No era quisquillosa con la comida, en el extranjero comería lo que sobrara cuando trabajaba de mesera en un restaurante, y bebería solo agua cada vez que pudiera acceder a ella gratis.Sin una buena cobertura médica y un embarazo avanzado, era eso o volver a casa.Por suerte conoció al Doctor Park o con su presupuesto, no habría sobrevivido al parto de las niñas.Miró por la ventana.A su madre le gustaba la lasaña y su padre la cocinaría el último domingo del mes, sin excepciones.Había comido un tercio de lo que había en el plato.Nunca jamás probó una lasaña como la de su padre, por eso jamás le contó a nadie que era su comida preferida.¿Cómo lo supo Pietro?Acomodó las almohadas detrás de ella, y se recostó. Demasiado cansada como para acomodar todo de inmediato.La noche se veía despejada y serena del otro lado del cristal.Notó que una de sus muñecas estaba roja.El Doctor Park ajustó bien las tiras cuando la inmovilizó en la camilla.Practicaba yoga y meditaba con frecuencia c
- Pero solo nos habíamos visto un par de veces - Lily parpadeó varias veces ante la visión de Pietro, con la espalda encorvada y sus hombros caídos mientras ocultaba su rostro entre sus manos.- El compromiso entre las familias me daría tiempo para acercarme a ti y todo iba bien - la miró avergonzado, pero volvió a mirar sus palmas - incluso hablamos con tu tía para comprometer a Pablo y Samantha- Recuerdo eso- Pero luego, de la noche a la mañana, él convenció al anciano de que lo más apropiado sería comprometer a la mayor de ustedes con el mayor de nosotros para que la diferencia de edades no fuera cuestionada.- Nunca supe por qué cambiaron eso, Pablo tenía la misma edad de Samantha, así que pensé que solo los comprometerían a ellos, así que cuando me sugirió que nos conociéramos más, yo creí que de verdad había algo más.- El abuelo creyó que no me negaría a un matrimonio que yo mismo había sugerido, por eso anunció mi matrimonio con Samantha antes de tu noviazgo con Pablo.- Eso
- Lily, Pietro vino a casa con sus hombres, se llevaron a las niñas – Rose comenzó a contarle desde antes de entrar a su habitación.Lily se sorprendió por lo que su amiga le contaba y busco apresurada su teléfono.Había accedido a ese matrimonio, pero seguía siendo una relación contractual, no iba a permitir que Pietro creyera que podría tomar decisiones sobre sus hijas.- Pietro – soltó en cuanto la llamada conecto, con una mano sobre su cadera y dando golpecitos nerviosos contra el piso con la punta del pie – Las niñas...- Están conmigo – la suavidad de la voz de Pietro, la tomo desprevenida – Creí que sería mejor cuidarlas hoy para que Rose te acompañe en el hospital mientras estoy en la oficina.Lily se sostuvo del respaldar de la camilla.- No era necesario…- No quería que estuvieras solaNo tenía ni la menor idea de cómo era estar acompañada.- Pero no puedes decidir algo así tú solo, yo…- No quería despertarte- Cuando se trata de las niñas tienes que consultarme- No querí
- Han pasado cinco años y sigo sin entender ni una sola palabra de lo que dices – chasqueó con la lengua- ¡Sé bien que viniste por él!Lily se reía al ver la ira en los ojos de Samantha- ¿Le paso algo, señorita Loren? No se ve bienSamantha le agarro del pelo.- No eres más que humo Samantha – se burló – no podrías hacer nada sin toda esta gente- Y tú no eres más que una mosca en mis manos- No te entusiasmes tanto, vine a recuperar lo que es mío - No te saldrás con la tuya- ¿Y si ya lo hice? – levanto una ceja, sugerenteSamantha temblaba de rabia“¿Cómo es que aún está de humor para reír?”- ¿Qué se siente ser una impostora? - ¿Una campesina se atreve a hablarme de esa manera? – espetó y el guardia cubrió la boca de LilyAunque Lilian la enfrentaba, la verdad es que se estaba esforzando de más otra vez, no sabía cuanto más iba a aguantar antes de que su cuerpo se quedara sin energías.Lily le hizo una seña para que la dejaran hablar.El guardia aflojó la presión sobre su boca
