo con la mirada. —No discutiré contigo más sobre el tema. —Entonces si no piensas correrla, ni dar tu brazo a torcer, quiero pedirte algo. Emmanuel se mueve con calma intentando desvestirse. —Te escucho. —Quiero ir a la universidad.— Emmanuel se sorprende, acomodándose frente a ella nuevamente. —¿Quieres estudiar?— Pregunta volviendo a sentarse en la cama.—Si.— Responde un poco nerviosa.—Quisiera tener la oportunidad de estudiar, te prometo que no descuidare mis obligaciones contigo, no te voy a defraudar, por favor. —¿Qué quieres estudiar Rosaura?— Pregunta enfocándola intrigado. —Quiero estudiar pintura, la rama abarca mucho, cuando estaba en la secundaria, tuve una compañera que también amaba pintar, ella quería estudiar pintura, ya que en su familia habían personas que trabajaban como diseñadoras, diseñador gráfico, ¿Sabes? Esas pe
Capitulo 26. Raíz de la discordia. En la gran mansión Maglot, la irá se fomenta, en críticas y enojos, en medio de la madrugada, al ver marchar a Emmanuel. —Se los dije, ese desgraciada ya se le metió en la cabeza, algo está pasando y él no nos quiere decir, estamos de manos atadas.— Emilia la interrumpe. —No me importa lo que este o no pasando, esa mosquita muerta no va dañar nuestros planes, no la quiero en mi familia, ella haya sido o no virgen, puso a mi marido en mi contra y eso no se lo voy a dejar pasar, no dejaré pasar el hecho de que no me dejó dinero y lo dejo todo a ella, yo debía ser la albacea de la familia, no esa desgraciada, no se cuál era el favoritismo de tú papá con esa mujercita, pero sea lo que sea, la haré pagar por arrebatarme lo que me pertenece, yo soy la señora Maglot, no ella, yo debería liderar el grupo Maglot, me humilló y eso le Sandra caro.— Exclama Emilia con frivolidad al pensar como lastimar a Rosaura ahora que está consiguiendo el favor de Emm