Sacudo la cabeza repetidas veces para sacar de mi mente esa imagen tan erótica que Rachel me está brindando con su lengua. Y, es que no se imagina cuánto deseo ser ese pequeño camarón y ser lamido de esa manera tan estremecedora.
—Entonces, ¿quedaste con hambre? —posiciono la mano derecha en la pequeña abertura de su abrigo y asiente lentamente con la cabeza—. No te creía tan tragona —carraspeo.
—Me gusta comer hasta quedar satisfecha —su doble sentido me está causando serios problemas—. ¿Tu no?.
Acaricio con la yema de mis dedos parte de sus carnosos muslos.
—Por supuesto. Suelo comer bastante —me acerco a su oído, aspirando del perfume dulce que brota de su cuerpo —. No te haces ni una idea de lo mucho que voy a llenarte esta noche, bailarina.
Muerdo suavemente el lóbulo de su oreja y su gemido hace que la sangre que corre por mis venas haga ebullición. Llegamos hace poco al restaurante y ya la quiero sacar de aquí, o mejor aún, estoy luchando para no
RachelEl día que no quería que llegara, ahí sí llegó con mucha rapidez. Los fines de semana son los días en que disfruto no solo de descansar, sino también de bailar, y más cuando llevo largas semanas sin hacerlo. Sin embargo, mi entusiasmo se ha visto afectado por el hecho de que el director Carter me vea hoy bailar en la barra. Eso es algo que me tiene sumamente pensativa. Su repentino interés es algo que aún no logro entender ni comprender. El hombre es muy buena persona y me ha ayudado mucho con los horarios en la universidad por la enfermedad de mis padres, pero hay algo que no me termina de gustar en la actitud que he visto últimamente hacia mi persona; no es malo, pero en sus ojos noto algo más, algo que no me gusta; es como una espina de desconfianza.Con Axel todo ha marchado como de costumbre; él por su parte y yo por la mía, y en el instante en que chocamos una
Nunca antes me habían atacado tan de repente y con palabras muy respetuosas y bonitas como lo ha hecho el director Carter. La mayoría de hombres son demasiado groseros, pervertidos e incluso cerdos al referirse hacia la belleza de una mujer, pero cabe destacar, que hay otros que sí son caballeros en todo el sentido de la palabra.Termino por beberme el trago de golpe, sacudiéndome ante el caliente y amargo líquido que baja por mi garganta. Sus palabras me han tomado por sorpresa, pues no me esperaba que fuese a aparecer a mis espaldas y atreverse a hablarme en el oído.Reúno todo el valor que me ha otorgado el whisky, y me giro una vez tengo la seguridad y la calma suficiente para enfrentarlo. El Sr. Carter lleva una gran sonrisa en sus labios y sin dejar de mirarme a los ojos da un solo paso atrás, dándome un poco más de espacio.—Director Carter —saludo tragando saliva. ¿Por qué estoy tan nerviosa?—. Gracias por las palabras tan halagadoras que me ha dado,
Culmina el beso con una gran mordida en mi labio inferior, terminando de llevarse la poca fuerza que me quedaba después del beso tan dominante que me ha robado.—Estás quebrando una regla muy importante, bailarina —arrugo el entrecejo.¿De qué está hablando?.—¿A que te refieres? El que está diciendo y haciendo cosas que no debe, eres tú. Estás mostrando lo antipático y lo humillante que puedes llegar a ser de nuevo, y sabes que no me gusta el tipo de personas que se creen superiores a los demás solo por tener un par de pesos más en el bolsillo. Tu mugre dinero no tiene ningún valor para mí. Además, te recuerdo que entre tu y yo no existe absolutamente nada que nos una, Axel. Por lo tanto, no debes de reaccionar así —empujo un poco de aire a mis pulmones—. Por cierto, ¿qué te pasa? ¿Por qué est&
AXELTodo iba marchando bien con Rachel, hasta que Carter se atrevió a posar sus ojos en ella. Nunca antes había actuado tan posesivo y dominante con una mujer. Me conozco, y sé que con esa escena que formé cuando la vi muy cerca de Carter, mientras le sonreía y le susurraba al oído, es una fuerte señal de que la bailarina está más que metida en mi cama.Con Emily, en su momento, nunca sentí esa gran necesidad de querer matar a alguien con mis propias manos al estar cerca de ella. Emily era la chica con la que soñaba cada día, pero no lo suficiente como para pelear por su amor si alguien hubiera interferido en lo nuestro. Al final fue ella misma quien puso distancia entre los dos, y en ese momento en dónde ella decidió irse de mi lado, el amor que sentía hacia ella, se murió instantáneamente.En cambio con Rachel, la cercanía de Carter y
