Al caer la noche, la pobre Anastasia está agotada.—respira un poco hija— aconseja su madre—lo siento mamá, quiero ser puntual, ya tengo listo las cosas de los niños por favor madre, compórtate ¿Sí? La enferma te cuidará pero debes poner de tu parte ¿Estamos?—vete tranquila hija, se que algo más te pasa, pero lo hablaremos en cuanto te desocupes de todo ésto—estoy normal, madre, estas alucinando, ¡¡Niños nos vamos!!— gritó Ana a todo pulmón para que la escucharán—no te creo, no puedes mentirme— su madre achina los ojos mientras la observa Los niños están bajando las escaleras.—Delen un abrazo a la abuela y nos vamos— los niños obedecen —madre me llamas, no importa que esté trabajando ¿Bueno?—me tratas como a una niña, vete tranquila hija— le sonríe la señora CameliaAna respira profundamente. —adios madreAna maneja, mientras está divagando en sus pensamientos. —mami tengo hambre— Aurora se toca su pancita—cariño, tu padre te dará de cenar —madre te ves preciosa— la hágala M
Ana se suelta de su agarré mirándolo con despreció, sin decirle algo, se sube al auto y cierra la puerta de un portazo.Sebastián voltea a mirar a Cáceres, que está de pie mirándolo fijamente.Ana antes de marcharse mira a Sebastián, pero es una mirada devastadora que provoca una tensión en el cuerpo de su ex esposo.Parrow al contemplar que Ana se ha marchado, se acerca a Cáceres. —¿Todo bien?— pregunta ella con gentileza, pero Parrow solo asiente con la cabeza e ingresa a la casa en busca de sus hijos los cuales están sentados en el mueble esperando por él.—niños, necesito hablar con ustedes, pero vamos a cenar primero ya que Aurora tiene hambre— sugiere Sebastián—yo también estoy hambrienta, este bebé aumentó mis ganas de comer, vayan al comedor, Sebas ¿Me puedes ayudar a llevar las bebidas?— pregunta Cáceres—claro. Niños, vayan al comedor por favor— suplica SebastiánAl estar solo con Cáceres en la cocina. —no tenías por qué decirles que eres mi novia —¿Qué tiene de malo?
—¡Bájame Parrow!— ordena Anastasia—eres madre, no debes estar vestida de esa manera— Parrow la acuesta en el mueble —¡Qué ridículo! Yo hago con mi cuerpo lo que quiera—¿Acaso haces todo esto por lo que Cáceres es mi novia?— pregunta Sebastián con impaciencia—¡Ay por favor! No me importa que estés con esa mujer— Ana se coloca de pie, siente ganas de vomitar, pero se aguanta—no te vayas Anastasia— Parrow siente ganas de acercarse, pero se aguanta El celular de Ana suena por lo que se apresura a sacar su móvil del abrigo para contestar la llamada. —¿Todo bien adentro?— Ana escucha las risas de las Villarreal—Ana, Ana escucha, finge que estás hablando con un hombre, enciende los celos en ese hombre, veremos qué tanto le importas— sugiere Johana, por lo que Ana sonríe ampliamente—¿En qué hotel?— pregunta ella haciéndose la loca —no me recojas, ya te llegó, pero ya sabes cómo me gusta— Ana muerde su labio inferior y Parrow la mira con extrañeza —lamento la tardanza guapo, estaba
—¡Entonces demuéstralo! Estoy hartó de tus inseguridades que lo único que hace es lastimar a mi hermana— Leandro lo mira con frialdad —eres mi mejor amigo, y como amigo te digo que te estás hundiendo en un barco sin salida, porque luego, Ana no te va ni a mirar ¿Eso es lo que quieres? ¡Qué puto imbécil eres! Si estás con Cáceres sabes perfectamente lo que pienso sobre esa relación—¡Lleva un hijo mío en su vientre! ¿No entiendes? No quiero volver a cometer los mismos errores, mira la manera en como viven mis hijos, con su madre y paso poco tiempo con ellos ¿Creés que eso me agrada? Me enojo conmigo mismo por las decisiones pendejas que he tenido que tomar porque el destino me arrastraEstoy contra la maldita espada y la pared, pero yo soy el malo, cuando me enteré que Ana es la hija del maldito que provocó ese accidente me mentalice que ella también es culpable, la quiero odiar para olvidarla, estoy cansado de mi mismo.Mis únicos hijos eran los trillizos, ahora Cáceres, todo se me co
