Capítulo 3.
Cuando sus labios se unieron, fue como si un volcán estallara dentro de ellos, la pasión que había permanecido guardada resurgió con una fuerza descomunal, no querían que ese momento terminara jamás, pues al sentir el calor de su piel, ese contacto tan íntimo que tanto habían añorado, se estaba haciendo presente como recordatorio de ese inmenso amor que se tenían.
Las miradas de la gente estaban sobre ellos, pero no les importó, él, la abrazaba con fuerza, como si no quisiera dejarla ir, y ella se aferraba a su cuello guardando en su memoria cada instante, Luke, la miraba con un brillo de deseo desesperado en sus ojos, y su boca se aferraba a la de Elisa con frenesí.
De pronto, una llamada insistente rompió la magia que se había producido entre ellos, , él se separó bruscamente de ella, regresando a Elisa al presente.
-Deberías contestar, podría ser algo importante -dijo Luke con la respiración agitada.
Elisa respiró profundo, tratando de recomponerse, miró la pantalla de su celular y vio que la llamada era de su madre, pero como marcaba en forma insistente decidió contestarle.
-Hola mamá.
-Elisa, tienes que venir al hospital, ha ocurrido una desgracia, tu hermana, mi pequeña niña, ha intentado quitarse la vida -decía Clarisa fuera de sí.
-¿Pero qué estás diciendo mamá?, eso no puede ser, no te preocupes voy inmediatamente para allá.
Elisa estaba desconsolada, esa noticia la había devastado, se sintió culpable por haber reprendido tan severamente a su hermana, y ahora el solo hecho de pensar en perderla, le causaba un profundo dolor.
-¿Qué sucede Elisa? -le dijo Luke sacándola de su estupor.
-Es mi culpa Luke, Ana intentó suicidarse, y si algo le pasa yo no podré perdonármelo nunca.
-Nada va a pasarle, y tú no tienes por qué culparte -le respondió él abrazándola después.
Luke se estaba comportando como antes, como cuando estaban juntos, y eso enternecía el corazón de Elisa.
Partieron rumbo al hospital y durante el trayecto ella no dejó de llorar, Luke sostenía su mano como señal de apoyo y la miraba con infinita ternura.
Cuando estaban frente a su madre, Clarisa no desperdició la oportunidad de culparla por lo que estaba pasando, se encontraba fuera de sí y le hablaba de forma hiriente.
-Todo esto es tu culpa, sino hubieras tratado de esa manera a tu hermana, ella jamás hubiese hecho algo como lo que hizo, y ahora está muy grave, perdió mucha sangre, y los médicos no saben si se va a salvar.
-Ya vasta -dijo Luke indignado por lo que acababa de decir Clarisa -. Elisa hizo lo correcto, y en todo caso, la culpable eres tú, por no estar pendiente de Ana, siempre le permitiste que hiciera lo que se le daba la gana, incluso esa absurda relación con Billy, sin importarte que él estuviera casado, así que no vengas ahora a querer victimizarte.
-Eres muy injusto conmigo Luke, si yo permití lo de mi hija con tu hermano, es porque ellos se aman, él le prometió que se divorciaría para formalizar con Anita, pero cuando Elisa se enteró lo estropeó todo.
-Por favor Clarisa, no me vengas con esas cosas, tu perfectamente sabes que Billy no se va a divorciar, eso arruinaría además de la reputación de nuestra familia, la relación con uno de nuestros más importantes socios comerciales, que es el padre de Valeria, la esposa de mi hermano, ella sabe de sus infidelidades y se las deja pasar porque no se trata de nada serio, y porque sabe que él nunca la dejará, entre ellos no hay amor, pero sí un acuerdo que no va a romper por ninguna mujer, así que olvídalo.
-Entonces ese canalla se burló de mi pequeña, es un maldito, jugó con sus sentimientos, y ahora ella está aquí, debatiéndose entre la vida y la muerte, vociferó Clarisa con su habitual tono melodramático.
-No tiene caso decirle nada Luke, mi madre jamás entrará en razón, a ella solo le importa su propia estabilidad, nunca se ha preocupado por nosotros, espetó Elisa con una gran tristeza en el rostro.
-Eres una ingrata, siempre he hecho todo lo que está a mi alcance para que ustedes estén bien, la única que parece darse cuenta es mi Anita, y ahora tal vez la pierda y me quedaré completamente sola, porque contigo no cuento -le respondió Clarisa intentando manipularla.
-Siempre has sido una excelente actriz Clarisa, pero a mí no me engañas, sé perfectamente cómo actúas, así que mejor deja de fingir que eres una buena madre -dijo Luke encarándola.
Clarisa intentaba por todos los medios justificar su comportamiento, necesitaba quedar bien con Luke, su posición y su dinero le interesaban en gran medida, y quería que su hija regresara con él a toda costa.
Luke la detestaba, nunca le gustaba tener contacto con ella, al menos que fuese estrictamente necesario, Clarisa siempre conseguía todo a través de Elisa, y siempre que ella se lo pedía él no era capaz de negarle nada, así que muy a su pesar tenía que cumplirle todos sus caprichos a la que por mucho tiempo fue su suegra.
