Ambas nos quedamos en silencio, tratando de procesar la idea de la bruja. Podía servir, si los ángeles no encontraban la supuesta pluma del demonio no habría nada que quemar, por lo cual Ethan no corría peligro, pero teníamos que apresurarnos.– ¿Es eso posible? – mi corazón saltaba con la sola idea de poder salvarlo. La esperanza brincada en cada parte de mí– Es posible, pero como te dije es peligroso – dijo ella nuevamente intentando desistir de la idea– ¿Pero es posible? – volví a preguntar sin importarme del todo el peligro. Ella rodeo los ojos cansada de mi insistencia.– Si, si es posible niña – dijo ella cansada– ¿Que es posible? – la voz de Mark hizo que ambas nos sobresaltemos, algo asustadas. Este se encontraba apoyado sobre el marco de la puerta de la cocina con sus brazos cruzados sobre su pecho, mirándonos a ambas con algo de duda y desconfianza.– Nada – nos apresuramos a decir ambas. Mierda eso había sonado sospechoso, rogaba para que Mark no se diera cuenta. Papá
Mierda. Era imposible que nos descubrieran dos veces en una situación parecía. Primero mi padre y ahora Ethan. No quería voltear y verlo, después de todo Ethan no sabía absolutamente nada de lo que tenía planeado, no quería decírselo. Sabía que me iba a intentar detener al igual que mi padre. Aun sin quererlo me voltee lentamente, aun así podía sentir los ojos de Cassandra sobre mí. Supongo que esta vez era mi turno de enfrentarme a uno de ellos.Mi demonio tenía el cabello mojado, y nos miraba a ambas con desconfianza. Si, la misma mirada que nos había dado mi padre unas horas atrás.– Hola cariño – le sonreí intentando distraerlo con lo que sea. Sus ojos bajaron a mi cuerpo, seguía igual que la noche anterior, su camisa seguía en mi cuerpo al igual que unos short sumamente cortos.Ethan miro a su alrededor, y justo en ese momento me pude dar cuenta de la situación. Era la primera vez que salía del castillo y podía ver con atención a mí alrededor. A parte de los demonios que parecían
Antes de mudarnos a Mysterious Forest pase gran parte de mi vida en Chicago, una gran ciudad la cual no cuenta con enormes bosques como los que tiene este pequeño pueblo y realmente no creía que iba a extrañar el silencio que el bosque brindaba, si es que en algún momento me iba. Era tranquilizador, nunca me había parecido tan precioso ese lugar como en este momento.Los gritos de ayuda o los que pedían piedad que salían del infierno se silenciaron en el momento que el portal detrás de nosotros se cerró. La brillante luz del sol impactaba en mis ojos y los enormes arboles llenos de vida nos dieron la bienvenida. Era hermoso poder ver toda esa naturaleza viva, en el infierno no existían ese tipo de cosas.– Andando, no queremos cruzarnos con algún cazador – Dijo Cassandra apresurada, Ethan nuevamente tomo el mando de la caminata, por si alguien nos sorprendía. Parecía como si el demonio supiera a donde se dirigía, el recorrido se estaba haciendo en completo silencio.Recordaba las prim
Y tal como había hecho esa vez con Lisa paso exactamente lo mismo con David, sujetando fuerte la mano de la bruja poco a poco comencé a recordar los pocos momento que había tenido con el ángel, desde el día que vivieron a darme la noticia a mi casa, la charla en la cocina con mi hermana y por último el ultimo sueño que había tenido, en el cual él me había dicho que iba a ayudarme.Poco a poco pude divisar a David, su entorno no era claro y no pude ver claramente donde se encontraba, parecía ser parte del bosque. La visión no mejoraba y supuse que era porque no tenía demasiados recuerdos con el ángel, por lo cual no podría crear un vinculo lo suficientemente fuertePara nuestra suerte el ángel llego a verme. Rápido se acerco a donde estaba, entendía lo que pasaba. El asintió– Es momento David – solamente pude decirle eso antes de que la conexión se cortara del todo.– Lo siento – dije apenas se corto, Cassandra me sonrió, sin embargo eso no me hacía sentir bien. Sentía que había arrui