Sebastián se queda sin palabras, Anastasia tiene razón, todo es culpa de él, por lo que agacha su cabeza y aunque quisiera detenerla, soporta sus ganas.Necesitaba estar sólo, por lo que tomó la decisión de irse a casa, pero Cáceres esperaba por él.—buen día cariño, que bueno que has regresado, vine temprano para ayudarte a hacer el desayuno y atender a los niños, pero para mí sorpresa, no había nadie —lo lamento, tuve que llevarlos con su madre—¿Te sientes bien?— ella se acerca y lo abraza, para luego alejarse y mirarlo fijamente a los ojos —no lo estoy... Necesito que hablemos— él toma asiento en el mueble, y ella igualmente, para luego llevar la tasa de café a sus labios y tomar un sorbo sin dejar de mirarlo—me preocupas...—ahora que María se ha escapado de prisión, temo por mis hijos, quizás por su rencor quiera hacerle algo a ellos o... a Anastasia—Lo de tus hijos lo comprendo ¿Pero ella? Sebastián esa mujer no se preocupa por tí —es la madre de mis hijos, la mujer que
Anastasia está perpleja, no pensó que Adrián fuera tan directo. Adrián al verla tan nerviosa y sin palabras, sonríe ampliamente acelerando más el corazón de Anastasia.—lamento la forma en que te hablé, no quería faltarte el respeto— Anastasia niega con la cabeza—no, no de verdad es mi culpa, no debí decirte gay, creo que me ha quedado claro que te gustan las mujeres— ella traga grueso, algo extraño está sucediendo en ella, y es que desde que se enamoró de Parrow y sintió todo ese deseo por él, jamás otro hombre había logrado ponerla nerviosa y con el corazón acelerado—descuida, acepta mi invitación a cenar, me encantaría que esta noche salieras conmigo —lo mejor es que no sientas algún interés por mí —no miento al decirte que me gustas demasiado Anastasia Parker, por esa razón... siento que necesito...— Adrián se acerca un poco y Ana retrocede quedando sin salida porque el escritorio no le permite escapar —tus labios son hermosos y provocantes— Adrián contempla aquellos labios
Sebastián Parrow está ansioso, el saber que Anastasia Parker tendrá una cita lo tiene atormentado. El almuerzo que preparó Anastasia lo puso sentimental, nada más de pensar en que ella se enamore de Adrián, y que luego su relación sea algo muy seria como para vivir juntos o un casamiento, e imaginarse que ella cocine para ese hombre y solo tenga ojos para ese hombre, lo hace arrepentirse más por haber sido tan tonto al romper el corazón de Anastasia.Aunque el día de hoy la ha pasado con sus hijos, Cáceres lo volvió a llamar, pero él ignoró sus llamadas, por lo que apagó el celular móvil para concentrarse en sus hijos, y en la manera de poder hacer que Anastasia no salga con Adrián Hamilton.Sebastián se marcha al jardín, para fumar cigarrillo seguidamente, necesita calmar ese estrés, necesita que en un cerrar y abrir de ojos Anastasia lo perdone y regresen juntos, pero eso sería solo un deseo difícil de cumplir.—¿Se puede saber qué te pasa?— pregunta Leandro que lo estuvo buscando,
Al llegar al restaurante, Adrián toma a Anastasia de la mano, e ingresa como si realmente fueran una pareja y la verdad se ven divinos juntos. —soy la envidia de todos— Adrián acomoda la silla para Anastasia, la cual toma asiento con elegancia—me has halagado mucho, luego me acostumbro— ella lo observa sentarse —si alguna vez tomas la decisión de darme una oportunidad, no te vas arrepentir— Adrián alza su mano como señal para que el mesero se acerque Ana baja su mirada, aunque está nerviosa, también se siente un poco inquieta. El mesero se acerca y cada quién pide a su gusto, al estar nuevamente solos, Adrián la toma de la mano, no quiere desaprovechar el tiempo.—eres más hermosa cuando te sonrojas ¿Sabías?—Adrian...— se suelta ella de su agarré con mucho cuidado —vamos despacio ¿Sí?—perdon, lo que menos quiero es que te sientas presionada, pero no lo puedo evitar Anastasia, estar a tu lado me descontrola, no tienes idea de lo que tuve que soportar en nuestra última reuniónElla