Capítulo51
Sin embargo, había una pequeña mancha de agua en el vestido que resaltaba notablemente.

Isabela se inclinó hacia Catalina y le dijo:

—Señorita Salazar, ¿puedo llevar su vestido a la tintorería más tarde?

Apenas terminó de hablar, alguien se burló:

—¿Acaso has visto alguna vez algo de alta gama, camarera? Este es el único vestido de su tipo en el mundo, ¿qué tintorería podría limpiar algo tan valioso?

—Exacto, en mi opinión, sería mejor que te arrodillaras y limpiaras el vestido de la señorita Salazar —añadió alguien más.

—¿Pero? Esto... no está bien, ¿verdad? —intervino Catalina, con cara de preocupación—. Es solo un vestido, ¿cómo podríamos hacer que alguien se arrodille para limpiarlo?

—¿Qué tiene de malo eso? Es solo una camarera, no vale ni la mitad que tu vestido —dijo Paula aprovechando la situación—. ¿No has oído? Arrodíllate y límpiale el vestido de la señorita Salazar de inmediato.

Isabela no podía hacer algo tan humillante.

Pero entonces, la voz de Paula volvió a sonar:

—Si n
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo