Temblar.
Eso es todo lo que hago mientras escucho como el hombre rompe todas mis cosas. Es lo que taladra mi cabeza mientras escucho cómo mi vida se destruye a una pared de mí.
No puedo hacer nada y eso me tortura. Abrazo mi vientre sin poder salir a defender mis cosas, mi propiedad, mi casa.
Supongo que así se siente ser un desvalido.
Jamás fui de quedarme tranquila y de esperar a que un príncipe azul venir a salvarme.
Siendo hija de una madre soltera, aprendí lo que era resolver los problemas por mí misma, porque mi madre no tenía tiempo de ir a resolverlos por mí porque tenía que trabajar para poder mantenerme a mí y a mis hermanas.
Mi hermana me abrió los ojos. La razón por la que él está aquí es bastante obvia. Alguien lo envió para atemorizarme para hacerme entender que ellos tienen más poder que yo y que si les da la gana pueden destruir mi vida en cualquier momento.
Cuando escucho que la puerta se abre de la sala casi t
Hola chicos, este sí es el capitulo 42. lamentablemente no he podido eliminar el otro pues esto lo hace la plataforma y no yo. Lamento en verdad los inconvenientes. Espero pronto solucionarlo. muchas gracias por su apoyo, amo recibir sus mensajes y saber que la historia les va gustando.
—¿Quién eres tú? —Como quiera mi hermana menor acercándose a Timoteo. —¿Fuiste tú quien está todo esto? —Le pregunté levantando una de sus manos y amenazándole. —Si fuiste tú quien lastimó a mi hermana y destrozó mi Apartamento, te juro por Dios Q te mataré ahora mismo. —Fransheska. —Le llamo con rudeza para tranquilizarla. —Ya, por favor, déjalo. Él no es el que hizo esto. Sabes muy bien quien fue. —¿Y porque te estaba abrazando? —Inquiere Neny. —¿Qué quiere? ¿Quién es? —Él es el primo de Ernest. —Admito finalmente y me paso la mano por el rostro para intentar despejar todos los pensamientos negativos que me hacen doler la cabeza. Pero nada de esto funciona. El dolor sigue allí. Sospecho que no se irá en mucho tiempo. Esto es lo que me faltaba para terminar de estar en la peor situación. No tengo dinero para comprar los trastes ni para quitar las manchas de los muebles, mucho menos para reponer la vajilla antigua de mi
El sonido del móvil me despierta. Miro la pantalla con decidía.Son las tres de la mañana cuando mi teléfono timbra.Lo tomo despreocupado y con un dolor de cabeza bastante fuerte. Mi madre, después de todo es la única preocupación que tengo y está en mi apartamento durmiendo.A salvo de mi padre y su violencia.—¿Qué pasa? —Pregunto de inmediato.Pero ni siquiera he visto el nombre que está en la pantalla.—Eso puedo preguntarte yo a ti. ¿Qué diablos está pasando entre tú y Vicky?De inmediato mi mente se despeja, mi corazón se acelera y me enfoco en la voz de mi primo.—¿En serio me estás llamando a esta hora para discutir sobre Vicky? ¿A esto a llegado tu capricho por ella?—Esta es la mejor hora para hacerlo, en vista de que acabo de salir de
Comienzo a hartarme. Esto de estar persiguiendo a un hombre no es mi estilo, jamás me he visto en la necesidad de perseguir a nadie.Pero Ernest vale la pena. Además, es un sacrificio que quiero cometer.Es un mal necesario.—Buenos días, señorita Priscila. —Me saluda la recepcionista suplente, levantándose de la silla detrás de su escritorio y sonriendo tímidamente.Al menos con esta no corro el riesgo de que se acueste con Ernest.Le miro directa, observo sus manos temblorosas y como se muerde con nerviosismo su labio inferior.Es la sensación que causo en los demás, estoy acostumbrada a ser el centro de atención.Y me encanta.Desde pequeña he estado asistiendo a las mejores escuelas clases de ballet, tomando durante años clases de piano, aprendiendo a tocar alrededor de cuatro instrumentos, para luego dedicarme al m
