Cuando por fin llego a casa puedo ver el carro de Jean estacionado, un ligero escalofrío llena cada una de mis venas pero al final decido que es tiempo de dejar de escapar de él, entró a casa y el aroma a panecillos recién horneados inunda mis fosas nasales. Llego hasta la cocina y ver a mi hermano mayor con el delantal que era de mamá, puesto, y sus guantes de cocina… hacen que quiera matarlo con un abrazo.
—¡Mírate nada más, ya eres toda una señora! —sonrío para amortiguar el dolor de mi pecho.
—¡Mierda Bri, me has dado un susto espantoso —se queja y hace una mueca.
No digo nada, esta vez me quedo de pie recorriendo cada parte de cuerpo, su mirada, su voz, intento grabar todo de
LUNA ACTUALMi abuela una vez me contó que todos estamos en la tierra para cumplir con nuestra misión, a lo largo de los años jamás pude entender qué era lo que insinuaba con ello, y hasta ahora sigo sin entender cuál fue mi misión. Llegué a esta tierra con llanto y sufrimiento, viví unos breves años y después me fui, como si nunca hubiera pisado este mundo.Jean nunca lo supo, tres días antes me había contactado con Alison y después de una larga charla, decidí que sería ella quien entregara mi tesoro. Él la iba a necesitar para sobrellevar mi ausencia. Así que antes de comenzar con el drama de las despedidas bañadas en llanto, me fui, así de simple, solo cerré los ojos y me
ONCE AÑOS DESPUÉS DE LA MUERTE DEBRISEIDAEl aire golpeaba su rostro, hacía frío pero no le importaba. Caminaba despacio entre las tumbas sosteniendo un ramo de flores blancas, estaba nervioso, hacía mucho tiempo que no iba a visitar a la chica de la que aún seguía enamorado. Las manos le sudaban y el corazón le palpitar tan rápido que sentía como la adrenalina corría por todo su torrente sanguíneo.Cuando por fin llegó, se paró frente a la tumba de Briseida, sonrió al ver como reposaba una pequeña foto de ella sobre una lápida cubierta por ángeles. Se aclaró la garganta y depositó las flores encima. Se puso en cuclillas y sacó de su bolsillo una peque&
Escrito por Briseida Whatson1—La vida es demasiado corta, haz lo que quieras en el momento que quieras.2—Siempre habla con la verdad, no importa si llegas a herir a alguien (de tratarse de una persona importante con más razón se aplica esta regla)3—Nunca te enamores, en palabras de él... eso solo te cegará y te impedirá ver la realidad.4—Ten en cuenta que el amor solo es un sentimiento ficticio que se forja el ser humano para sentirse querido y aceptado por la sociedad.5—Nunca tengas un novio formal, solo se tiene que disfrutar del momento.6—Usa condón siempre, recuerda... ¡No hay fiesta sin gorrito!7—Anota todo en un diario, los recuerdos son importantes.8—Nunca muestres tu verdadero yo.9—Acuéstate con tantos como puedas o quieras, tienes derecho a disfrutar.10—Vida solo una, ten en cuenta
Bien, no importa si estás leyendo esto por casualidad, o si alguien te recomendó esta historia, empecemos por las presentaciones ¿quieres? Mi nombre es Briseida, ya sé lo que vas a pensar, pero no tengo culpa alguna de que mi madre hubiera sido una fanática de la película "Troya" así que me declaro inocente en ese tema.En la actualidad tengo 18 años, y puedo decir que he vivido una vida realmente muy apresurada, llena de excesos, alcohol y drogas, sí, sé lo que estás pensando en este preciso momento, pero no es así, no fui violada, ni adoptada, ni nada por el estilo, lo que hice fue por plena decisión mía, por diversión, y antes de que comiences a aburrirte con tanto rodeo, te pido que esperes un poco más, que lo mejor está en camino.Soy la hermana de en medio, o al menos lo era, hija de dos de los mejores abogados de toda Alemania, en efecto, nac&ia
Sus manos me regalaban caricias frías, carentes de todo tipo de afecto y que solo provocaban que mi cuerpo se estremeciera. Cerré los ojos intentando no pensar en él, pero por más esfuerzos absurdos que hiciera por seguir con aquel juego, Jean me estaba jodiendo la vida como siempre lo hacía, su recuerdo ametrallaba mis pensamientos.—Alto —susurro intentando alejar de mí a aquel chico que había encontrado en el antro de mierda en el que me encontraba, todo el revuelo por el festejo de Marissa; una de mis mejores amigas.—No pasa nada, todo va bien —insiste el tipo haciendo intentos por meterme la lengua a la boca.—He dicho que ya no quiero, idiota.—Vamos, Bri-se-i-da...—Sabes mi nombre...—Todo mundo lo sabe... eres la chica más popular entre los chicos, todos hablan de ti, eres como la reina de las putas.—¡Imb&eacu
¡Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis!Los chicos comienzan a correr y no puedo evitar que mis ojos se claven en sus perfectas piernas y en su trasero, mientras Anna y Marissa están hablando de cosas banales que no me interesan, noto como mi sexo comienza a humedecerse mientras pienso en Mickey Honnery y en su perfecto miembro. A lo lejos puedo ver como una nerd babea por él y no puedo evitar levantar al cielo las comisuras de mis labios, nuestras miradas se cruzan unos instantes pero al sentirse descubierta por mí aparta la mirada inmediatamente. La chica se sonroja y pareciera que quisiera hacerse invisible, aunque pensándolo bien ya lo era para el resto de los chicos populares.—Bri, deja de babear por Mickey —suelta Anna con una sonrisa de oreja a oreja.—Vamos Bri, las tres sabemos que tú y él traen algo entre manos, el idiota no te ha dejado de observar desde que hemos llegado &mdash
El balón giraba en el aire cuando le di un golpe ligero, nosotras estábamos ganando, aquella chica llamada Alison Mirezth era la capitana del equipo contrario, presidenta del estúpido club de ajedrez, y novia de Jean, mi experimento, era muy delgada, tanto, que sus piernas parecían dos palos, tenía los dientes chuecos, usaba lentes, pero de todo, su cabello era hermoso, sedoso y ondulado.—¡Dos más y ganamos! —grita Marissa.—Vale —digo con una sonrisa de oreja a oreja, mientras por el rabillo del ojo veo como Jean no le quita la mirada de encima a Alison, lo cual me molesta.Tomo el balón, y llena de coraje no me doy cuenta y fallo el siguiente tiro, Alison suelta una pequeña carcajada y la asesino con la mirada.Era el turno de las perdedoras del ajedrez, cuando paso cerca de la red para acomodarme en mi lugar, escucho como Alison me llama "Zorra".—Perded
La cena resultó de lo más aburrida, mientras los adultos no dejaban de hablar de trivialidades, mi hermano mayor y Steve, no paraban de coquetear disimuladamente con las chicas de la escuela, por otra parte, Jean no dejaba de mandar mensajes y de recibirlos, cuando lo hacía, se le iluminaba el rostro y parecía idiota, algo me decía que se trataba de Alison, tenía que deshacerme de ella a como diera lugar.Jean estaba tan entretenido al igual que todos, necesitaba un momento de distracción y faltaban dos horas para ir a una verdadera fiesta. Mis padres de pronto se pusieron de pie y se pusieron a bailar, mi hermano ya estaba en la pista de baile también con una chica guapa, los padres de Jean y de Steve platicaban y reían con otros señores que no conocía, de pronto, al fondo, cerca de las bebidas, estaba un mesero guapo, moreno, ojos azules, tal vez un poco mayor que yo, tres o cuatro años, per