Aun no quería enfrentarme a Lisa, sabía que teníamos muchas cosas de qué hablar con mi hermana. Tenía muchas cosas que explicarme y yo como siempre tenía muchas preguntas que hacerle. Pero tenía miedo, lo que más me dolía era que el hablar con Lisa por parte significaba confirmar que toda mi vida había sido una mentira. O al menos gran parte de ella. Por lo cual Ethan me ofreció quedarme en su casa hasta que llegue el momento de hablar con mi padre, no quería volver y encontrarme con Lisa, ya a este punto no sabía cómo estaba nuestra relación. La amaba, ángel o humana siempre será mi hermana.Quería hablar con mi padre lo más rápido posible, sentía de alguna forma que se nos podría acabar el tiempo o quizás algún otro ángel aparecía y volvía a complicar las cosas. Por lo cual apresure a Ethan a que intente ponerse en contacto con él. Cuanto más rápido hablara con él, mas rápido se iba a desvanecer esas preguntas que aun quedaban.Ethan me había recomendado que lo mejor para mí en ese
Sentía muchas cosas en ese momento. El poder hablar con mi padre había sido gratificante de muchas maneras. También estaba el sentimiento de rechazo o molestia hacia los ángeles, no solo me habían separado de Ethan dos veces, sino que también me habían separado de mis padres. Sin darme la oportunidad de conocerlos, o al menos a mi madre.Habían pasado casi dos horas hablando con él, al final si pudo quedarse un rato y pudo responder a todas mis preguntas, contándome anécdotas que tenia con mi madre. Después de todo ella era igual de curiosa que yo y eso me emocionaba.Después de hablar casi toda la tarde con mi padre ya era hora de volver a casa. Ahora me tocaba enfrentar a Lisa y es algo de lo que temía, no a Lisa si no a escuchar la verdad saliendo de su boca. No sabía cómo podía terminar esa conversación y eso era lo que me disgustaba y temía, era mi hermana y no quería que lo dejara de hacer.Agradecía que Ethan quisiera estar conmigo en ese momento, pero me negué, aunque lo quisi
Me gustaría decir que me detuve a pensar mi decisión por un segundo. Pero realmente no era así, la verdad es que ya la tenía. Ya había decidido y estaba segura, aunque no iba a negar que doliera un poco, no sabía que podría cambiar con mi decisión. El sueño comenzaba a desvanecerse. Y si eso pasaba la decisión seria de los ángeles. Así que me tuve que apresurar, me adentre rápidamente al pasillo y comencé a correr.Momentos de mi vida comenzaron a aparecer en mi cabeza. Imágenes de mi infancia junto a Lisa y los Smith, el accidente de mis supuestos padres, el mudarnos aquí, la primera vez que vi a Ethan, la aparición de Héctor, la muerte de Victoria, la aparición de mi padre en mi vida. Esas y muchas cosas más que hacían dudar si mi elección había sido la correcta. Pero cada que recordar lo que había elegido, mi corazón daba un salto haciéndome entender que si lo había sido.Llevaba corriendo alrededor de casi diez minutos, recordaba a esas las películas que veía con Lisa, que decían
Aun seguía pensando en las palabras de los ángeles. Para que la oscuridad me reclame debería morir. Para ser sincera eso me asustaba demasiado. No es que me hiciera dudar de mi elección, solo que era extraño, no quería morir, al menos no por ahora.Nunca había pensado en la forma en la cual iba a morir o cuando lo iba a hacer. No me dieron un tiempo determinado ni nada de eso. Solo me dijo que a partir de ahora ellos ya no me iban a reclamar. Por lo cual al morir mi alma iría a donde pertenece, y luego simplemente se fueron.Sentía un vacio en mi estomago, no tendría la valentía para acabar con mi vida por mi cuenta. Sería muy cobarde para eso. Por lo cual decidí vivir mi vida por un tiempo y cuando me sienta lista terminar con todo de una vez.No quería seguir pensando en eso, pero acá me encontraba en mi cama mirando el techo con mi cabeza en cualquier lado. No sabía con exactitud donde mis pensamientos empezaban y donde terminaban. Tenía un remolino en mi cabeza que me era imposib
