Sentía como los rayos del sol me daban en la cara, pero aun así no me quería mover. Me encontraba realmente cómoda, estaba a gusto. Hasta que sentí como un brazo se instalaba en mi cintura fuertemente. Al abrir los ojos me di cuenta que me encontraba en la ya conocida habitación de Ethan, con los brazos de él sujetando mi cuerpo.Mi memoria viajo a lo sucedido del día anterior, Ethan era insaciable pero también reconozco que estaba esperando a que despierte para hacerlo otra vez. Sin embargo sabía que el dolor entre mis piernas me lo iba a impedir. Ethan no calzaba nada mal…Así que por ahora se me conformaría con el recuerdo de lo que hicimos, el pensar lo que había sucedido hacia que una felicidad inmensa se abre paso en mi interior. Extrañamente me sentía completa, como si al fin hubiera encontrado lo que tanto buscaba y lo entendí cuando la voz de Ethan diciéndome que este donde este me volvería a encontrar resonó en mí cabeza.Decidí dar media vuelta y ponerme cara a cara con Eth
Los primeros días de la desaparición de Victoria había sido un verdadero caos. La oficina de seguridad había creado un grupo de búsqueda y rescate, la mayoría de los habitantes de ese pequeño pueblo habían participado en la búsqueda. Yo incluida, me sentía realmente mal, hipócrita. Culpable de saber qué es lo que realmente había pasado y sin poder decir absolutamente nada. Hubo momentos en el que quería gritar toda la verdad, decirles que yo sabía en donde estaba, contar como habían pasado las cosas. Que ella junto a otra persona me habían secuestrado y que murió cuando intento matarme. Pero Ethan me frenaba, asegurándome que él se iba a encargar.En el instituto no se hablaba de otra cosa que no sea Victoria Jones. La noticia de lo que había sucedido fue una novedad para todas las personas del instituto. Todo el mundo hablaba de ella. Los comentarios dejaban mucho que desear. El primer mes los padres de Victoria aparecieron todos los días en diferentes canales de televisión para ped
– ¿Que haremos entonces? – pregunto una de las mujeres que se encontraba al fondo de la enorme sala iluminada– Buscaremos la forma de eso no cabe duda – dijo el que parecía estar liderando la reunión, los ángeles estaban descontrolados, cada uno tenía una forma diferente de querer solucionar el problema con el demonio. – ¿Cuántas veces vamos a tener que hace esto con ellos? – pregunto uno de los ángeles que no había abierto la boca por miedo a que lo saquen de la sala.– Las que sea necesario David – todos los ángeles lo miraban. David no estaba del todo de acuerdo, ya lo había separado una vez. El que ellos se volvieran a encontrar ya era otra cosa, el sentía que los ángeles no tenían porque meterse ya.– ¿Tenemos una orden de los demás guardianes? – Todos lo miraban con desacuerdo por su pregunta. Prefirió dejar de preguntar y hacerse a un lado, después de todo se haría lo que la mayoría quisiera.– ¿Que haremos ahora? ¿Enviar nuevamente a Héctor?– No, él ya no nos sirve. Ya lo
Pasaron dos años desde que desperté de ese extraño coma. Bueno, no estaba segura si realmente había sido un coma, lo único de lo que si estaba segura es que no recordaba absolutamente nada. Lo que si recordaba, fue sentir la desorientación de despertar ese día.FLASHBACK(Dos años atrás)Me dolía demasiado la cabeza, un zumbido insoportable se oía a la distancia. Sentía como si los ojos me pesaran, me resultaba difícil abrirlos. Pero después del segundo intento lo logre, al abrirlos completamente una luz demasiado brillante hizo que los vuelva a cerrar con fuerza. Intentando por última vez los fui abriendo lentamente acostumbrándome a la fuerte luz, por suerte esa vez se volvió más soportable con forme pasaban los minutos.Al mirar a mi alrededor las paredes blancas y los cables que salían de mi cuerpo para conectarse a una maquina me daban a entender que estaba en un hospital, aun así no entendía que hacia allí, no recordaba porque estaba en esa situación.A mi lado en un sillón que
