Capítulo 20Un silbido fuerte me dejó medio aturdida al escuchar las palabras de Damián. Los ojos del magnate se encontraban cristalinos, quizás porque a él le dolía esta situación tanto como a mí. Las palmas de mis manos se hallaban heladas, entre tanto mis ojos recorrieron toda la habitación buscando la forma de escapar de mis propios sentimientosEl señor Maxwell dio un paso agigantado hacia mí, mis piernas se tambalearon al sentir sus manos apretar con insistencia mis mejillas. El suelo comenzó a darme vueltas al recibir sus labios sobre los míos.—¿De verdad quieres que me case con Handrika?—, deseaba decirle que no, que solo la idea de verlo con ella me quemaba, pero ya había tomado una decisión y era lo mejor para todos.—Dime que quieres que me case con ella y lo haré…Apreté con violencia mi labio i
Capítulo 21Damián MaxwellYo he sido abandonado…Flexiono mis rodillas al sentir un dolor intenso en la mitad de mi pecho al ver como la silueta de Amelia desaparece delante de mí. Las lágrimas que salen de mis ojos, empapan mi camisa y parte de mi cuerpo.Mis manos temblorosas palpan mis rodillas al darme cuenta que lo más probable es que ella jamás logre perdonarme. Golpeo una y otra vez mi cabeza al no querer resignarme a perderla.Fui un completo estúpido al creer que ocultarle cosas me harían un mejor hombre para ella. Fui un imbécil al pensar que si jugaba un poco a mi favor, las cosas serían mejores.Me dolía pensar que Mauricio y ella harían un buena pareja; me moría de celos y por eso hice cosas que no debía y me arrepiento de todo.Si tan solo hubiese sido honesto con mis sentimientos desde un principio, quizás Am
Capítulo 22Dios, ¿Por qué Damián se ve tan jodidamente sexy hoy?Su voz masculina llenó por completo el lugar, Handrika se le iluminó el rostro apenas el magnate tomó su mano para besarla, el pelinegro recorrió con sus ojos todo mi cuerpo y debí retroceder al verle llegar a un punto especifico de mí.Algunas empleadas entraron al salón para entregarle al empresario varios tipos de trajes. Su prometida se apartó para dejarle escoger el conjunto que usaría el gran día de su boda, pero sorpresivamente, él solo me miraba a mí.—¿Cuál debería de elegir para la ceremonia, Amelia?La pregunta del magnate me provocó un fuerte dolor de estómago, ¿Cómo puede ser tan frío con algo como esto?, caminé hacia él, azotando con fuerza mis zapatos contra el suelo y estiré l
Capítulo 23Me arde demasiado mi pecho que siento que voy a morir ahora mismo. Los ojos azul zafiro de Damián carcome mi alma, mientras se acerca una vez más para besarme de nuevo en la entrada de su apartamento en Manhattan.La piel de mi cuerpo se hallaba fría al recordar mi confesión delante de mi jefe, sus labios devoraron los míos, apenas ambos logramos entrar a su residencia, la oscuridad del lugar nos cobijó a ambos apenas mi cuerpo cayó de espalda contra un sofá que se hallaba en la sala.Sus manos agarraron con posesividad mis mejillas,—¿Me amas?—, el empresario preguntó, pero sentía demasiada vergüenza para responder a su pregunta. Había intentado deshacerme de mis sentimientos por tanto tiempo, que al final terminé seducida por el señor Maxwell. Mi corazón comenzó a latir con locura dentro de mi cuerpo, mis manos sudo
Capítulo 24Una cuerda fina y de color blanco rodeó mi cuello sofocado mi cuerpo rápidamente, levanté mis manos intentando la forma de escapar, pero el enorme hombre que se hallaba detrás de mí, me tomó con mayor fuerza para evitar así que huyera de él. Mi cabello tapó mi rostro en el justo momento en que sacudí con violencia mis piernas en busca de mi liberación.Con desesperación moví mis pies hasta la pequeña barra que Damián tenía en su sala y golpeé el estómago del asesino con mi estómago, sin embargo este mi siquiera se inmutó. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo al sentir la falta de ventilación en mis pulmones, empecé a hiperventilar al no tener escapatoria, no podía morir de esta manera y me negaba a hacerlo.Extendí mis manos hacia el bar usando toda mi fuerza, sabiendo así que esto provocaría que mi cuerpo quedara sin energías, necesitaba hacer algo antes de que aquel hombre lograra su cometido. Grité todo lo que pude hasta que mis manos lograron atrapar una botella de vi
Capítulo 25 Todo a mi alrededor se paralizó por un instante. Bajé la ventanilla del coche al ver el sol golpearnos con violencia. El olor a motor quemado era tan insistente que tuve que salir del vehículo al sentir asfixiarme. Damián comenzó a patear los neumáticos de su camioneta, entre tanto Mauricio intentaba comunicarse con el seguro del coche, pero al parecer no tenía respuesta alguna. —Al menos traes una caja de herramientas, ¿verdad? La pregunta del abogado a su nuestro jefe, obligó al magnate a maldecir entre tanto corría hacia la cajuela del auto, sin embargo esta palideció al no encontrar nada allí. Los rayos del sol comenzaron a quemar mi piel, estábamos en medio de un desierto, así que los vehículos no se veían con frecuencia por aquí y menos algunos lugares en donde podríamos alojarnos hasta que todo esto fuese resuelto por alguien. Mi estómago comenzó a sonar repentinamente, ganándome la mirada de ambos hombres; mi pierna derecha se movió inquieta al verles correr com
Capítulo 26Una oleada de calor se instaló en mi centro al sentir como las manos de Damián comenzaron a descender sobre mi entrepierna. Mi respiración se volvió agitada en el justo momento en que su dedo índice tocó descaradamente ese pedazo de carne que sobresalía de mí interior. Mordí mi labio inferior al recibir su estocada precisa y contundente en aquella entrada peligrosa que solo a él le permitía tocar.Sus manos rodearon mi cuello y gemí despacio al percibir su polla golpear mis glúteos. Mis pies se giraron para quedar cara a cara a mi novio, sus ojos azules y cristalinos penetraron los míos, entre tanto las yemas de sus dedos rozaban mis mejillas sonrientes. Su frente chocó con mi frente, ambos nos fundimos en un largo minuto de silencio, disfrutando de aquel momento antes de que la tragedia viniera y golpeara nuestras vidas.—Te amo tant
Capítulo 27Mi cuerpo tiembla al sentir como la bilis me sube hasta la garganta en el justo momento en que mis pies pisan por primera vez el reclusorio en donde se encuentra encerrada la madre de Damián. Limpié el sudor de mis manos con el borde de mi pantalón cuando la humedad de esta me invadió, los guardias revisaron cada centímetro de mi cuerpo apenas pasé a inspección, dejándome así un mal sabor de boca.Mis piernas inquietas caminaron un par de pasos más hasta llegar a un largo pasillo en donde un par de guardias más me hicieron un par de preguntas, todas las personas a mi alrededor me miraban insistentemente como si supieran quien era yo y que hacía en este lugar.Mordí mi labio inferior cuando mi propia voz no salía de mi garganta, tragué en seco intentando controlar mis emociones y no ser así tan obvia con todo esto. Necesitaba aquellas