Treinta de junio el día había llegado, literalmente mi hija fue mi regalo de cumpleaños.
—Esta preciosa ¿Cómo se llamará? —preguntó Rebeca tomando una foto a su nueva nieta.—Emily, Emily Mendoza Crowter.—Pero que lindo nombre Angie.—¿Dónde está mi mamá? —desde antes de tener mi cesárea ya mi madre se había ido.—Ángela tu madre consiguió trabajo, a parte de la academia, ahora en el grupo Lombardi.—Si lo recuerdo —mi Madre me lo mencionó pero lo había olvidado—, bueno es de esperarse mi madre es muy inteligente, además habla varios idiomas.Iba a preguntar por mi abuelo Alonso, pero sabía que era tonto preguntar él no iba a venir a verme.—Angie feliz cumpleaños mi amor, tu abuelo también te manda felicidades y buenos deseos, para ti y para la chiquita ya son diecinueve.•••Un mes paso y si no fuera por mi madre y mi abuela, ya me habría vuelto loca.—Mily nena cada vez que vengo a verte estás más guapa.—Cada vez se parece menos a mi. —Mily no sacó ningún rasgo mío, los días transcurrieron rápidos ya Mily había cumplido su primer mes, su piel era blanca y sus cabellos rubios claros, nada que ver conmigo y mi familia, sus ojos eran de un intenso azul muy llamativo y peculiar.•••Sofia y Artemis Lombardi ante todos eran un matrimonio perfecto ella una hermosa y codiciada modelo de fama internacional. Él un apuesto millonario, uno de los herederos del grupo Lombardi un imperio farmacéutico de renombre a nivel mundial.Pese a su gran fortuna, Artemis laboraba como médico, en el hospital Luciano Lombardi, fundado por su abuelo. A raíz de un agresivo cáncer decidió dedicarse a lo que de verdad quería y dejó a su tía la responsabilidad del negocio familiar.Helios Lombardi hermano menor de Artemis, un joven viudo, también llamado la oveja negra de la casa Lombardi, pues desde temprana edad fue un rebelde sin causa, él tampoco quiso hacerse cargo de la empresa de su familia, desde temprana edad se inclinó por la música y con el tiempo Helios y sus amigos fundaron Nova una banda musical aclamada en todo el mundo.Desde la perdida de Lara su esposa, Helios se sumió en una vida de excesos de la cual no le fue fácil salir, gracias a sus amigos Luck y Abel que le sugirieron terminar sus estudios y retomar su vida. Pero internamente no superaba aquella perdida que apagó la vida de su esposa y su hijo no nacido.••• —Angie despierta hija se te hará tarde. —Sarandeaba Isabel a su hija intentando no despertar, a la pequeña que dormía a su lado.—M...amá ¿Qué hora es? —pregunté estirando mis brazos aún estaba adormilada, yo nunca había sido de levantarme temprano.—Son las seis con tres am hija ve a ducharte, ya el desayuno estará listo, no te tardes que aún tienes tiempo. —Dijo está saliendo de la habitación, todas las mañanas era el mismo asunto Ángela y madrugar, eran cosas incompatibles.Mi madre salió de mi habitación me senté a orillas de la cama, mirando a mi pequeña hija quien dormía plácidamente a mi lado —buenos días pequeña sabes mami hoy va a comenzar a trabajar, no te enojes con mami porque no estará contigo, eres una niña suertuda la abuela beca te cuidará y en la tardecita, la abuela Isabel también te cuidará. —Tome el celular para ver la hora seis con siete am < >, me levanté, no sin antes besar a mi pequeña Mily en la mejilla muy despacito para no despertar a la niña, agarré la toalla y fui directo al baño; hoy sería un nuevo comienzo, comenzaría un nuevo trabajo y no podía llegar tarde. ••• Rebeca sirvió una humeante taza de café a su esposo Alonso, el cual se mostraba atento al periódico en sus manos. —¿Ángela comenzará hoy su trabajo no? —pregunto Alonso a su esposa, en un tono monótono. —Si Alonso Victoria la recomendó con una amiga, la cual tiene un café y es muy popular. —Respondió Rebeca sabía por dónde iba Alonso. —Para lo que quedó mi nieta, para andar sirviendo mesas y para rematar con una hija; sin siquiera haber terminado la preparatoria. —Reprochó este sin ocultar su molestia. —¡Ya basta Alonso ya lo hecho, hecho está y no se puede deshacer, aún no superas lo de Isabel! —exclamaba