El doctor salió para darles información sobre Ana, Clarisa comenzó a llorar para llamar la atención, era una mujer manipuladora e hipócrita, siempre acostumbrada a salirse con la suya.
-Familiares de Ana Andrews -dijo el doctor.
-Si doctor, soy su madre -contestó Clarisa entre sollozos exagerados.
-La paciente está estable, pero el bebé no sobrevivió -declaró el doctor dejando a todos conmocionados por la noticia.
-¿Cuál bebé?, no de que habla doctor, si mi hija hubiese estado embarazada yo lo habría sabido, seguro se equivoca -señaló indignada.
-Ya basta madre, no es momento para tus escenitas, ahora lo importante es ayudar a Ana a salir adelante -respondió su hija tratando de calmarse.
-Ahora debe estar tranquila, no debe hacer esfuerzos, ni recibir disgustos, está en un fuerte estado depresivo, y tendrá que ser tratada por un especialista en la materia.
-No se preocupe doctor, haremos todo lo que sea necesario con tal que mi hermana esté bien.
-Qué vergüenza, una hija mía embarazada sin estar casada, nadie debe enterarse de esto, no imagino lo que dirían nuestras amistades en el club si esto llegara a saberse.
Luke y Elisa no soportan escuchar a Clarisa, así que se alejan para hablar de lo que está pasando entre sus familias y para ver de qué forma lograrán resolverlo.
Capítulo 4. Estos días habían sido muy difíciles para Elisa, desde lo que pasó con Ana no quiso separarse de su lado, y a pesar de que su hermana no quería ni verla, ella seguía cerca por cualquier cosa que pudiese necesitar. Con Clarisa no podían contar, pues aun cuando Ana era su preferida, ella no estaba dispuesta a cuidarla , así que le endilgó la responsabilidad a Elisa, y ella solo se presentaba un rato durante el día para guardar las apariencias. Luke siempre estuvo muy pendiente tanto de Elisa como de Ana, le llamaba seguido para estar al tanto de su recuperación, acordaron que juntos solucionarían lo que estaba sucediendo y le dijo que él se encargaría de Billy.Llegó el día de salir del hospital, y cuando Elisa fue a recepción a cubrir el costo de los gastos médicos, se encontró con que Luke, ya había cancelado la factura. -Vamos Ana, llegó el momento de ir a casa -le dijo Elisa a su hermana con voz dulce. -No quiero ir a ningún lado contigo, dile a mamá que venga a bus
Capítulo 5. El peor miedo de Elisa se hizo presente, ya que Luke estaba del coche y se acercaba hacia donde ella se encontraba, lo miró y una holeada de emoción se dejó sentir, por una parte le preocupaba lo que él pudiera pensar sobre su presencia en la que había sido su casa, y por otro lado la sensación de verlo la hacía estremecer, él la miró, y un gesto de sorpresa se dibujó en su rostro. -¿Qué haces aquí? -preguntó Luke intrigado. Ella no sabía que contestar, le daba vuelta a los pensamientos para poder encontrar las palabras precisas. -Necesitaba respirar aire fresco, estos últimos días han sido muy estresantes -dijo ella. Luke observó una mueca de dolor en la cara de Elisa y preocupado se acercó un poco más para ayudarla. -¿Estás bien? -Estaba distraída, tropecé y me lastimé el tobillo. Sin mediar palabras, Luke la tomó en sus brazos y la llevó a la casa, Hana los vio e inmediatamente se ofreció a ayudarlos. -Elisa se lesionó el tobillo, necesitamos un poco de hi
Siempre fuiste tú. Capítulo seis.Al ver el nombre de la prometida de Luke en la pantalla de su celular, Elisa sintió como le hervía la sangre al imaginarse a esa mujer con el que había sido su marido, sabía que ya no tenía ningún derecho, y sin embargo no podía evitar que le doliera.Luke se apartó un poco para contestar la llamada, dejando a Elisa con una profunda tristeza.– ¿Qué pasó Diana?–preguntó Luke furioso por la interrupción.– ¿Y todavía me preguntas?, habíamos quedado de cenar juntos en casa de mis padres, no puede ser que lo hayas olvidado –le recriminó ella.– Tuve cosas que hacer Diana, por ahora no podré acompañarte, tal vez luego –dijo Luke cortando abruptamente la comunicación.El regresó junto a Elisa, quería seguir la charla donde la dejaron, pero ella no estaba dispuesta, se le veía visiblemente molesta y lo miraba con una profunda decepción aunado al dolor que estaba experimentando.– Necesito qué me aclares eso qué dijiste Elisa, ¿piensas que a estas alturas vo
