—¡bastardo de mierda! ¿Dónde está mi hija?— pregunta él señor Hernández, sacando a Leandro de sus pensamientosLiteralmente, Leandro, está asombrado con esa noticia, él mira al señor Hernández. —¿Acaso los ratones te comieron la lengua?—supongo que debe estar en el área de piscina— Leandro ingresa a la haciendaMientras que el señor Hernández, busca a su hija y la encuentra con un traje de baño muy provocante.—¿Qué hace mi princesa?—padre...— ella toma asiento y trata de cubrir su cuerpo —¿Por qué te ocultas?— sonríe maliciosamente —si yo te conozco perfectamenteMaría traga grueso. —te veo muy tranquila ¿Entonces Parrow está siendo un buen hombre?—si padre, estoy feliz... aquí—me alegra escuchar eso— lleva su mano derecha a la mejilla de ella y acaricia levemente para luego llevar su pulgar a los labios de María y tocarlos —papá te extraña ¿Y tú a mí no?Ella baja su mirada y asienta, con la cabeza. —Ya que tú prometido no está, porque no vamos y atiendes a tu padre.—es que..
—al fin se va a casar con esa mujer— Anastasia suspira —si hija, pero no pienses en él—descuida madre, me siento más fuerte que nunca—me alegra escuchar eso Ana, pero debo ser sincera, Hernández te está buscando querida—¡Y si me encuentra! Mis bebés van a correr peligro—no... Escucha hija, quiero nos vayamos a Inglaterra a a vivir Anastasia hace silencio.—solo meditalo, pero no tardes tanto hija, Hernández tiene buena influencia, no quiero que esto afecte tu embarazo—Estoy tan enojada con la vida, ¿Hasta cuándo? —querida la vida es dura, pero lo importante es tu vida y tus hijos nada más, si nos vamos a Inglaterra, podrás estudiar y hacer tu vida, de esa manera hija, olvidarás todo, quiero aprovechar que tú embarazo no está tan avanzado para que podamos viajar—madre... Se que suena horrible, pero quiero ir a la boda de Sebastián—¿¡Qué!?— la anciana la mira con asombró —deseo poder quitarme este amor totalmente, y se que si lo veo casarse con esa mujer, lo dejaré de amar po
Sebastián camina hacia la orilla del barranco, y luego, se detiene. —¿Qué pasa bebé? Ya casi estás en el lugar indicado, anda mi amor, nos están esperando— se desespera María Él se gira, y le sonríe. —¿Por qué... Te ríes?— María pasa saliva—¿Por qué quieres matarme?— pregunta él siendo prepotente María parpadea varias veces, y retrocede llena de temor. ¿De... Qué hablas?— su voz es temblorosa —me has traído al lugar más alto, para que yo cayera al vacío, morir, y mi muerte fuera como un accidente y así... te lavas las manos y quedas como inocente —¡Ya no estás ciego!— exclama María llevando su mano a la boca por la impresión—exacto, hace días que ya puedo ver, hasta tuve que ver cómo mi prometida besaba a mi mejor amigo— sonríe Sebastián—yo... Yo lo puedo explicar— ella siente sus manos temblar —lo único interesante aquí, es que me ibas a matar y que has matado al que según es mi hijo—todo tiene una explicación Sebastián—¡¡De quién era ese bebé!! ¡Exijo que me lo digas aho
—calma hija— aconseja su madre, al verla tan alterada—¡No puedo, madre! He estado esperando a que esa mujer y ese maldito hombre paguen por todo, ella me lastimo mucho cuando vivía con Parrow, me humilló, ahora no puede venir a decir que ella fue obligada, dijiste que harías cualquier cosa por mi, y deseo que esa mujer pague todo el mal que me ha hecho, Calvo, has algo para que ella pague por lo que hizo—hija...—no pienso retractarme, quiero que María Hernández pague por sus errores— habló con firmeza Anastasia..—espero que cumplas con tu palabra— María está llena de miedo—cuando digas toda la verdad ante el juez, prometo que cumpliré con mi palabra—¿Leandro nunca me va a perdonar?—no puedo decir algo al respecto, es algo que no me concierne —Maria Hernández, es hora de ir ante el juez— Ella se coloca de pies y mira a Parrow con tristeza Sebastián sale de la delegación.—vamos Leandro, María ya sera llevada —tan solo espero, que María no se arrepienta—por lo visto, María