Rebeca molesta la actitud de su esposo, a veces la desconcertaba y quejarse no haría que las cosas fueran diferentes. —No puedo Isabel no es fácil, sabes que no se porque las mujeres de esta familia, son tan... —No pudo terminar la oración, porque su hija venía entrando a la cocina. —Solo dilo papá termina la frase, destila tu veneno antes de que te ahogues en el... —Replicó Isabel molesta, su padre siempre echaba en cara sus errores de juventud, aunque para ella Ángela no era un error. —¡Isabel Alonso por favor tengamos, un desayuno tranquilo, ya dejen de abrir viejas heridas. Tratándose mal no solucionarán nada al contrario! —reclamó Rebeca molesta por la situación. No notaron a Ángela en la entrada de la cocina, al verla todos quedaron en silencio. —Buenos días a todos —fui a la encimera tome una tostada y le unte mermelada—, mamá Beca Mily está aún dormida, trataré de llegar antes de anochecer. —Ni el dulzor de la mermelada, evaporaba el amargo inicio de mi mañana. —No debes ir sin comer Angie al menos, llévate este almuerzo, recuerda debes comer bien por ti y por la pequeña Mily, tú aún estás dando pecho debes comer bien. Tú sabes cómo son, Isabel y Alonso no les prestes atención. —Pidió la amable mujer a su nieta. Las lágrimas amenazaban con salir. Siempre era lo mismo cada mañana, siempre pasaba absolutamente igual, la misma discusión, los mismos reproches y la misma hostilidad —mamá Rebeca ya me cansé de explicar a papá Alonso, que yo no estuve con ningún hombre yo aún no entiendo: cómo, cuando, dónde y en que momento quedé embarazada y sabes creo que no lo sabré nunca y sabes que al demonio todo, estoy cansada de que él haga ver a mi hija como un maldito error me duele sabes ya no soporto más. —Comence a llorar cansada de esta rutina. Rebeca solo le abrazaba para calmarla —sabes tu papá Alonso es un gruñón no le prestes atención, ahora ten un excelente día cariño. —Tomó a Ángela de los hombros y besó su frente. —Ve tranquila mi Angie yo cuidaré de Emily. —Gracias mamá Beca te veré más tarde. —Sin más que decir subí a mi bicicleta, para ir a mi nuevo trabajo. ••• Estaba asombrada, de el lugar donde trabajaría <<¡Wow era hermosa!>> Esa cafetería, era lo más lógico todo en ese barrio era costoso. Aparco la bici y entro a la cafetería víctoria y esperaban por mi. —Vico que alegría verte. —ssludé a mi prima, contenta mirando a la elegante muchacha, que esperaba a su lado. —Usted debe ser Loretta Russo— hice una reverencia. —Muchas gracias por la oportunidad no se arrepentirá señorita Russo. —Oh no, no, no, pequeña agradece a Vico, ella fue quien me habló de ti, quien te recomendó y me contó tu historia. Ven acompáñame te llevaré a cambiarte tu uniforme y te explicaré algunas cosas. — La verdad me sentía incómoda y algo apenada, la señorita Loretta me contó que Vico, le había contado su historia, de seguro se habrá reído a montón si le dijo que me quedé embarazada siendo virgen; se habrá reído a morir ya estaba tan colorada como una cereza. Loretta lo noto y comenzó a reír. —Tranquila Ángela, Victoria me contó tu historia, soy de las personas que creen que todo tiene una explicación y una lógica, además no soy nadie para juzgarte. —Gracias señorita Russo le agradezco. —dije volviendo hacer una reverencia. —Ahora ve a cambiarte en unos minutos abriremos y está cafetería, siempre está llena. —Si señorita Loretta. —Era guíada a los vestidores, Muchiru me entrego, un vestido de maid azul con detalles en blanco, también me mostró cuál será mi loocker. Salí ya arreglada me sentía algo apenada, nunca me había puesto algo así. Al salir ví de nuevo a Loretta y victoria sentadas en una mesa tomando café, también vi a otras cuatro muchachas vestidas con un traje similar al que yo usaba. —Te ves bien bombón toda una muñeca. —Dijo Victoria guiñando un ojo. —Gr...acias Vicky. —agradecí aún apenada. —Te luce el uniforme te presento a tus compañeras de trabajo: ellas son Ami Parker, Mía Ferguson, Zoe becker, Rose Harper's. —Todas saludaron amigables a su nueva compañera. —Mi nombre es Ángela Mendoza— hice de nuevo una reverencia. —Espero nos llevemos bien. —¡Obvio nos llevaremos bien Mía Ferguson se lleva bien con todas, verdad chicas! —dijo está con ojos de cachorro a sus compañeras de trabajo. —Es un gusto conocerte Ángela. —Saludó Zoe. Cielos Loretta no bromeaba cuando dijo que el lugar siempre estaba lleno...Eran alrededor de las cinco cuarenta de la tarde, en media hora terminaría mi turno en el café, me sentía cansada y algo adolorida, mis pechos estaban a rebosar de leche materna. Loretta notó algo extraño en la nueva mesera así que se acercó a ver qué sucedía. —Angie ¿Estás bien?