Siempre fuiste tú. Capítulo siete.Elisa se encontraba en una encrucijada, estaba entre cumplir con la razón que le indicaba que ese hombre ya no le pertenecía, o dejarse llevar por sus instintos y por todo el mundo de sensaciones que Luke le provocaba, sabía que si sucumbía ante él, al día siguiente llegaría el arrepentimiento, pues volverían a ser dos extraños cuando las dudas aparecieran ante sus ojos.– Elisa, te extraño, sólo quiero estar contigo –decía él en su delirio.– No sabes lo que dices, Luke –espetó ella nerviosa por su cercanía.Pero Luke en ese momento no entendía razones, y sólo se dejó llevar por lo que inconscientemente estaba experimentando, por más esfuerzos que Eliza hacía por resistirse.Sus labios se encontraron, hambrientos de deseo, mientras la besaba no pudo mantenerse indiferente ante la pasión descomunal que su ex esposo despertaba en ella. Los besos y caricias aumentaron de tono, y la intensidad desbordaba sus cuerpos que se reclamaban y que parecían adq
Siempre fuiste tú. Capítulo 8 Elisa se quedó estupefacta cuando vio la imponente figura de su exmarido en la puerta, las emociones le estaban jugando una mala pasada, entre el alcohol y la nostalgia comenzó a sentirse insegura. – ¿Qué haces aquí Luke? –preguntó ella. – Olvidaste el collar qué te obsequió tu papá –respondió Luke mirándola de arriba abajo. – Gracias por traérmelo, este collar es muy importante para mí, es uno de los pocos recuerdos que tengo de mi papá –respondió agradecida. – Lo sé, ¿puedo pasar o estás acompañada? –la interrogó. – Tengo compañía –expresó ella con doble intención. – Entonces no te interrumpo más –comentó Luke bastante molesto. Cuándo él se disponía a marcharse, Karen intervino salvando la situación. – En efecto guapo, Elisa está acompañada pero por mí, así que no tienes que preocuparte, yo ya me iba –dijo ella mientras se marchaba para dejarlos a solas. Luke se sintió avergonzado por lo que acababa de ocurrir, se estaba comportando como un ex
Siempre fuiste tú. Capítulo nueve.Después de la escena de celos que le hizo Toni en el ascensor, Elisa subió a toda prisa a la oficina, estaba sumamente molesta con él, jamás se espero una reacción como esa, en todo el tiempo de conocerle nunca antes se había comportado de una manera tan extraña. Abrió la puerta, todavía la impresión se dibujaba en su rostro, Karen la miró, y no pudo evitar preguntarle acerca de lo que había ocurrido.– ¿Qué te pasó? Pareciera que viste un fantasma – exclamó Karen preocupada.– Estoy furiosa, iba llegando a la empresa cuando Tony me interceptó, y hubieras visto la escena de celos que me armó, como si él tuviera algún derecho sobre mi – contestó Elisa bastante molesta.– Hasta que al fin te das cuenta, llevo mucho tiempo diciéndote que ese hombre se muere por ti, y tú te empeñabas en negarlo– Señaló Karen.– No tiene ningún derecho a comportarse de esa forma, yo jamás le he dado motivos para que piense algo que no es, sabe que sólo lo veo como mi jefe
Siempre fuiste tú. Capítulo 10.Diana nunca imaginó encontrarse a su prometido con otra mujer, lo que había visto era algo imperdonable, no entendía cómo Luke podía estarle haciendo algo semejante, precisamente a ella, una mujer refinada, de alta sociedad, hija de uno de los empresarios más importantes del país, por lo que pudo presenciar, la mujer con la que supuestamente la estaba engañando, era alguien insignificante, totalmente opuesta a la posición de su futuro esposo.– ¿Pero qué significa esto? – Preguntó indignada.– ¿Qué haces aquí Diana?, ¿Acaso me estás siguiendo? – Le recriminó.Diana miró a Elisa de arriba a abajo con desprecio, y después se dirigió a Luke.– No estás en condiciones de pedirme ninguna explicación, eres el menos indicado para reprocharme algo, estoy esperando que me contestes, ¿quién es esta mujer? – Volvió a preguntar echando chispas por los ojos.– Quiero que te vayas Diana, luego hablaremos tú y yo – exigió él.– por supuesto que no me iré hasta no reci
Siempre fuiste tú. Capítulo 11.La noche estaba cargada de electricidad, resultaba propicia para que el amor qué estaba oculto desde que se divorciaron pudiera renacer con más fuerza que nunca. Él la miraba de una forma especial, y ella no podía resistirse al encanto natural que ese hombre poseía.– Espero que las cosas con tu prometida se hayan solucionado – dijo Elisa de repente.– No quiero hablar de ese tema ahora – contestó él.– No veo de qué podamos hablar tú y yo, y si saco este tema a la luz es porque resulta necesario, ella no se encontró en tu casa y surgió aquel malentendido, y ya te dije que no me gusta que se piensen cosas de mí que no son– dijo ella.– No tengo que darle explicaciones a nadie Elisa, me conoces perfectamente y sabes que no me gusta que me controlen, y no tengo porque hacer excepciones con Diana – explicó.– Pues deberías, al fin de cuentas te vas a casar con ella y es mejor que las cosas estén claras entre los dos – contestó.– ¿Por qué te preocupa tanto