Las horas pasaban, mi impotencia y mi rabia iban, en aumento no sabía dónde estaba mi hija, y tampoco ayudaba el hecho de literalmente no tenía como demonios pagar un maldito abogado decente, la frustración me dominaba. —Así no solucionare y definitivamente, debo encarar aquel canalla. —Tomé mi chaqueta y me disponía ir a la mansión de aquel mentiroso, pero mi mamá Rebeca me detuvo en el acto.—¡Ángela Mendoza! —gritó la mujer tomando a su nieta de su antebrazo—, ¿A dónde piensas ir así de alterada? Hija espera... No la dejé terminar estaba que no me calentaba ni el sol. —¡¿Esperar qué Rebeca que aquel tipo se quede con mi hija definitivamente, o mientras yo sigo acá sin hacer nada mi niña está en quien sabe dónde, asustada rodeada de gente extraña?! —no quería subir la voz a mi mamá Beca pero no en ese momento no era yo. —Isabel ¿Qué hacemos? Ángela no está actuando con cabeza fría, podría cometer cualquier locura. Miró a su madre de reojo y sabía que tenía razón, pero como
Nota de aurora: las leyes de en esta historia son ficticias. Llevó a Sofia a el hotel donde se estaba quedando, la pobre estaba muy mal insistía en quedarse en la clínica, pero estaba muy triste. —Se a lo que viniste Loretta y la respuesta es si lo hice. —La sorpresa en los ojos de Loretta, era notoria.La descolocó un poco creía que solo ya lo sabía y ya la verdad, si lo había hecho guiada por el resentimiento, cegada por el dolor de la traición. —Sofia no soy quien para juzgarte pero no es justo, que una pequeña pague las consecuencias del odio de los adultos, sabes a la muchacha las autoridades le quitaron a la niña.—Si imaginé que algo así pasaría el abogado Nataniel, me sugirió que dijera que esa chica no atiende bien a la niña, también que la maltrataba. —no debió escuchar a Tabita, ya no se reconocía no era ella quien actuaba era solo un títere de Tabita. —¡¿Sofia hiciste todas estas maldades sólo por despecho! En qué estabas pensando?! —exclamó Loretta quien no reco
Mi vida no es la misma desde que me quitaron a mi bebé, se que puedo verla pero no es lo mismo, ya en tres meses terminaré la preparatoria a distancia quiero estudiar una carrera en diseño gráfico; para darle un mejor futuro a mi Emily. Se que Artemis pude darle todo, pero yo me esforzaré. —Angie las chicas y yo iremos a casa de Rose ¿Quieres venir? —«Ángela no se ve bien desde que perdió la custodia de su hija, pensé que ganaría pero ni con los abogados de mi familia, se pudo hacer algo», pensaba Mía aflijida por la tristeza de su hermana. —No te preocupes Mimi tengo tarea y no quiero dejar que se acumule, discúlpame con las demás luego nos vemos.Me despedí de Mimi y fui directo hacia mi bicicleta, pero mi camino fue bloqueado por alguien, me sorprendió mucho pues no era que conociera a esa persona, no tengo nada en su contra pero tampoco me agrada y honestamente yo estoy segura que el sentimiento es mutuo.—¿Qué hace aquí Señora Lombardi? —no respondió esa mujer se acercó sin men
Nota de aurora: las leyes de en esta historia son ficticias. De seguro decir que esa cercanía no le había dolidó sería una vil mentira, ver a su hermano y a la chica que le gusta fue como un puñetazo en la cara, pero que esperaba su atracción era tan obvia. Cerró la puerta con delicadeza, no quería ser mal tercio, pero la tensión llegó cuando al voltearse vió a Gabrielle con la pequeña Selene en brazos, >>se ve tan linda con la niña en brazos, pero ahora, no es capaz de mirarme a la cara y eso me molesta no se porque pero no me gusta, no quiero que me vea así<<. Como si ella le leyera paso de largo sin pronunciar palabra alguna. Bajó al recibidor y allí estaban Luck y Mía, tomó asiento un rato para a charlar con ellos, le alegraba ver a su amigo Luck más desenvuelto y animado con Mía, eran tan distintos y creía que por eso encajaban tan bien. —Helios ¿Puedo hacer una pregunta? —Si claro Papelitos, la que quieras.Mía lo meditó un poco pero debía preguntar, así la tildaran de meti
