Luigi era uno de los hombres de confianza en la mansión para Eugenio Giuliani, había trabajado en la propiedad desde joven y su mujer y sus hijos también trabajaban allí, de hecho, uno de ellos era empleado en la firma con un muy buen puesto porque Eugenio le había pagado la universidad y lo contrató tan pronto se graduó, por lo que Luigi tenía de sobra motivos de agradecimiento para con su jefe.
— ¡Señor, de inmediato! — gritó el hombre por encima de las voces y el alboroto mientras Eugenio era arrastrado como un enfermo mental hasta el auto en el que lo trasladarían hasta el Hospital Psiquiátrico Carla Cerati.
— ¡No! ¡Suéltenme! — El hombre seguía forcejeando cuando sintió un fuerte dolor en el pecho y en el brazo que lo obligó a desistir de su lucha.
— ¡Hey Marco! ¿No crees que todo esto e
Allegra salió fuera para recibir a sus amigos mientras su esposo, la mole de músculo era vencido por sus temores más internos.— ¡Amiga hermosa! ¡Gracias por venir! No te hubieras molestado, él pensaba ir mañana a verte en el despacho del bufete.— Allegra, no podía esperar hasta mañana, están pasando cosas… — Arianna la abrazó afectuosamente.— ¿Cómo sabes eso? — Algo impresionada.— Es mi trabajo saber cosas de los casos que acepto, tengo contactos, ¿Recuerdas? Y hoy mismo hubo una operación que puede comprometer a los hombres de Russo, es mejor actuar ya, además, también está el tema de Francesco…Cuando Arianna mencionó a Francesco Allegra se tensó de inmediato, sabía que no era santo de la devoción de Arianna, así que aunque él nec
“El famoso empresario y fundador del Consrocio Giulliani Tecnologies, Eugenio Giuliani, fue trasladado al Psiquiátrico Carla Cerati tras sospecharse de estar padeciendo esquizofrenia, trastorno esquizoafectivo y trastorno delirante, entre otros, según dio a conocer el esposo de su hija Carlo Santoni, quien declaró para este medio que el mencionado magnate ha estado muy afectado por los últimos eventos en torno a su hija y ha tenido que ser internado para proteger su salud mental y su integridad, en otras noticias…”Martina había subido el volumen de la radio mientras desayunaban ese lunes, los tres sentados a la mesa, Francesco, Donato y Martina Bellini escuchaban en silencio, cuando de pronto la voz del locutor comenzó dar las noticias y Francesco se quedó de piedra.— ¿Sucede algo muchacho? — Donato notó de inmediato la reacción del joven empresario y se le qued&oacut
— No puedo creer que haya sido tan fácil — Giorgia comentó con una enorme sonrisa en los labios mientras contaba el fajo de billetes sobre la cama.Carlo la miró de soslayo y sacó cuentas mentalmente de la pequeña fortuna que la mujer amasaba entre sus manos.— ¿De dónde me dijiste que sacaste ese dinero? Puede que haya más — Tomando uno de los fajos y moviéndolo en el aire.— No hay más Carlo, esto estaba en la caja fuerte de la habitación de Vittoria.— ¿Vittoria tiene una caja fuerte en su habitación?— ¡Qué! ¿No lo sabías? — ella se detuvo para mirarlo a la cara — ¿En serio no te lo dijo?— No.— Entonces quiere decir que hice mejor mi trabajo que tú, ¡Ella confiaba más en mí! — Mostrando su perfecta hilera de
— Francesco, haya algo que quiero decirte — Martina se acercó al joven empresario mientras lavaba sus manos afuera en una toma de agua cerca de los viñedos.— ¿Sí, Martina? — levantando la mirada hacia la mujer entrada en años.— Cuando termines, ve a buscarme a la cochera.— Está bien…Francesco se miró las manos lastimadas por el duro trabajo del viñedo, durante sus años de formación universitaria y en los que tenía como CEO del Consorcio Romano Industries nunca supo lo que era el trabajo manual, el verdadero, el que te rompe las manos y te tuesta bajo el sol.Pensó que, si salía de esa situación, volvería para ayudar a estos ancianos con su economía, les debía demasiado. Se secó las manos y caminó directo hacia la cochera, Martina lo esperaba y le hizo señas cuando
— ¿Qué tal te ha parecido la cena? ¿Si pasé la prueba como chef? — Vittoria sonrió mientras terminaba su último bocado.Locantore no se atrevía a levantar la mirada por miedo a que ella lo viera en sus ojos, viera el temor que tenía de decirle lo que estaba pasando con su padre.— Está deliciosa, creo que si sigues así dejarás a la chef sin trabajo — ÉL respondió intentando ser gracioso, pero el tono neutro de su voz lo delató, aunque Vittoria no tenía tanto tiempo conociéndolo, sabía que Vicencio era un hombre diáfano, de esos que parecen un cristal en el que puedes ver dentro.Ella observó su cara de póker y no le gusto para nada, algo estaba ocultando.— Luisana, ¿Y a ti que te pareció?— ¡Que se parece mucho a lo que mamá cocinaba, ¡Me enc
Allegra estaba muy preocupada, Russo le había dicho que saldría a dar una vuelta y no llegó en todo el día, tampoco había contestado su móvil, luego, entrada la noche, recibió un mensaje en el que le informaba que estaba de incógnito buscando algo importante, que confiara en él y no selo dijera a nadie.«No puedes ser, piensa tomar la ley por su propia mano», ella pensó y marcó de inmediato a Arianna, pero luego, después del primer repique del teléfono, colgó la llamada.«No, debo confiar en él, me pidió que no se lo dijera a nadie, por ahora voy a esperar, pero si no toma mis llamadas tendré que avisar a Arianna para que esté prevenida, y a Flavio, es el único en quien confío en el equipo por ahora…Vicencio pasó la noche preocupado, había sobrepasado los límites con Vittoria y
— ¿A dónde vamos? Hemos recorrido mucho nada todavía.— Estamos muy cerca.— Vamos, que ese médico tuyo debe tener mucho dinero, ¡He!— Algo, es dueño de una clínica.— Ah… claro, ya veo que ha de tener “algo” de dinero.Cruzaron al última esquina antes de entrar en la calle en donde estaba la casa de Locantore.— Ya llegamos, es ahí — anuncio deteniendo la motocicleta frente a la residencia de Locantore.Ambos bajaron de la máquina y Francesco se acercó a tocar el timbre. Una mujer que trabajaba en la casa se asomó por la mirilla.— ¿A quién busca?— ¿Está en casa el doctor Locantore?— Oh, sí, él está en casa, pero me temo que está indispuesto.— ¿Indispuesto? ¿Qué
Vittoria ingresó en el despacho de su padre por la puerta de atrás, con cuidado para no ser vista. Abrió los cajones del antiguo escritorio de cedro de Don Eugenio y buscó en los lugares ocultos, en donde guardaba las cosas importantes, halló el fajo de dinero que mantenía para los imprevistos y lo guardó en un bolsillo.Luego se giró en redondo y movió la pintura de la pared, una exquisita obra de Frida Kahlo por la que su padre había pagado una fortuna a un coleccionista, y que ella personalmente le inspiraba mucha fuerza como mujer luchadora.Vittoria Introdujo la combinación cuidadosamente, esa caja fuerte se las traía, no era tan práctica como la suya, era un modelo mucho viejo y su padre insistía en mantenerla en uso. Giró el disco para un lado y para el otro recordando cómo era el sonido cuando ya estaba a punto de abrir y cuando estaba muy lejos de ha