Estuve esperando a Rachel hasta que su turno en la barra terminó. No me agradó para nada tener que verla bailar mientras Carter le arrancaba la piel con solo la mirada. Soy hombre, él es hombre; sé perfectamente lo que está buscando. Decidí salir y esperar por ella en mi auto, por lo que me encontré con alguien más esperándola también. Tan solo de verlo ahí y la sonrisa ladeada que me da, todo se me revuelve por dentro. Es como si supiera lo que Rachel y yo tenemos, pero a su vez, se hace el de la vista gorda.Carter acomodó su elegante traje, y con una sonrisa se acercó a mí.—Monroe, no sabía que frecuentabas este tipo de lugares —se detuvo frente a mí, a pocos pasos—. Es un buen sitio para pasar el rato, ¿no?.Apoyado contra mi auto y de brazos cruzados, mis ojos cayeron en el hombre. Sonreí ladeado, conteniendo toda la rabia que sin razón estaba acumulada dentro de mí. De todas las mujeres en la maldita barra, tuvo que fijarse en la mía. De todas las maestras l
—¿Sabes qué es lo que me revienta la cabeza? Que hayas tenido el descaro de decirme todo lo que me dijiste mientras seguías escupiendo falsa honestidad —di un paso al frente, pero Rachel retrocedió dos—. Ni te me acerques. Ni trates de inventar más mentiras para que siga creyendo que eres el tipo perfecto. Lo peor de todo, es que aún y conociendo lo verdadero que querías de mí, decidí quedarme para comprobar cuan doloroso sería el golpe. De verdad que me dejé calentar el oído por un estudiante que solo tiene traumas en su vida y que no tiene los suficientes huevos para superarlos como todo un hombre de verdad lo haría —rio con tristeza—. Que poco duró todo, pero es mejor así, antes de que sea más tarde y el golpe sea mucho más fuerte. Es mejor caerse de la nube recién subida. Sr. Carter, le agradezco muchísimo la oportunidad que me ha dado, pero lo mejor para todos, es que deje el trabajo de la universidad. Ahora entiendo porque el motivo de sus miradas tan extrañas, usted solo me v
RachelMe siento en el borde del balcón y observo la noche comerse por completo la ciudad. Durante el camino hacia el apartamento de Diane solté varias lágrimas silenciosas. De verdad que me duele mucho haber caído en las mentiras de Axel. Ni siquiera trató de inventar alguna excusa a las palabras del Sr. Carter, quien ahora resulta ser su tío. El mundo si que es un pañuelo. Que sean familia es algo que jamás me lo esperé.No sé qué es lo que buscan esos dos de mí, pero de lo que sí estoy segura, es en que no voy a entrar en un juego de tres. Suficiente tengo con mis problemas personales como para sumar uno más. Axel es un peligro, de eso me he dado cuenta poco a poco. Para él solo soy la mujer que mejor se mueve entre sus brazos, pero que no traspasa ni un poco la fibra de su corazón. Lo que más me retumba en la cabeza, es que me haya hecho promesas falsas. Me duele haberme enamorado yo sola, mientras para él solo soy un ju
Todo pasa a mi alrededor de manera lenta y sombría. Cada minuto es más desesperante que el anterior desde que llegué a la clínica donde trajeron a Axel después de su accidente. Según, el reporte que dio un policía que llegó a socorrerlo, Axel iba conduciendo muy rápido, y debido a la misma velocidad no tuvo tiempo de frenar o esquivar el camión que venía del lado contrario, haciendo que ambos vehículos chocaran con mucha violencia de frente. El que se llevó la peor parte del choque fue Axel, por lo que, cuando llegó al hospital inmediatamente lo ingresaron a operación. No sabemos nada de él. Nos han dado muy poca información sobre su estado en general de salud. Y yo cada segundo me siento morir.Cada lágrima que va saliendo de mi ojos es llena de dolor, culpa y arrepentimiento. No tendría más fuerza para continuar si llegara a perderlo. Axel es vital para mí; lo es todo en mi vida, en mi alma y en mi corazón. Cómo quisiera entrar a aquella sala y poder saber que está bie