Han pasado algunos días desde que confirme mis sospechas, me sentía liviana mi madre me llevó de nuevo a esa clínica y me pidieron mil y una disculpa, también dijeron que me darían una compensación por la negligencia, mi madre aún no descartaba la idea de una demanda pero, le pedí que dejara el tema, lo bueno es que dijieron que me asegurarían a mi y a mi niña eso fue demasiado, también dijeron que Emily podría entrar a la escuela que yo quisiera no importa el costo «¡¿Tanto miedo tenían por una demanda?!» Mi madre es de temer quien la viera con esa apariencia tan dócil y amable. Todos estábamos en la sala mi mamá Beca tejía un suéter, a mi pequeña Emily, mi papá Alonso estaba en su laptop, seguramente en su trabajo, tío Sami y yo acabamos de llegar, yo de mi trabajo y él del suyo, nos sentamos a descansar y a ver a Mily que jugaba en el suelo con sus muñecos de felpa. Mi madre acababa de llegar también y traía una caja con panecillos rellenos como casi siempre hacia cuando llegaba
Mis amigas y yo ya estábamos listas la Loretta, nos mandó usar unos vestidos negros, cuello de tortuga ajustados en la cintura, pero con la falda un poco amplia, unos pocos centímetros encima de la rodilla, con unos zapatitos negros de tacón no muy altos. Cosa que agradecí internamente porque caminar en zapatos altos, no era mi fuerte perdidamente. La fiesta sería en el jardín todo estaba de sueños, había luces ubicadas en ciertos lugares que hacía que el jardín se viera como bosque de cuento de hadas, había una pista de baile, de madera en medio del jardín, está era rodeada con mesas con pulcros manteles blancos. Encima todas, las plantas eran iluminadas por más luces led. Los invitados comenzaron a llegar y cielos Mía tenía razón, gente importante había llegado a esa fiesta, personas que solo miraba en la tele, o revistas mi mamá Rebeca y mi madre ya estarían chiflando si estuvieran acá seguramente tomándose fotos con cada famoso que se toparan en frente. —¡Buu!—¡Ah victoria no
Se aflojó la corbata, para luego quitarse el saco y tirarse con pesadez en la cama, estiró sus brazos su mano tocó algo y de inmediato lo tomo. Era un viejo oso de felpa de esos que haces tú mismo. —Teddy Star estoy ebrio como cosaco —alzó al peluche de camiseta roja buscando una respuesta que nunca llegó; aún recordaba el anuncio de Sofía presentando a la niña que habían adoptado. —Selene. -Flashback-—Lara.—¿Si amor?—¿Cuando sabré si es niña o niño?Lara entorno los ojos como si en verdad este chico como llegó a ser médico. —Helios apenas van tres semanas es muy pronto, aún no se cómo lo tomará Cole. —Contrario a lo que decían los doctores, logró quedar en estado.—Ya tienes nombres.—Si cariño si es niño le llamaré Apolo y si es niña será Selene como la diosa de la luna. —Helios con cara de que demonios, su familia nunca escaparía de la mitología. —¿Estas segura preciosa?—Si porque no te gusta. —Dijo Lara con cara de niña a punto de llorar. —No bebé pero me prometes, que de
Junio estaba por terminar y eso significa una cosa cumpleaños doble mi Emily y yo compartimos cumpleaños, iríamos a la casa de la playa de la familia de Mía el día jueves en la tarde, y regresaría el día domingo en la tarde, Loretta nos dió esos días porque harían unas renovaciones al café, todo sería perfecto o eso creía yo. —No irás Ángela es el primer cumpleaños, de Emily y lo ideal es que este con su familia. — sentenció Isabel, que no estaba para nada de acuerdo, en los planes de su hija. —¡Pe...pero mamá las chicas y yo hemos planeado esto hace semanas no es justo! —le dije a mi madre ya muy frustrada, en verdad quería hacer esto estaba muy entusiasmada.—¿Y para ti si es justo que nosotros osea tu familia, no pasemos juntos, el primer año de vida de Emily? —cuestionó Isabel queriendo hacer a su entender su punto de vista. Mamá Rebeca entró a la habitación y con una seña de mano, pidió a mi madre y a mi guardar silencio y ambas, así lo hicimos—Desde abajo puedo oírte Isabel