Veo como el color sube a su cuello y una vena gruesa palpita en su garganta.Está cabreado.Una parte de mi piensa que me he pasado de lista y no debí tomar el atrevimiento de publicar nuestro compromiso, a fin de cuentas, es más falso que decir que el cuerpo de las Kardashian es a base de ensaladas.Pero la otra parte, la que esta harta de esperar y de sentir que queda en ridículo delante de todos, esa parte pequeña pero poderosa, se siente empoderada.—¿Qué diablos hiciste? — gruñe ladeando la cabeza como si estuviese analizando como descuartizarme y donde esconder mi cuerpo.Sus ojos color almendra me miran intensos y su boca es una línea fina, con los labios apretados y el pulso de la garganta que se ve de lejos, acelerado, desbordado, rabioso.—Ahórrate las repeticiones. Uno de los dos tenía que ponerle carác
Desconcierto.Dolor.Todo lo siento en mi pecho mientras noto como el color se va de las mejillas de Priscila.—Lárgate. — digo con la mandíbula apretado y los dientes casi estallando de tanta fuerza que les hago. —Vete.—Ernest…—Vete, Priscila. Tu y yo terminamos por hoy.—No quise…—¡Si quisiste! — grito enfurecido. Abro los brazos y los levanto con indiferencia. — tu si querías. ¡Querías lastimarme! ¡Ahí lo tienes!—No.. — escucho su susurro, pero me da asco. No puedo verle ahora mismo.—Vete, Priscila.—No. No me iré hasta que hables conmigo. No quise lastimarte. Yo no..—Si lo hiciste. Por eso dijiste eso sobre mis padres. ¿Crees que soy capaz de pegarle a una mujer?—Te juro por Dios que jamá
Por mi hijo yo sería capaz de hacer lo que sea.Siempre me he repetido esa frase en mi cabeza una y otra vez, mientras mi esposo me pegaba.Me la repetí para memorizarla, para interiorizarla, para sabérmela de pies a cabeza.Para comprender que no debía alejarme de él y que debía de hacer hasta lo imposible con tal de mantenerlo con vida.Mi hijo es lo más preciado que tengo y no me importa que tenga 25 años, haré lo que sea necesario para que siga disfrutando de lo hermoso de la vida.Yo no pude hacerlo, me casé bastante joven con un hombre que desde mi noche de bodas abusó de mí y me golpeó hasta el cansancio.—¿Dónde está? —Escucho la voz de mi hijo, que llega al apartamento y salgo a su encuentro.—¿Qué sucede? ¿Qué haces aquí tan temprano? —P
No creo que sea la mejor forma de olvidarlo sea saliendo, pero al parecer mi hermana y mejor amiga piensan distinto. Entramos al bar aún consciente de que no puedo ingerir alcohol y de que solamente voy a pasar el rato con ellas mientras las observo engullir cualquier clase de bebida que les haga olvidar sus problemas, aunque aquí la única que está repleta de inconvenientes soy yo. La única que está viviendo las amenazas constantes de la madre de El padre del hijo suyo. La única que se siente a la deriva y causante de todos los males a su familia soy yo. Yo soy quien tiene la culpa de que mi madre ahora esté organizando el desastre que ese hombre causó. Yo soy la única que… Me detengo, pues esta m****a puede continuar eternamente. Este sentimiento de culpa no va a escaparse ni a esconderse, solo porque yo me tomé un jugo en un bar. —Esto es una tontería. —Digo una vez más. Me he pasado todo el camino murmurando l
Llego a casa después de un día de mierda.¿En qué momento mi vida se vuelve este desastre? ¿En qué momento comencé a ser solo un cuerpo vacío que camina, comprende y acciona?¿Cuándo me convertí en este montículo de basura?Mi madre me realizó un par de llamadas, pero no, le respondí, me fui directo de la oficina al gimnasio y allí pasé dos horas Haciendo ejercicio y levantando pesas como si no hubiese un mañana, como si nada más me importara.Llamadas comenzaron a entrar a mi celular, ninguna de ellas las responde.La única que tomé fue la de Timoteo y tuve más que suficiente al escuchar que la noticia de mi compromiso con Priscila estaba por todos los periódicos digitales y páginas de chismes.—Tienes que hacer algo con esta mujer. —Me dijo &