Han pasado nueve días desde que Jean perdió la cabeza y me contó una serie de estupideces con la intención de volverme loca o de sacarme de mis casillas. Nueve días en los que no podía estar siquiera con las perras de mis amigas porque a cada momento regresaba a mí el recuerdo de la última plática que tuvimos él y yo en mi habitación, después de haber quedado como vegetal por unos días. Nueve jodidos días en los que la escuela me parecía un lugar enorme para alguien tan pequeña como yo. Prácticamente me había convertido en un zombi que iba a la escuela pero que se excluía del mundo real e intentaba con todas mis fuerzas no encontrarme con Jean, y cuando lo hacía simplemente corría y me alejaba de él. Mi casa se convirtió en un infierno, Steve y Jean pasaban la mayor parte del tiem
El frío le calaba hasta los huesos, mientras caminaba con desgana en medio del bosque, no dejaba de pensar una y otra vez en lo que Briseida significaba para él, estaba enamorado de ella, pese a que quería aferrarse al poco afecto que le quedaba de Alison, no lograba alejarse de ella, y ahora que le había contado toda la verdad, buscaría la forma de mantenerla a salvo de la muerte.Cuando llega hasta el lugar en donde habían acordado, se queda quieto sintiendo cada vez más como el frío le helaba la sangre.—No debiste hacer lo que hiciste Jean, confíe en ti…—Lo siento, tenía que…—No podemos hacer nada, está escrito, ese es su
Si supieras que te quedan catorce días de vida ¿qué harías? ¿Gritarías a todo pulmón sabiendo que será última vez que llenarás tus pulmones de aire y lo expulsarás sin importarte nada? O ¿comerás todo lo que quieras sabiendo que jamás volverás a ese lugar en donde venden lo que tanto te gusta? ¿Abrazarías a tus seres queridos y no pararías de llenarlos de besos y de susurrarles al oído palabras dulzonas? ¿Por fin tendrías el valor de decirle a ese chico o chica que tanto te gusta, lo que sientes por ella o él? ¿Caminarías sin miedo por la calle levantando la mirada al cielo y dejar que los rayos del sol quemen tu piel? Hay muchas cosas que podemos hacer sin tener que esperar al final… y aquí estaba yo, en una bodega llena de balones, de cosas de gimnasia, pas&
Cuando por fin llego a casa puedo ver el carro de Jean estacionado, un ligero escalofrío llena cada una de mis venas pero al final decido que es tiempo de dejar de escapar de él, entró a casa y el aroma a panecillos recién horneados inunda mis fosas nasales. Llego hasta la cocina y ver a mi hermano mayor con el delantal que era de mamá, puesto, y sus guantes de cocina… hacen que quiera matarlo con un abrazo.—¡Mírate nada más, ya eres toda una señora! —sonrío para amortiguar el dolor de mi pecho.—¡Mierda Bri, me has dado un susto espantoso —se queja y hace una mueca.No digo nada, esta vez me quedo de pie recorriendo cada parte de cuerpo, su mirada, su voz, intento grabar todo de
LUNA ACTUALMi abuela una vez me contó que todos estamos en la tierra para cumplir con nuestra misión, a lo largo de los años jamás pude entender qué era lo que insinuaba con ello, y hasta ahora sigo sin entender cuál fue mi misión. Llegué a esta tierra con llanto y sufrimiento, viví unos breves años y después me fui, como si nunca hubiera pisado este mundo.Jean nunca lo supo, tres días antes me había contactado con Alison y después de una larga charla, decidí que sería ella quien entregara mi tesoro. Él la iba a necesitar para sobrellevar mi ausencia. Así que antes de comenzar con el drama de las despedidas bañadas en llanto, me fui, así de simple, solo cerré los ojos y me
ONCE AÑOS DESPUÉS DE LA MUERTE DEBRISEIDAEl aire golpeaba su rostro, hacía frío pero no le importaba. Caminaba despacio entre las tumbas sosteniendo un ramo de flores blancas, estaba nervioso, hacía mucho tiempo que no iba a visitar a la chica de la que aún seguía enamorado. Las manos le sudaban y el corazón le palpitar tan rápido que sentía como la adrenalina corría por todo su torrente sanguíneo.Cuando por fin llegó, se paró frente a la tumba de Briseida, sonrió al ver como reposaba una pequeña foto de ella sobre una lápida cubierta por ángeles. Se aclaró la garganta y depositó las flores encima. Se puso en cuclillas y sacó de su bolsillo una peque&
Escrito por Briseida Whatson1—La vida es demasiado corta, haz lo que quieras en el momento que quieras.2—Siempre habla con la verdad, no importa si llegas a herir a alguien (de tratarse de una persona importante con más razón se aplica esta regla)3—Nunca te enamores, en palabras de él... eso solo te cegará y te impedirá ver la realidad.4—Ten en cuenta que el amor solo es un sentimiento ficticio que se forja el ser humano para sentirse querido y aceptado por la sociedad.5—Nunca tengas un novio formal, solo se tiene que disfrutar del momento.6—Usa condón siempre, recuerda... ¡No hay fiesta sin gorrito!7—Anota todo en un diario, los recuerdos son importantes.8—Nunca muestres tu verdadero yo.9—Acuéstate con tantos como puedas o quieras, tienes derecho a disfrutar.10—Vida solo una, ten en cuenta
Bien, no importa si estás leyendo esto por casualidad, o si alguien te recomendó esta historia, empecemos por las presentaciones ¿quieres? Mi nombre es Briseida, ya sé lo que vas a pensar, pero no tengo culpa alguna de que mi madre hubiera sido una fanática de la película "Troya" así que me declaro inocente en ese tema.En la actualidad tengo 18 años, y puedo decir que he vivido una vida realmente muy apresurada, llena de excesos, alcohol y drogas, sí, sé lo que estás pensando en este preciso momento, pero no es así, no fui violada, ni adoptada, ni nada por el estilo, lo que hice fue por plena decisión mía, por diversión, y antes de que comiences a aburrirte con tanto rodeo, te pido que esperes un poco más, que lo mejor está en camino.Soy la hermana de en medio, o al menos lo era, hija de dos de los mejores abogados de toda Alemania, en efecto, nac&ia
Sus manos me regalaban caricias frías, carentes de todo tipo de afecto y que solo provocaban que mi cuerpo se estremeciera. Cerré los ojos intentando no pensar en él, pero por más esfuerzos absurdos que hiciera por seguir con aquel juego, Jean me estaba jodiendo la vida como siempre lo hacía, su recuerdo ametrallaba mis pensamientos.—Alto —susurro intentando alejar de mí a aquel chico que había encontrado en el antro de mierda en el que me encontraba, todo el revuelo por el festejo de Marissa; una de mis mejores amigas.—No pasa nada, todo va bien —insiste el tipo haciendo intentos por meterme la lengua a la boca.—He dicho que ya no quiero, idiota.—Vamos, Bri-se-i-da...—Sabes mi nombre...—Todo mundo lo sabe... eres la chica más popular entre los chicos, todos hablan de ti, eres como la reina de las putas.—¡Imb&eacu