Ambos olvidaron la cena y se saltaron el desayuno mientras Lily salía del hospital.- Subiremos en el segundo – Pietro la guío delante de una fila de autos – es por protocolo- ¿No es obvio que nunca vas en el último ni el primero?- Necesito ojos al frente y alguien que me cuide la espalda, no intento mezclarme – le explicó.- Oh… con que es así Pietro le abrió la puerta del asiento trasero y espero a que ella subiera bajo la miraba atónita de todos sus guardias.- Señor Vermont, ¿Iremos a la of… of…? – El chofer se atragantó cuando miro por el espejo retrovisor.Creyó que su jefe solo se detendría en el hospital un momento y volvería a la oficina. - …- Vamos al departamento del Señor Vermont – el secretario Han se acomodó en el asiento del copiloto.- Por… Por supuesto- Pietro – Lily hablo por lo bajo y el conductor pisó los frenos de repente.“¿Lo llamo por su nombre?”Intentó ojear lo que sucedía en asiento trasero, pero se encontró con la mirada asesina de Pietro.Sabía que a
El secretario Han monitoreaba la situación del auto enfrente y se giró para informarle a Pietro que terminarían pronto de cambiar un neumático roto, justo cuando Lily trepaba sobre él.La respiración de Pietro se tornó más pesada, perdido en la profundidad de los ojos negros de Lily.El Doctor Park le había explicado que gran parte de la medicación de Lily afectaba de manera directa a sus hormonas, y que cuando estaba bajo el efecto de la anestesia o cambiaban la medicación que le administraban después de cada punción, manifestaba cierto interés sexual o episodios de llanto desconsolado.No quería precipitarse ni asustarla, así que no sabía qué hacer.“No creería todo lo que sucede en el quirófano bajo el efecto de la anestesia que no sale en esos informes” le había dicho Matthew.“¿Se refería a esto?” Se preguntóLily se detuvo a un centímetro de sus labios, podían sentir el aliento del otro. Pietro acarició su mejilla, incapaz de quedarse quieto. Todo su rostro parecía caber en su
Lily Y Pietro se miraron con los ojos desorbitados.- …- ¡Traba las puertas! – le dijo LilyPietro se abrochó su pantalón, Lily acomodó su corpiño.En un minuto Pietro estaba listo, impecable, como si nada hubiera sucedido, pero Lily, avergonzada, enterraba su rostro entre sus manos.- Lily – Pietro se preocupó – lo siento, no debí aprovecharme del momento… yo - ¿Por qué no desprendiste mi camisa? ¡Cómo voy a salir así Pietro! Lily estaba sentada con la espalda contra la puerta, lo único que había podido acomodar de su ropa era su corpiño rosado.Pietro rio.Era la primera vez que Lily veía esa faceta de él, era contagioso.- ¡Pietro! No es gracioso- Lo sé – la abrazó aliviado – creí que estabas enojada por todo lo que paso, pero solo… era por lo de la camisaLa voz de las niñas había sido como un balde de agua fría cayendo sobre ellos, ahora que el impulso de deseo se había aplacado, se sentía incómoda con su abrazo.No le desagradaba, pero era, desconocido.- Señoritas, mamá sal
- ¡Lily! – Pietro corrió escucho el ruido del vidrio al romper.Lily llevaba un vaso de agua en sus manos mientras buscaba a Eva cuando notó la puerta del departamento entreabiertaPietro salió del estudio con el corazón en la garganta, justo para ver cuando Pablo se acercaba a su esposa y la abrazaba.- Tú… - Lily llevo una mano temblorosa hasta el rostro de Pablo – Pa… ¿Pablo?- Sí, cariño, soy yo“Imposible” pensó, regurgitando un montón de emocionesEl hombre que una vez amó hasta el borde de la cordura, el esposo que lloró, el padre que despidió, estaba delante de ella después de cinco años y el abismo entre la vida y la muerte.- Estas… Estás vivo – su voz fue amortiguada por la mano con la que cubría su boca.No podía creer lo que veía- Sí, soy yo LilyChequeó su rostro, su cabello, sus brazos.Era él.Lo tocaba, sentía su respiración, miraba cada detalle de él. Lo abrazó con todas sus fuerzas.Por un segundo, fue la esposa que deseo con todo su ser volver a verlo.Se hundió e