— Si lo necesita yo puedo ir a buscarla — Se ofreció Greta, Russo notó el gesto de profunda molestia de Carlo ante la intervención de la criada — En este momento la señorita Giorgia iba a llevarle una bebida.
Carlo se giró para atravesarla con la mirada, y ella no comprendió que era lo que estaba mal.
En la habitación, Vittoria luchaba por obligar a sus músculos a moverse, pudo abrir los ojos, pero en cuanto Giorgia entró se obligó a simular que estaba profundamente dormida.
— ¿Vittoria? ¿Me escuchas?
Giorgia se acercó con el vaso de jugo en la mano y se inclinó para mirarla.
— Dime algo Vittoria…
La morena continuaba tendida en el suelo, respirando con dificultad mientras sentía en pecho apretado.
— ¡Vamos, haz un pequeño esfuerzo por pelear por tu vida estúpida! &iexc
Ante la actitud de Francesco, Carlo enmudeció quedando absolutamente desarmado.Carlo enmudeció quedando absolutamente desarmado.— Entonces, señor Santoni, ¿Dejará que mi médico personal venga?« ¡Oh, por Dios! ¡Sí!, ¡Sí! ¡Sí! Él sabrá qué hacer, se dará cuenta de que estoy bajo los efectos de esa cosa que me dieron » Vittoria cobró algo de esperanza, si el doctor Locantore venía a verla, todo el teatro que Carlo y Giorgia habían armado se les vendría abajo.Giorgia regresó con una muda de ropa limpia para Vittoria y se sentó a su lado en la cama, su actitud era retadora, sus movimientos como de los que cubren terreno y dominan todo, la mirada de Russo estaba sobre ella analizando su perfil a cada movimiento.« ¡Aléjate de mí! » pensó Vi
Antonio dio tres pasos y pegó su espalda contra la pared de acero del elevador, inspirando profundamente sin apartar la mirada de Francesco, que seguía con las manos en su cuello intentando respirar.Era cierto lo que el imbécil estaba diciendo.Definitivamente, la chica estaba sufriendo, no había que ser un adivino para darse cuenta, y a pesar de que estaba completamente inmóvil, había algo que al policía no terminaba de gustarle, aunque todavía no definía que era, además de lo obvio, el poder y dominio de esa mujer que se sentía dueña y señora del lugar.— Siento mucho haberme salido de mis cabales… — Antonio se disculpó primero — No suele sucederme, pero creo que todavía tú y yo tenemos cosas que arreglar… — Añadió Russo.Francesco inspiró lo mejor que pudo y cuando la voz regresó a él levantó el rostro para verlo a la cara.— Imagino que sí, no puedo negar que quisiera que desaparecieras de mi vida y de la vida de mi familia…Russo se le quedó mirando como si el otro estuviera dic
— ¿Crees que en verdad podamos hacer algo por las buenas para ayudarla? Francesco le preguntó a Russo antes de abrir la puerta de su vehículo.— Sé que podemos hacerlo, lo hago todos los días con otros casos Francesco, este es mi trabajo.— Perdona que dude de tu profesionalismo, lo he visto en acción y no debería… sé que eres buen policía, pero esto me supera Antonio, ¡Te lo juro! No tengo nervios para hacer las cosas de a poco, no podría tener tu trabajo, lo arruinaría todo al primer momento.Ruso asintió con la mirada mientras se elevaba una de las comisuras de sus labios.— Sé lo que se siente, pero hay que tener calma, si la sacamos de ahí sin una razón comprobada no podremos ayudarla, un juez les dará la razón a ellos, y seguramente a mí me suspenderán y a ti te darán un sust
— ¡Ya está, ahora a lo nuestro! — Dijo Giorgia con voz cantarina levantándose de la cama de Vittoria y yendo hacia Carlo mientras movía las caderas de manera sugerente — ¿Lo hacemos aquí, o vamos a la otra habitación?Carlo no pudo evitar mirar hacia su esposa que yacía sobre la cama completamente inmóvil y algo por dentro le dijo que saliera de ahí, tal vez un pequeñísimo atisbo de escrúpulos se asomó en el fondo del cerebro de este hombre.— Vamos a la otra habitación — Respondió casi sin mirarla.— ¿No me digas que te estás poniendo recato Carlo?— Giorgia por favor, no hay necesidad de llegar a esto, solo vamos a otro lado y ya.Giorgia torció el gesto y lo siguió de mala gana, no le gustó ni un poco que no le siguiera el juego.Vittoria esperó h