El mundo era más pequeño de lo que creía, nunca penso que después de diecinueve años volvería a esta casa el destino era caprichoso, se miraba al espejo y ya sus ojos estaban enrojecidos de tanto llorar en cuanto iba reconociendo el camino la ansiedad iba en aumento, pero su Ángela no debía verla así y menos en su cumpleaños, no quería arruinar su felicidad con fantasmas del pasado. —¡Cálmate Isabel ya deja de actuar como una idiota por alguien que no supo valorarte! —limpió sus lágrimas de un manotazo, ya no derramaría, ni una lágrima más Daniel Ferguson no lo merecía, no señor, mañana sería un día feliz y debía descansar. Sacó la pijama de la maleta y un cepillo de dientes, tomó una toalla, fue al baño a darse una ducha ya más tranquila se metío a la cama ya estaba a punto de dormirse pero su madre entró a la habitación. —¿Isa hija estás despierta? —preguntó Rebeca quien venía con una taza de té.—Si madre aún, no me he dormido. —Respondió la pelinegra incorporándose un poc
Era ya sábado por la tarde, ya casi anochecía las chicas y yo limpiamos la casa, Mía me mostraba sus mangas y yo ilusionada >>¡Tenía tantos el sueño de muchos fans!<< Pensé, Rose jugaba con mi niña y Ami leía un libro, Zoe y mi mamá Beca cocinaban Victoria, Loretta y mi madre conversaban en el porche de la casa. —Tia Isabel ¿Por qué no me contaste antes? Lo ocurrido con Ángela es muy grave. —La noticia que Victoria acababa de recibir, la había dejado sin aliento. —Lo se Vico. —Dijo Isabel ya cansada de esta situación, creyó que contándole a Victoria que era más fría y menos emocional algo podrían hacer, aún la tenía nerviosa que la clínica no revelará al padre de Emily. —Lo hice por pedido de Ángela ella quiere, dejar esto en el pasado, a parte los culpables de esto se han hecho responsables de su negligencia y han respondido económicamente. —Victoria negó ante ella eso no era suficiente, Ángela pasó por muchos malos ratos—. ¿Y te dijeron quien es el padre?—No esa información no la
El café estaba a reventar las chicas y yo íbamos de aquí para allá, ya han pasado tres semanas desde que se reinaguró el café y este siempre se encontraba lleno, era más trabajo pero también más propina y eso era bueno.Aunque entre el trabajo, Emily y los deberes de la preparatoria. Nocturna me tenían agotada debía seguir adelante, por mis sueños y los de mi pequeña. Ya eran las cuatro de la tarde y desde hace tres semanas y exactamente a la misma hora, Artemis viene puntual por café y a veces, pide una rebanada de pastel de chocolate y este día no fue una excepción. Me agrada verlo a veces charlamos y no puedo evitar, sentirme atraída a él, su voz es como un imán para mí, aunque a veces Loretta me llama la atención y muy a mi pesar debo dejar a Artemis a un lado y atender a las demás mesas. Aunque está vez, fue distinto está vez esperó, a que mi turno terminara y se ofreció llevarme a mi casa tuve dudas de si aceptar, o no pero al final terminé aceptando, me gustaba su compañía
Desperté por el llanto de Emily tenía hambre seguramente, no tenía animo de ir a trabajar no pegué un ojo en casi toda la noche, la razón de mi falta de sueño tiene nombre y apellido y se llama Artemis Lombardi, alias ladrón de besos y paz mental. —Ángela, escuché a Mily llorar. —Decía mi madre tras la puerta de mi habitación.—Pasa mamá si despertó con hambre, seguramente y quizás algo de mal humor. Mi madre entró y fue directamente a la cuna de mi niña, la tomó en brazos y le hacía caras para hacerla reír y por lo visto estaba funcionando, porque del llanto pasó a la risa amo escuchar a mi bebé reír, su hermosa risa de bebé me reinicia la vida. —Ángela ya deberías irte alistando, se te hará tarde. —Dijo Isabel tomando a la niña en brazos sacándole de su cuna. —Ma si es cierto ya voy. —Si sigo tonteando llegaré tarde, pero mi madre me detuvo antes de ir al baño haciéndome caer sentada en la cama. —Primero has tu cama Ángela ¿Hasta cuándo, te digo que dejes la cama tendida? —cu