Nota de aurora: las leyes de en esta historia son ficticias. Hoy era un día muy importante, hoy sería la audiencia de apelación de Ángela. El teléfono comenzó a vibrar el ver el nombre en la pantalla decidí contestar. —Hola Nataniel buenos días. —Buenos días Artemis ¿Estás listo? —empero el castaño al otro lado de la línea. —Si, así es Nataniel. —Respondió el pelinegro decidido. —Artemis creo que deberías pensarlo mejor...—Nat estoy seguro, yo no quería hacer las cosas así y tú lo sabes amigo. —Si bien era su deseo tener a su hija a su lado, no podía pasar encima de Ángela ella era la madre de la niña no iba a valerse de la treta de Sofía para tener a su hija. —Artemis ahora la situación no es igual escucha tengo algo que contarte.—Si tiene que ver con...—Escucha —interrumpió Nataniel a Artemis pues lo que tenía que decir era importante para el pelinegro—, busqué información de la chica, lo hice porque sabes que me gusta estar al tanto de la contraparte, Artemis esa chica no
Fue por un poco de café tenía una fuerte migraña que no tenía ninguna intención de ceder, al contrario sentía que a cada minuto el dolor era más punzante. —Señora Lombardi la muchacha ya está estable, el médico me pidió que le llamara. —Dijo una joven enfermera de una expresión amable, luego de dar su recado la muchacha de blanco se retiró. Dió el último trago a la humeante bebida para luego tirar el vaso al cesto de la basura. El celular comenzó a sonar con insistencia dentro de su bolso pero al ver que se trataba de su representante decidió ignorar la llamada; en momentos así, Brenda no era de mucha ayuda. Entró a la habitación allí estaba el médico revisando la historia medica de Gabrielle. —¿Cómo está? —pregunto la morena tomando la mano de la muchacha pelinegra. —Estable pero aún así frágil —fue la respuesta del médico de cabello canoso—, su embarazo es de cuidado y ella no ha cumplido las indicaciones, sus niveles de hierro son muy bajos. Sofia abrió la boca impresionada,
Si a Helios le pasa algo no me lo perdonaría, me recosté en la pared y me deje caer hasta quedar sentada en el frío piso, Artemis llegó en cuanto antes y trajo a Helios al hospital. —¡Ah porque tenía que ser así de impulsiva y soltarle todo a Helios! —Me lamentaba llorando de frustración.Una mano se posó frente a la mia, ofreciéndome un pañuelo, para limpiar las lágrimas. acepté el gesto educadamente y limpié mis lágrimas. —M...uchas gr...acias.—No hay de que Tranquila, Helios es fuerte.—¿Y usted cómo sabe eso?—pregunté alzando la mirada hacia, la persona que amablemente me prestó su pañuelo. —Querida como no saberlo, si soy su madre. —Dijo la mujer riendo de forma jovial. —¡Madre ha dicho! —exclamaba, sorprendida. La mujer solo asintio, como respuesta a la muchacha —mi nombre es Valentina Lombardi, tú debes ser Ángela, la madre de mi nieta Emily muy linda mi nieta por cierto. —Dijo la mujer con una sonrisa de boca cerrada. No sabía que decir esa señora era la madre de Helios
Nota de autora: este capítulo no está en la línea principal de tiempo de la historia, es un capítulo especial que relata la historia de los padres de la protagonista, Isabel y Daniel. El capítulo tendrá solo dos partes. Era una calurosa tarde de Julio ya estaba de vacaciones en la preparatoria, pero para ella no había vacaciones debía prepararse si quería estudiar ballet en Nueva York. —Isa. —¿Si? —respondió ella sin quitar la vista de su cronograma de clases. —Es cuatro de Julio papá y mamá harán una barbacoa, vendrán los chicos de nuestra escuela y... —Luna sabes que debo prepararme para las audiciones...—¡Isabel solo será un día! —exclamó Luna exasperada alzando sus manos—, por favor Isabel piscina, sol y Chicos lindos solo imaginalo. —Dijo tratando de convencer a Isabel de desconectarse un momento. —Si Arthur te oyera ¿Qué crees que diría? —cuestionó la pelinegra guardando su ropa en la mochila. —Lo de los chicos lo digo por ti Isabel, no por mi además casi no te veo estos