Quise insistir, que me dijeran que sabían. Pero esa vez decidí callarme, no decir más nada, no pedir nada. Sabía que si tenía que saber algo lo sabría tarde o temprano, de alguna forma me enteraría, si no era por ellos, lo averiguaría yo sola. Eso me lo aseguraba.Pasamos las horas entre bromas y malos chistes de Josh. Y aunque me encontraba concentrada en lo que ellos decían una parte de mí también estaba atenta a la mesa en donde hace un rato había estado sentado el pelinegro.Era estúpido, ni siquiera lo había visto de frente, solo alcance a ver su cabello y espalda. Sin embargo sentía que de algún lado lo conocía, era una especie de corazonada. Como cuando reconoces a una persona de espaldas. Exactamente eso sentía, sin embargo no lo conocía. O eso creía Decidí que por mi salud mental – ya que comenzaba a dolerme nuevamente la cabeza – dejaría de estar tan pendiente de esa mesa, el chico ya se había ido y no volvería. Lili no paraba de hablar de cosas que no entendía del todo, J
EthanYa habían pasado dos años. Dos malditos años. No podía resistirme más, no podía estar lejos de ella, lo intentaba. Pero necesitaba verla siquiera de lejos. El tiempo iba pasando, se estaba acabando y ella aun no me recordaba, la poca esperanza que tenia se iba desvaneciendo.Era irónico un demonio teniendo esperanza. Un sentimiento tan humano.Solo faltaban algunos meses. Esperaba que Rebecca me recordara pronto. Necesitaba tenerla nuevamente entre mis brazos. El pensar en no poder volver a abrazarla o besarla me mataba poco a poco, algo estúpido sabiendo que soy un demonio y es imposible eso. La inmortalidad es uno de mis más grandes castigos. No podría perderla nuevamente.Todo este tiempo me mantuve entre las sombras, cuidándola de lejos, se lo había prometido y no pensaba faltar a mi palabra. Pero no pude resistir mas, necesitaba poder mirarla a los ojos, esos preciosos ojos cafés, tan oscuros como la noche. Sentirla cerca, así que una noche sin pensarlo me dirigí hacia dond
Me sentía como si estuviera en el cielo – no sabía si ese sentimiento le podría afectar o causarle algo a Ethan, después de todo él era un demonio – Me encontraba apoyada sobre su pecho, dibujando sobre sus brazos cualquier tipo de figura que se me viniera a la mente con mis dedos. Habíamos tenido una tarde maravillosa. No quería cortar con esa tranquilidad pero era momento de hablar. No podríamos posponerlo más. Así que armándome de valor empecé con ello.– Estuviste en mi casa ¿verdad? Tú me llevaste desde el sótano hasta mi cama – levante mi mirada para ver sus hermosos ojos dorados. Su cara se mantenía seria. Lo último había sido una afirmación más que una pregunta, recordaba verlo antes de desmayarme, también recordaba como él se acercaba a mi rápidamente antes de tocar el suelo.– Si, estuve en tu casa y en el momento que te desmayaste te lleve a tu habitación. El plan era esperar a que te despierte para que pudiéramos hablar, si es que te acordabas o algo por el estilo. Realm
Aun no quería enfrentarme a Lisa, sabía que teníamos muchas cosas de qué hablar con mi hermana. Tenía muchas cosas que explicarme y yo como siempre tenía muchas preguntas que hacerle. Pero tenía miedo, lo que más me dolía era que el hablar con Lisa por parte significaba confirmar que toda mi vida había sido una mentira. O al menos gran parte de ella. Por lo cual Ethan me ofreció quedarme en su casa hasta que llegue el momento de hablar con mi padre, no quería volver y encontrarme con Lisa, ya a este punto no sabía cómo estaba nuestra relación. La amaba, ángel o humana siempre será mi hermana.Quería hablar con mi padre lo más rápido posible, sentía de alguna forma que se nos podría acabar el tiempo o quizás algún otro ángel aparecía y volvía a complicar las cosas. Por lo cual apresure a Ethan a que intente ponerse en contacto con él. Cuanto más rápido hablara con él, mas rápido se iba a desvanecer esas preguntas que aun quedaban.Ethan me había recomendado que lo mejor para mí en ese
