Cuando llegamos al centro comercial decidí que lo mejor sería comenzar por las tiendas de disfraces, todavía hace tres meses mi madre y yo anduvimos por estos locales buscando un disfraz de pirata para mi pequeño hermano. Todos esos recuerdos me inundan a la hora de repasar mentalmente aquel día.
—¿Te sientes bien? —Mich me pregunta tomando mi mano.
—Sí, ¿por qué no debería estarlo? —le muestro una de mis falsas sonrisas.
—Porque a mí no me engañas Bri, esa no es tu sonrisa verdadera, sé que algo te inquieta y me gustaría saber que es —Mich me muestra una mueca de auténtica intriga.
—Prefie
Mich estaba prácticamente colgado fuera de mi ventana recargándose sobre un pedazo de techo y agradecí que ni mi hermano ni Steve se hubiesen dado cuenta, abrí de inmediato la ventana y lo ayudé a entrar sin contar que caería encima de mí.—Pesas mucho —me quejo sintiéndome como un saco de boxeo.—Lo siento Bri, no era mi intención —se disculpa poniéndose de pie.—¿Puedo saber qué hacías colgado ahí? pudiste haberte matado con la caída o al menos de lo que no te hubieras podido salvar es de alguna fractura —escudriño su rostro con detalle.—No me importa nada si se trata de ti, adem&
Me atrevo a decir que no me siento nada bien al ver como Jean y Mich comienzan a pelear en mi habitación. Una vez Anna me había comentado que si dos chicos se peleaban por ti se sentía bien y eso quería decir que eras importante, pero al ver aquella escena comprobé que no me sentí para nada feliz, Mich se defendía y me sorprendió darme cuenta de que ambos eran buenos.—¡Aléjate de ella! —grita Jean dándole un nuevo puñetazo en el rostro a Mich.—¡Tú no eres nadie para impedir que me aleje de Briseida! —responde Mich dándole un golpe en el estómago a Jean obligándolo a arquearse.Ambos sin darse cuenta, se dirigieron hacia el retrato que hace un mo
—No comas ansias princesa, todo a su tiempo —sella mis labios con un beso superficial.Mich y yo nos quedamos hablando un poco más de tiempo sobre los disfraces hasta que decidió que era tiempo de marcharse. Cuando lo hizo, mi hermano me estaba esperando en la cocina, con una malteada y dos panqueques de nuez con amaranto.—Te tardaste demasiado —me dijo con un tono de voz más serena.—Me quedé platicando con Mich sobre el festival de disfraces —respondo tomando asiento frente a él en el pequeño comedor de la cocina, en donde por lo regular desayunábamos.—¿Me puedes explicar por qué Jean reaccionó de ese modo si Mich es tu
Ha pasado una semana desde que Jean se quedó dormido en mi cama después de decirme que estaba en peligro de muerte, desde ese día ha estado distante en la escuela, estaba borracho y como en todo este tiempo no me había pasado nada supuse inmediatamente que se trataba de una nueva jugarreta de él para asustarme y regresar a sus brazos, pero estaba equivocado. Veo mi reflejo en el espejo y me doy los últimos toques, mi disfraz me queda muy bien, iba vestida de princesa y me agradaba. Ojala mis amigas no estuvieran molestas conmigo y hablara con ellas, pero gracias a Mich pasaba la mayor parte del tiempo entretenida a su lado. Veo la hora en mi reloj de mano y me doy cuenta de que son las siete de la noche y Mich no tardará en venir.Me doy un último vistazo y sonrío como una idiota emocionada por volver a pasar tiempo con Mich,
Unos chicos pasan a mi lado y me avientan comentarios coquetos pero decidí ignorarlos, aquel llanto llamaba mi atención considerablemente. Cuando llego a los baños, abro la puerta y para mi sorpresa me encuentro con Alison, llorando, desmaquillada, con el pelo enmarañado y mojado, traía un vestido de bruja hermoso, pero estaba roto de la parte del cuello y la falda estaba destrozada.—¡Alison! —exclamo acercándome a ella—. ¿Qué te ha pasado?Alison levanta la mirada y veo como le tiembla el labio inferior.—Ellas... ellas me destrozaron el vestido, se supone que esta era mi última noche con Jean porque... porque...Alison no puede parar de llo
Jean no estaba seguro de lo que iba a ocurrir, intentó decirle, advertirle a Briseida sobre lo que le había dicho su abuela. Ya era tiempo de que ella se enterara de la verdad, pese a las objeciones que pusiera aquella anciana ya no podía estar alejado de ella, ¡la amaba! y encontraría una manera para salvarla, no iba a perderla, no la dejaría a la deriva. Después de que se marchara Alison tenía planeado escupir la verdad de todo, tenía la esperanza de que lo perdonara y lograra entenderlo.Mientras bailaba con Alison, no dejaba de pensar en Briseida y de buscarla con la mirada ¿en dónde demonios de había metido?—Briseida ha hecho esto por mí —le dice Alison en un susurro colgando sus brazos sobre sus hombros.
No dejo de pensar en Jean, cuando me gritó y sabiendo que haría todo por arruinar mi encuentro con Mich, me puse a la defensiva pero ahora, estando tranquila dentro del auto, el recuerdo del rostro lleno de terror que puso Jean, inunda mis pensamientos. Trago saliva y me asomo por la ventana, nos estamos adentrando demasiado deprisa al bosque.—Estás muy seria.La voz de Mich me saca de mis pensamientos profundos. Me giro y observo que está feliz, y eso termina por borrar todo tipo de secuelas que la tristeza ha dejado en mí estos últimos minutos.—No lo estoy —susurro.—Es por Jean, ¿cierto?Su pregunta flota e
—Creo que no podremos hacer mucho si no te quitas la ropa, pero lo haré por ti si eso quieres —suelto una pequeña risita.—Ni hablar —dice Mich apresuradamente quitándose la ropa.Su cuerpo era perfecto, delgado pero musculoso. Sus ojos brillaban y su respiración comenzaba a acelerarse haciendo muy notoria su erección. Me quito el sostén dejando mi cuerpo al descubierto y Mich se acerca a mí, me besa y yo rodeó su cuello con mis manos. Agradecí mentalmente que aquel sitio estuviera rodeado de pasto, mismo que sentí en mi espalda cuando me acostó y se colocó encima de mí. Nuestras lenguas jugaban mientras nuestros cuerpos se moldeaban perfectamente.—Eres tan hermosa.