Lo primero que podía decir era que el cielo no era como creí que seria. Me imaginaba un lugar donde predominaba el color blanco, que no había edificaciones, ni arboles. Pero la verdad era que el cielo parecía ser una copia exacta de la tierra. Parecía como si estuviéramos en el enorme bosque del pueblo. Solo que todo se veía como más espeso, era raro de explicar.Lo que si se sentía diferente era el ambiente, la paz, la tranquilidad. También era raro, me gustaba estar en el bosque pero en este bosque se sentía diferente. La paz predominaba en el lugar en vez del color blanco. El sentimiento de paz entraba por cada poro de nuestros cuerpos, y podía apostar que Ethan se sentía igual de relajado que yo. Lo podía notar en sus hombros y en cómo se cerraban sus ojos.En el lugar no había el más mínimo ruido, ni siquiera se escuchan a los típicos animales del bosque, no había absolutamente nadaCaminamos por unos minutos. David ya nos había dejado, volvería a su lugar para que no pareciera s
– Hola mamá – ella sonrió con demasiada alegría antes de terminar por cortar la distancia que había entre nosotras. Sus brazos rodearon con fuerza mi cuerpo y yo le devolví el abrazo de la misma forma. Sentía como si comenzaba a formar el tal nudo de la angustia en mi garganta. No teníamos mucho tiempo, sin embargo no quería alejarme de ella en ese momento.– Sabía que eras tú cariño – dijo ella en medio de un sollozo, apretando con más fuerza, parecía como si quisiera fundirme en su piel. Joder casi ni la conocía pero desde que me entere cual había sido mi vida, realmente la necesite. Sabía que ella pudo haberme ayudado de muchas maneras en cómo lidiar con esta nueva identidad que me estaban dando.– ¿Nos viste? – fue mas una aclaración que pregunta. Mamá se alejo de mí para poder mirarme con más atención, repasándome una y otra vez. Ella sonrió aun más si eso era posible– Fue gracioso ver cómo te escondías con rapidez. Pero si cariño, soy tu madre podría reconocerte entre miles de
Sentía como si mi corazón estuviera a punto de salirse de mi pecho. Intentaba calmarme de alguna manera, pero era como si mi respiración estuviera estancada, mi cabeza iba a mil por horas, creyendo que tal vez mi estúpida imaginación había hecho que no viera la pluma. Pero para mi desgracia era verdad.Mantenía los ojos dentro del archivo de Ethan, creyendo que quizás así la pluma mágicamente aparecería frente a mis ojos, pero por más que miraba no ocurría. La pluma definitivamente no estaba, y la vida de mi demonio podría estar corriendo peligro en este mismo instante.– Cariño, respira – me pedía mamá algo desesperaba mientras intentaba hacerme entrar a la fuerza en razón. Podía escuchar su voz pero esta sonaba como si estuviera lejos. Se me estaba haciendo difícil volver, en cuanto mas intentaba volver a la realidad más lejana se hacía. Mi cabeza solo pensaba en cosas negativas y por más que intentara no podía salir del transe en el que me encontraba. Esto no podía terminar así, me
MierdaMierdaMierda, es lo único que pasaba por mi cabeza en ese momento, frente a nosotras parado justo en la puerta igual de asombrado que nosotras dos se encontraba un ángel que no había visto nunca. Sus ojos me miraron con desconfianza y algo de temor, para pasar a Amanda la cual en menos de un segundo había cambiado por completo la cara. No se veía asustada, si no confiada pero un poco confundida, pero no por el ángel, su cara de confundida iba dirigida a mí.El ángel miro hacia atrás quizás para buscar si estábamos con alguien más, mamá rápidamente me quito la pluma que había escondido a mis espaldas y se la coloco dentro de la ropa justo a tiempo, antes de que el ángel volviera la atención hacia nosotras. – ¿Que hacen ustedes aquí? – pregunto el ángel cuando se recupero de su estado, su atención estaba por completo en nosotras, la miraba a Amanda desconfiado– Yo vine a intentar hablar con Miguel, hay mucho revuelo en la sala y preferí esperarlo aquí – dijo segura mamá, la mi