Sentía muchas cosas en ese momento. El poder hablar con mi padre había sido gratificante de muchas maneras. También estaba el sentimiento de rechazo o molestia hacia los ángeles, no solo me habían separado de Ethan dos veces, sino que también me habían separado de mis padres. Sin darme la oportunidad de conocerlos, o al menos a mi madre.Habían pasado casi dos horas hablando con él, al final si pudo quedarse un rato y pudo responder a todas mis preguntas, contándome anécdotas que tenia con mi madre. Después de todo ella era igual de curiosa que yo y eso me emocionaba.Después de hablar casi toda la tarde con mi padre ya era hora de volver a casa. Ahora me tocaba enfrentar a Lisa y es algo de lo que temía, no a Lisa si no a escuchar la verdad saliendo de su boca. No sabía cómo podía terminar esa conversación y eso era lo que me disgustaba y temía, era mi hermana y no quería que lo dejara de hacer.Agradecía que Ethan quisiera estar conmigo en ese momento, pero me negué, aunque lo quisi
Me gustaría decir que me detuve a pensar mi decisión por un segundo. Pero realmente no era así, la verdad es que ya la tenía. Ya había decidido y estaba segura, aunque no iba a negar que doliera un poco, no sabía que podría cambiar con mi decisión. El sueño comenzaba a desvanecerse. Y si eso pasaba la decisión seria de los ángeles. Así que me tuve que apresurar, me adentre rápidamente al pasillo y comencé a correr.Momentos de mi vida comenzaron a aparecer en mi cabeza. Imágenes de mi infancia junto a Lisa y los Smith, el accidente de mis supuestos padres, el mudarnos aquí, la primera vez que vi a Ethan, la aparición de Héctor, la muerte de Victoria, la aparición de mi padre en mi vida. Esas y muchas cosas más que hacían dudar si mi elección había sido la correcta. Pero cada que recordar lo que había elegido, mi corazón daba un salto haciéndome entender que si lo había sido.Llevaba corriendo alrededor de casi diez minutos, recordaba a esas las películas que veía con Lisa, que decían
Aun seguía pensando en las palabras de los ángeles. Para que la oscuridad me reclame debería morir. Para ser sincera eso me asustaba demasiado. No es que me hiciera dudar de mi elección, solo que era extraño, no quería morir, al menos no por ahora.Nunca había pensado en la forma en la cual iba a morir o cuando lo iba a hacer. No me dieron un tiempo determinado ni nada de eso. Solo me dijo que a partir de ahora ellos ya no me iban a reclamar. Por lo cual al morir mi alma iría a donde pertenece, y luego simplemente se fueron.Sentía un vacio en mi estomago, no tendría la valentía para acabar con mi vida por mi cuenta. Sería muy cobarde para eso. Por lo cual decidí vivir mi vida por un tiempo y cuando me sienta lista terminar con todo de una vez.No quería seguir pensando en eso, pero acá me encontraba en mi cama mirando el techo con mi cabeza en cualquier lado. No sabía con exactitud donde mis pensamientos empezaban y donde terminaban. Tenía un remolino en mi cabeza que me era imposib
– ¿Y ahora qué? – pregunto confundida Becca saliendo de los brazos de Ethan, este la miro con el ceño fruncido, no le gustaba cuando se alejaba de sus brazos.– ¿A qué te refieres? – pregunto el demonio.– ¿Que pasara conmigo aquí? ¿Podre subir como lo hace Ethan? – pregunto esta vez mirando hacia su padre, este suspiro sin tener la certeza de que contestarle.– Tenemos un lugar que gobernar hija, no creo que te aburras. Al menos por un tiempo – Becca lo miro agrandando un poco los ojos– ¿Gobernar? – pregunto Becca aun confundida. Ethan a su lado sonrió al ver el desconcierto en la cara de su pareja. En parte su desconcierto tenía que ver con él, nunca había sentido necesario decirle que su padre lideraba una parte del infierno.– ¿Por qué creías que te decía princesa? – se burlo Ethan mirándola con algo de ternura– No lo sé, solo pensé que era un apodo o alguna forma cariñosa de llamarme – dijo Becca en casi un susurro algo avergonzada.Ethan se acerco a ella rápidamente para poder