– ¿Y ahora qué? – pregunto confundida Becca saliendo de los brazos de Ethan, este la miro con el ceño fruncido, no le gustaba cuando se alejaba de sus brazos.– ¿A qué te refieres? – pregunto el demonio.– ¿Que pasara conmigo aquí? ¿Podre subir como lo hace Ethan? – pregunto esta vez mirando hacia su padre, este suspiro sin tener la certeza de que contestarle.– Tenemos un lugar que gobernar hija, no creo que te aburras. Al menos por un tiempo – Becca lo miro agrandando un poco los ojos– ¿Gobernar? – pregunto Becca aun confundida. Ethan a su lado sonrió al ver el desconcierto en la cara de su pareja. En parte su desconcierto tenía que ver con él, nunca había sentido necesario decirle que su padre lideraba una parte del infierno.– ¿Por qué creías que te decía princesa? – se burlo Ethan mirándola con algo de ternura– No lo sé, solo pensé que era un apodo o alguna forma cariñosa de llamarme – dijo Becca en casi un susurro algo avergonzada.Ethan se acerco a ella rápidamente para poder
No había nada más en el mundo entero que se sintiera mejor que estar entre los brazos de Ethan, eran cómodos y cálidos, amaba estar sobre ellos, sentir el calor de su piel, su lenta respiración cuando estaba dormido. Me había enamorado con locura de ese demonio, y no sabía si se trataba por el lazo que nos unía, o por el amor que aún nos quedaba desde hace muchísimos años.Agradecía a la vida, al destino o incluso al cielo por volver a cruzarlo en mi camino. Era gracioso, se suponía que nunca me encontrara con él, por eso la decisión drástica de mudarnos de Chicago a ese pequeño pueblo. Quien podría pensar que nos reencontraríamos en ese lugar. En el lugar donde hace muchísimos años atrás fue nuestro hogar.No tenía ninguna duda sobre la elección que había tomado. Es mas estaba segura que si tuviera que decidir otra vez elegiría exactamente lo mismo, una eternidad junto a mi demonio. Aceptar la oscuridad que tenia dentro.No podía negar que si extrañaría con locura a Lisa, Lili e incl
Aun seguía de espaldas a él no sabía si realmente había escuchado bien y pedía por lo que sea no haberlo hecho. Lentamente me gire para poder verlo, ver si encontraba algún indicio de que se trataba de alguna broma de muy mal gusto.Pero no fue así, su rostro no contaba con ninguna sonrisa o con algo que me dijera que estuviera bromeando.– ¿Qué? – pregunte aun sin saber que decirle con exactitud– Victoria también está aquí – pues no, no había oído mal ni tampoco se trataba de algún juego– No creí que cayera aquí – si, victoria había hecho muchas cosas malas, pero no sé. No esperaba saber que se encontraba en el infierno. El enterarme que estaba aquí generaba algunos sentimientos encontrados – ¿Y de todos los lugares posibles cae en esta parte del territorio? – fue una pregunta algo irónica, no esperaba que Ethan contestara, sin embargo no lo entendió.– Tu padre se encargo de que sea así. Él la reclamo y hablo con la persona que realmente tendría que darle su castigo. No sé realme
Habían pasado algunas horas desde que mi padre me había contado el posible problema que podríamos tener nuevamente con los ángeles. No podría sacarme esa conversación de la cabeza y el que Ethan no apareciera por ningún lugar del castillo no ayudaba, solo aumentaba mis nervios. No sabía en donde el demonio se había metido, pero sentía que tampoco podía estar pendiente de eso, al menos no por ahora.Los ángeles. Victoria, el que Ethan no este. Sentía que mi cabeza estaba a punto de explotar de tantas cosas que tenía que pensar y asimilar.Después de la charla con mi padre y buscar a Ethan por todos lados me di por vencida y subí a mi habitación. No había mucho que hacer en este lugar y por un momento desee que Lili o Lisa estuviera aquí conmigo. Las horas pasaban y el aburrimiento me vencía. Tampoco sabía de la existencia de otra persona o demonio en el castillo con la cual pudiera pasar el rato.Por lo cual decidí dormir, la noche anterior Ethan me había mantenido despierta muchas hor