Me desperté sobresaltada. Después de todo si había sido un sueño, pero de solo pensarlo hacia que un escalofrió me recorriera por completo. Algo me decía que se podría tratar de algo más que un simple sueño. El recuerdo de ese hombre hacia que mi corazón se aceleraba de una forma extraña. No entendía quien era él y que es lo que quería. Si, lo sé quizás si solo se trataba de un sueño cualquiera, algo inventado por mí subconsciente. Quizás y solo quizás se trataba de algo dentro de mí queriendo encontrar respuestas hacia lo que sea que me había pasado.Pero lo que mi cabeza estaba tratando de inventar o crear no tenía sentido. ¿Ese hombre mi padre? Eso era imposible, mi padre estaba muerto y al biológico nunca lo conocí, era imposible que mi cabeza le ponga rostro a alguien que nunca vi.No sabía cómo era eso posible, o si quiera si lo era, ni algo por el estilo. Necesitaba dejar de pensar en eso y volver a dormir ya que al otro día tendría universidad. Si había comenzado una carrera
Quise insistir, que me dijeran que sabían. Pero esa vez decidí callarme, no decir más nada, no pedir nada. Sabía que si tenía que saber algo lo sabría tarde o temprano, de alguna forma me enteraría, si no era por ellos, lo averiguaría yo sola. Eso me lo aseguraba.Pasamos las horas entre bromas y malos chistes de Josh. Y aunque me encontraba concentrada en lo que ellos decían una parte de mí también estaba atenta a la mesa en donde hace un rato había estado sentado el pelinegro.Era estúpido, ni siquiera lo había visto de frente, solo alcance a ver su cabello y espalda. Sin embargo sentía que de algún lado lo conocía, era una especie de corazonada. Como cuando reconoces a una persona de espaldas. Exactamente eso sentía, sin embargo no lo conocía. O eso creía Decidí que por mi salud mental – ya que comenzaba a dolerme nuevamente la cabeza – dejaría de estar tan pendiente de esa mesa, el chico ya se había ido y no volvería. Lili no paraba de hablar de cosas que no entendía del todo, J
EthanYa habían pasado dos años. Dos malditos años. No podía resistirme más, no podía estar lejos de ella, lo intentaba. Pero necesitaba verla siquiera de lejos. El tiempo iba pasando, se estaba acabando y ella aun no me recordaba, la poca esperanza que tenia se iba desvaneciendo.Era irónico un demonio teniendo esperanza. Un sentimiento tan humano.Solo faltaban algunos meses. Esperaba que Rebecca me recordara pronto. Necesitaba tenerla nuevamente entre mis brazos. El pensar en no poder volver a abrazarla o besarla me mataba poco a poco, algo estúpido sabiendo que soy un demonio y es imposible eso. La inmortalidad es uno de mis más grandes castigos. No podría perderla nuevamente.Todo este tiempo me mantuve entre las sombras, cuidándola de lejos, se lo había prometido y no pensaba faltar a mi palabra. Pero no pude resistir mas, necesitaba poder mirarla a los ojos, esos preciosos ojos cafés, tan oscuros como la noche. Sentirla cerca, así que una noche sin pensarlo me dirigí hacia dond
Me sentía como si estuviera en el cielo – no sabía si ese sentimiento le podría afectar o causarle algo a Ethan, después de todo él era un demonio – Me encontraba apoyada sobre su pecho, dibujando sobre sus brazos cualquier tipo de figura que se me viniera a la mente con mis dedos. Habíamos tenido una tarde maravillosa. No quería cortar con esa tranquilidad pero era momento de hablar. No podríamos posponerlo más. Así que armándome de valor empecé con ello.– Estuviste en mi casa ¿verdad? Tú me llevaste desde el sótano hasta mi cama – levante mi mirada para ver sus hermosos ojos dorados. Su cara se mantenía seria. Lo último había sido una afirmación más que una pregunta, recordaba verlo antes de desmayarme, también recordaba como él se acercaba a mi rápidamente antes de tocar el suelo.– Si, estuve en tu casa y en el momento que te desmayaste te lleve a tu habitación. El plan era esperar a que te despierte para que pudiéramos hablar, si es que te acordabas o algo por el estilo. Realm