2 meses después.Sebastián Parrow, se ha vuelto un hombre sumamente arrogante, el no encontrar a Anastasia, no saber lo más mínimo de ella, lo volvió un hombre lleno de frialdad.Pensó que con haber hecho justicia, sobre las injusticias que le pasó, iba hacer que su ex esposa regresará, pero ha sido todo lo contrario.Incluso el hombre cambio su apariencia vistiendo ahora de color negro todo el tiempo, y su cabello bien cortado, que al verlo, provoca dejar de mirarlo, por el temor que causa.Su viñedo se ha vuelto demasiado exitoso, con su vino espumoso, siendo uno de sus mejores vinos con respecto a la calidad. Le ha abierto muchas puertas, como también la comercialización en el exterior.El señor Hernández, está sufriendo de la peor manera, ya que Parrow, no ha bajado la guardia, ese viejo está viviendo en el mismísimo infierno, incluso ya se puede notar más su vejez, debido al sufrimiento.María Hernández, está siendo protegida por Parrow, aunque odia estar en ese lugar, sabe que d
Anastasia mira a su madre fijamente a los ojos —madre, estuve sola en mi proceso de embarazo, y también en el parto, mis hijos no lo necesitan a él, y si algún día quieren, no me voy a arriesgar a que sean lastimados por su propio padre y esa mujer, yo sufrí en carne propia y no quiero que mis hijos pasen por lo mismo— habló enojada Anastasia —no te alteres hija, dime algo ¿Ya pensaste en cómo los vas a llamar?—tenía el nombre de mis cuatros hijos, es difícil aceptar que son tres— Ana pasa saliva —mi pequeña princesa se llamará Aurora, los niños, Massimo y Miguel—estan preciosos esos nombres hija—ya que di a luz madre, es momento de recuperarme, de poner en práctica todo lo que he aprendido ...4 años después... —mami, Massimo me daño mi muñeca de trapo— La pequeña Aurora solloza mientras mira su muñeca rota —¡Massimo! Te he dicho que dejes a tu hermana en paz... Pequeña, te compraré otra, si, mami tiene trabajo por hacer —¡Quiero esta muñeca mamá!— soltó un grito Aurora, y
Sebastián Parrow, sostiene con fuerza la copa de vino, mientras que Leandro está atento a los mínimos gestos que estimulan el rostro de su mejor amigo.Sebastián tensa su mandíbula, y luego profundiza su mirada en su mejor amigo a lo que Leandro siente esa curiosidad de querer saber cuáles son los pensamientos que lo están invadiendo en ese momento.—señor Sebastián será que puede darme una respuesta, han pasado aproximadamente casi 5 minutos y no he escuchado nada de tu parte o no será... Que la noticia te cayó como un balde agua fría porque hay algún sentimiento hacia la bella Anastasia—No digas mamadas Leandro, ella se marchó e hizo su vida, ya ha pasado mucho tiempo y de seguro se olvidó de mí así como...—¿Cómo qué?—olvídalo, contigo no se puede hablar y quita esa cara de imbécil, que tienes en ese momento, vete al viñedo a trabajar—pero si no hay nada que hacer, además lo mejor es que me marche porque a toda costa tendré que saber dónde está Anastasia, quiero pedirle perdón p
—¿¡Cómo te atreves a hablarme de esa manera Anastasia!?— gruñó Sebastián muy fulminante —¡Habló como se me da la gana!— se acerca ella quedando a milímetros de su ex esposo, él puede sentir nuevamente, después de tantos años, aquel dulce perfume a rosas que inunden sus fosas nasales, tenerla así de cerca, puede presenciar más su belleza. Ana siente un escalofrío recorrer su cuerpo, pero su mirada está firme, transmitiendo frialdad. —¡Ya no soy la misma tonta de antes! ¡Puedo decir lo que se me dé la puta gana! ¿Qué piensas hacer al respecto?— sonríe ella maliciosa, creando un juego de seducción con la sonrisa ladina que deja a vista su perfecta dentadura y aquellos labios color carmesí que provocan besarlos—dile a estos inútiles que me suelten, y te demuestro lo que puedo llegar hacer— sugiere Sebastián y Ana arquea una ceja por el atrevimiento de SebastiánAna voltea a mirar a Calvo y luego le guiñe el ojo, lo toma de la mano, para así, marcharse dejando a Sebastián endemoniado. —¡