– ¿Y ahora qué? – pregunto confundida Becca saliendo de los brazos de Ethan, este la miro con el ceño fruncido, no le gustaba cuando se alejaba de sus brazos.– ¿A qué te refieres? – pregunto el demonio.– ¿Que pasara conmigo aquí? ¿Podre subir como lo hace Ethan? – pregunto esta vez mirando hacia su padre, este suspiro sin tener la certeza de que contestarle.– Tenemos un lugar que gobernar hija, no creo que te aburras. Al menos por un tiempo – Becca lo miro agrandando un poco los ojos– ¿Gobernar? – pregunto Becca aun confundida. Ethan a su lado sonrió al ver el desconcierto en la cara de su pareja. En parte su desconcierto tenía que ver con él, nunca había sentido necesario decirle que su padre lideraba una parte del infierno.– ¿Por qué creías que te decía princesa? – se burlo Ethan mirándola con algo de ternura– No lo sé, solo pensé que era un apodo o alguna forma cariñosa de llamarme – dijo Becca en casi un susurro algo avergonzada.Ethan se acerco a ella rápidamente para poder
No había nada más en el mundo entero que se sintiera mejor que estar entre los brazos de Ethan, eran cómodos y cálidos, amaba estar sobre ellos, sentir el calor de su piel, su lenta respiración cuando estaba dormido. Me había enamorado con locura de ese demonio, y no sabía si se trataba por el lazo que nos unía, o por el amor que aún nos quedaba desde hace muchísimos años.Agradecía a la vida, al destino o incluso al cielo por volver a cruzarlo en mi camino. Era gracioso, se suponía que nunca me encontrara con él, por eso la decisión drástica de mudarnos de Chicago a ese pequeño pueblo. Quien podría pensar que nos reencontraríamos en ese lugar. En el lugar donde hace muchísimos años atrás fue nuestro hogar.No tenía ninguna duda sobre la elección que había tomado. Es mas estaba segura que si tuviera que decidir otra vez elegiría exactamente lo mismo, una eternidad junto a mi demonio. Aceptar la oscuridad que tenia dentro.No podía negar que si extrañaría con locura a Lisa, Lili e incl
Aun seguía de espaldas a él no sabía si realmente había escuchado bien y pedía por lo que sea no haberlo hecho. Lentamente me gire para poder verlo, ver si encontraba algún indicio de que se trataba de alguna broma de muy mal gusto.Pero no fue así, su rostro no contaba con ninguna sonrisa o con algo que me dijera que estuviera bromeando.– ¿Qué? – pregunte aun sin saber que decirle con exactitud– Victoria también está aquí – pues no, no había oído mal ni tampoco se trataba de algún juego– No creí que cayera aquí – si, victoria había hecho muchas cosas malas, pero no sé. No esperaba saber que se encontraba en el infierno. El enterarme que estaba aquí generaba algunos sentimientos encontrados – ¿Y de todos los lugares posibles cae en esta parte del territorio? – fue una pregunta algo irónica, no esperaba que Ethan contestara, sin embargo no lo entendió.– Tu padre se encargo de que sea así. Él la reclamo y hablo con la persona que realmente tendría que darle su castigo. No sé realme
Habían pasado algunas horas desde que mi padre me había contado el posible problema que podríamos tener nuevamente con los ángeles. No podría sacarme esa conversación de la cabeza y el que Ethan no apareciera por ningún lugar del castillo no ayudaba, solo aumentaba mis nervios. No sabía en donde el demonio se había metido, pero sentía que tampoco podía estar pendiente de eso, al menos no por ahora.Los ángeles. Victoria, el que Ethan no este. Sentía que mi cabeza estaba a punto de explotar de tantas cosas que tenía que pensar y asimilar.Después de la charla con mi padre y buscar a Ethan por todos lados me di por vencida y subí a mi habitación. No había mucho que hacer en este lugar y por un momento desee que Lili o Lisa estuviera aquí conmigo. Las horas pasaban y el aburrimiento me vencía. Tampoco sabía de la existencia de otra persona o demonio en el castillo con la cual pudiera pasar el rato.Por lo cual decidí dormir, la noche anterior Ethan me había mantenido despierta muchas hor