—Si Claro señorita Russo estoy bien.—¿Enserio? Mira que tu rostro me dice lo contrario. —Comentó la mujer con suspicacia. Mi primer día en el café, y ya andaba causando problemas, me sentía apenada la verdad. —Estoy bien. —Sin más que agregar me retiro a limpiar las mesas vacías.—Angie ve a tomar la orden de las mesas cinco, ocho y tres por favor. —Pidió Mía amable. —De inmediato. Mía de la nada la toma del brazo. —¡Angie querida me podrías hacer un pequeño favor siii! —pedía Mía en un tono meloso, con ojos de cachorro.Rose iba pasando con una bandeja —yo que tú me lo pensaría antes de aceptar Ángela. —Dijo la pelinegra mirando a Mía. —¿P...or qué Rose? —pregunto algo dudosa. Mía miraba a R
Ya había llegado a casa hace unos minutos, me detuve a comprar pañales, toallas de bebé y una barra de chocolate, me topé con algunos de mis antiguos compañeros de preparatoria, solo recordar las burlas que estos me hacían, el enojo volvía pero ¿Qué iba a decirles? Solo eran unas cabezas huecas que querían molestarme. Había llegado a la tienda y todo bien, pero en la caja registradora me encontré, con Molly y Vanessa unas chicas del salón.—Oh Vanessa mira lo que tenemos aquí, nada más y nada menos, que santa Ángela. —Comentó la burlesca chica, poniendo sus manos juntas en manera de plegaria, mientras subía la capucha de su sudadera emulando el manto de una virgen. —Molly más respeto recuerda ella es nuestra virgencita, respeta. —Respondió Vanessa, en el mismo tono irrisorio de su compañera. —¿Acaso ustedes dos no tienen nada mejor que hacer? Par de idiotas. —Ya estaba molesta por la actitud de aquellas dos chicas, que solamente me molestaban sin razón señalandome como si ser madr
unos minutos, me detuve a comprar pañales, toallas de bebé y una barra de chocolate me topé con algunos de mis antiguos compañeros de preparatoria, de solo recordar las burlas que estos me hacían, el enojo volvía pero ¿Qué iba a decirles? Solo eran unas cabezas huecas que querían molestarme. Solo había llegado a la tienda y todo bien, pero al llegar a la caja registradora me encontré, con Molly y Vanessa unas chicas del salón.—Oh Vanessa mira lo que tenemos aquí, nada más y nada menos, que a santa Ángela. —Comentó la burlesca chica, poniendo sus manos juntas en manera de plegaria, mientras subía la capucha de su sudadera emulando el manto de una virgen. —Molly más respeto recuerda que ella es nuestra virgencita, respeta. —Respondió Vanessa, en el mismo tono irrisorio de su compañera. —¿Acaso ustedes dos no tienen nada mejor que hacer? Par de idiotas. —Ya estaba molesta por la actitud de aquellas dos chicas, que solamente me molestaban sin razón señalandome como si ser madre fuera
Era domingo mi madre y mi mamá Beca, decidieron hacer un picnic y tener un día de Campo, a pesar de insistir en que no era un buen momento ambas insistieron, bueno ya que no me quedaba de otra acepte: saque el vestido de mi pequeña el cual era uno de estilo veraniego en color rosa, le hice juego con unos zapatitos rojos. —Emily tienes mucho cabello, para solo tener seis meses ¿Qué tal te quedarían unos bombones en el cabello como los de mami cuando era pequeña? Te gustaría usar un peinado como el de mamá...? —cuando era pequeña mi madre solía hacerme dos chonguitos en el cabello, mi madre decía que eran bombones y a mi simplemente me encantaban esos chonguitos de bombón, tanto que en ocasiones yo misma me los hacía. Alcé a mi pequeña y está solo comenzó a reír y mover sus manitas y piecitos, de la emoción de ser alzada tan alto. —Solo espero y estes igual de alegre, cuando comience a peinarte, jajaja. —Me senté en la cama con mi niña entre mis piernas, le di un juguete para entrete