Francesco apretó el agarre en el volante del auto hasta que los nudillos se le pusieron blancos, las manos le sudaban y estaba nervioso. Inspiró profundo para calmarse, la verdad no le hacía nada bien tener que ver a Allegra.— Hola…Escuchó la voz suave de su ex esposa que se acercaba por la ventanilla del piloto. Francesco salió del auto y abrió la puerta para que su hijo también saliera.— ¡Mami! — El pequeño corrió hasta los brazos de su madre para abrazarla.— Francesco, ¿Cómo te fue en el recital de la escuela? — Le preguntó mientras lo levantaba en brazos?— ¡Muy bien mami, papá me aplaudió mucho!— ¡Qué bien! Me alegra mucho hijo bello, ven, tenemos que despedirnos de papá… — Le dijo caminando hacia el auto para que el pequeño se despidie
El abogado traía un folder lleno de documentos para que Vittoria los firmara, ya Giorgia había hecho su tarea de darle instrucciones específicas con respecto a los bienes con los que comenzarían en la primera ronda. El hombre abrió su maletín de piel negro y comenzó a sacar todo lo que traía.— ¿Qué es esto Carlo? — Vittoria quiso saber, e hizo la pregunta de manera inocente, como la haría alguien que no sabe las negras intenciones que hay detrás de todo el teatro que estaban armando.— Son unos negocios pendientes que no pueden esperar más Vittoria, sabíamos que este tiempo de reposo iba a retrasar algunas cosas, pero hay otras que se requieren de inmediato, asi que el abogado ha preparado unos papeles que deberás firmar.— Mmm, ¿Y qué clase de papeles debo firmar? — Continuó de manera natural, pero Giorgia
Por la mañana, Vittoria estaba desvelada, pero su corazón latía apresuradamente lleno de esperanza. Esperó hasta que Greta viniera a su habitual rutina de aseo diario y cambiarla de ropa, afuera Giorgia y Carlo apenas se levantaban para tomar el desayuno. — Mi niña, le he traído algo sólido para comer, usted se ha estado alimentando muy mal y ha perdido mucho peso, necesitará fuerzas si quiere salir de aquí... también he elegido algo deportivo y muy cómodo para que se ponga, le traje un poco de efectivo y también las llaves del departamento. Vittoria tomó todo de las manos de la anciana y la abrazó muy fuerte sin poder evitar las lágrimas. — ¡Gracias Greta! Has sido mi ángel guardián toda la vida, ¡Eres la única madre que he conocido! — Tratando de controlar las emociones. — Niña, no me diga eso que me pone sentimental, ahora guarde todo en ese bolsito de tela práctico que usted tiene en el armario, no llamará la atención con eso en la calle, debe pasar lo más desapercibida posible
Giorgia la siguió tras Vittoria dando tumbos contra las paredes con la visión borrosa y los movimientos pesados y aletargados, se detuvo justo en la puerta de la habitación. Se sentía como el demonio, pero se había propuesto no dejarla escapar, anhelaba ese dinero más que a nada en la vida y estaba demasiado cerca de obtener todo con lo que había soñado siempre.— Déjame ir Giorgia, déjame ir y te juro que no me volverás a ver en tu vida, si es dinero lo que quieres ya lo tienes, ¡Desapareceré y no sabrás nada más de mí!— No te irás, ¿Crees que soy estúpida? El abogado ya me informó de lo que hiciste con las firmas, y ya me encargué de eso también… ¿Pensaste que podrías contra mi Vittoria?, pues no, debes saber que esas propiedades ya están en manos de Carlo, y que por má