No sabía con exactitud a que se estaba refiriendo Lisa. Parecía tan desesperaba por hacerme saber lo que estaba sucediendo, y aun así no había logrado entender a que se refería, pero tal parece que Cassandra si lo sabía, su mirada pasó rápidamente a Ethan. Él la miraba con atención, esperando lo que sea que la bruja tuviera que decir.– Estas en serios problemas cariño – Ethan frunció el ceño para luego mirarme pidiéndome en silencio alguna explicación. Papá también la quería, su mirada pasaba de mí a Ethan con preocupación reiteradas veces.– ¿Qué ocurre princesa? – Se atrevió Ethan a preguntarme después de unos minutos ya que ni Cassandra ni yo emitíamos un sonido. Supongo que ambas estábamos intentando procesar lo que había pasado. Ni siquiera sabía con certeza que pasaba. Pero sabía que era algo malo– Dijo algo sobre una pluma – los ojos de papá se abrieron con suma preocupación al oírme para luego mirar al demonio a su lado, el cual parecía que había perdido por completo el colo
Ambas nos quedamos en silencio, tratando de procesar la idea de la bruja. Podía servir, si los ángeles no encontraban la supuesta pluma del demonio no habría nada que quemar, por lo cual Ethan no corría peligro, pero teníamos que apresurarnos.– ¿Es eso posible? – mi corazón saltaba con la sola idea de poder salvarlo. La esperanza brincada en cada parte de mí– Es posible, pero como te dije es peligroso – dijo ella nuevamente intentando desistir de la idea– ¿Pero es posible? – volví a preguntar sin importarme del todo el peligro. Ella rodeo los ojos cansada de mi insistencia.– Si, si es posible niña – dijo ella cansada– ¿Que es posible? – la voz de Mark hizo que ambas nos sobresaltemos, algo asustadas. Este se encontraba apoyado sobre el marco de la puerta de la cocina con sus brazos cruzados sobre su pecho, mirándonos a ambas con algo de duda y desconfianza.– Nada – nos apresuramos a decir ambas. Mierda eso había sonado sospechoso, rogaba para que Mark no se diera cuenta. Papá
Mierda. Era imposible que nos descubrieran dos veces en una situación parecía. Primero mi padre y ahora Ethan. No quería voltear y verlo, después de todo Ethan no sabía absolutamente nada de lo que tenía planeado, no quería decírselo. Sabía que me iba a intentar detener al igual que mi padre. Aun sin quererlo me voltee lentamente, aun así podía sentir los ojos de Cassandra sobre mí. Supongo que esta vez era mi turno de enfrentarme a uno de ellos.Mi demonio tenía el cabello mojado, y nos miraba a ambas con desconfianza. Si, la misma mirada que nos había dado mi padre unas horas atrás.– Hola cariño – le sonreí intentando distraerlo con lo que sea. Sus ojos bajaron a mi cuerpo, seguía igual que la noche anterior, su camisa seguía en mi cuerpo al igual que unos short sumamente cortos.Ethan miro a su alrededor, y justo en ese momento me pude dar cuenta de la situación. Era la primera vez que salía del castillo y podía ver con atención a mí alrededor. A parte de los demonios que parecían
Antes de mudarnos a Mysterious Forest pase gran parte de mi vida en Chicago, una gran ciudad la cual no cuenta con enormes bosques como los que tiene este pequeño pueblo y realmente no creía que iba a extrañar el silencio que el bosque brindaba, si es que en algún momento me iba. Era tranquilizador, nunca me había parecido tan precioso ese lugar como en este momento.Los gritos de ayuda o los que pedían piedad que salían del infierno se silenciaron en el momento que el portal detrás de nosotros se cerró. La brillante luz del sol impactaba en mis ojos y los enormes arboles llenos de vida nos dieron la bienvenida. Era hermoso poder ver toda esa naturaleza viva, en el infierno no existían ese tipo de cosas.– Andando, no queremos cruzarnos con algún cazador – Dijo Cassandra apresurada, Ethan nuevamente tomo el mando de la caminata, por si alguien nos sorprendía. Parecía como si el demonio supiera a donde se dirigía, el recorrido se estaba haciendo en completo silencio.Recordaba las prim