La mansión Lombardi era hermosa, con un toque mediterráneo aunque últimamente parecía ser un lugar abandonado, pues sus dueños solo estaban ahí por cortos periodos. —Te estuve buscando Artemis pregunté a todos ¿Dónde estuviste? Quería hablar de algo muy importante. —Dijo una hermosa mujer de piel trigueña largo cabello lacio negro y ojos del mismo color de su melena rematados por unas largas y rizadas pestañas, quería hacer ver notable su tono de reclamo, pues estaba molesta y no quería ocultarlo. —Sofia solo ayuda a una niña en el parque, tu amiga Victoria fue quien pidió ayuda y gracias a dios fue así, de lo contrario esa pequeña pudo morir de un ataque anafiláctico. —Se defendió Artemis, ante los reproches matutinos de su esposa.Una empleada sirvió el desayuno, ignorando la discusión del matrimonio. Cuando la pelinegra está a punto de retirarse, es llamada por Sofia. —Gabrielle llévate esto, ya no tengo apetito. —Se levantó de la mesa aún molesta, pues para Sofia el tema a trata
Ya han pasado tres meses desde que comencé a trabajar en el café; todo a fluido bien relativamente he hecho muy buenas migas, con las chicas las cuatro se han auto nombrado tías de mi pequeña Emily aún recuerdo cómo todas hicieron una gran "o" con sus bocas, cuando se enteraron de mi maternidad. A pesar de que la gente al saber que soy una madre joven y soltera automáticamente me hacen la comidilla de todos. A mí no me da vergüenza mi hija al contrario me siento orgullosa de mi bebé. Mía fue quién sin querer reveló que soy madre, contrario a lo que creí las chicas no me juzgaron, ni criticaron, solo se sorprendieron y me pidieron conocer a mi bebé, me sorprendió que no se pusieran como todo el mundo que siempre pregunta lo mismo >>¿Y el padre?Era domingo y por lo tanto era mi día libre, hoy mi familia y yo fuimos al aeropuerto a recibir a mi tío Samuel él estudiaba, una especiali
Había llegado tarde Sofia no estaba de humor, si había algo que ella no toleraba era la impuntualidad y la irresponsabilidad, realmente esto era importante para "ambos", pero para ella era algo más que importante, se había enamorado de una pequeña, la cual llevaba dos meses visitando y hoy sería su turno de conocer a su futura hija adoptiva. Aún estaba sorprendido y emocionado, solo había visto a la niña por fotos y ya quería verla. Aparcó el auto, junto al convertible de su esposa, al bajar del auto, la vió hablando con una monja en cuánto se percató de su presencia, se acercó a él. —Llegas tarde Artemis. —Musitó tajante, quitándose sus gafas de sol. Suspiró derrotado pues no sabía que le diría para excusarse por su retraso.—Esta bien entremos ya casi termina la hora de visitas, para las niñas pequeñas.Asintió y la seguió realmente el lugar estaba cuidado y se notaba un aire alegre; Sofia tenía un compromiso con este orfanato, después de todo este había sido su hogar durante q
No pude dormir en toda la noche, quien en mi lugar podría hacerlo mi cerebro tenía mucho que procesar y todo en muy poco tiempo, los colores del alba se mostraban ante mi, respiré profundamente, miré a mi pequeña aún profundamente dormida. —Tú no fuiste un error Emily, de eso estoy segura, aún así quiero saber la verdad, hija tu llegada debe tener una explicación. Hoy era el día, hoy se sabría la verdad, o bueno parte de la verdad Ami y Rose me acompañan, por extraño que parezca Emily se ha encariñado mucho con la odiosa de Rose y en este momento ella le daba el biberón.—¡Mira Ángela ya ella misma sostiene su biberón solita! —exclamó con ternura Rose emocionada, por los avances de la pequeña. —la bebé Emily es una niña muy inteligente. —Dijo Ami acariciando la mejilla de la niña.—Esa inteligencia no salió de Ángela. —Se burló Rose cómo lo hacía habitualmente con Ángela.—No empieces Rose. —Reprendió Ami a la infantil pelinegra.