Eleanor Downey, ya tenía tres meses en casa de su madre había sido una ausencia larga para Calvin quién sentía que eran como tres años que no la veía. Ahora se cuestionaba, quizás debió pedirle que se quedará un poco más, aunque no tenía derecho a pedir nada de ella, pero y ¿Si hubiera logrado convencerla?Ese era su temor al conocer cómo era ella y en ese aspecto Eleanor rayaba en el orgullo, no daría su brazo a torcer, y se dedicaría a estar lo más lejos de él. Al verlo solo, como un socio más, mientras más lejos estuviera ella, viviría más tranquila, porque ella lo detestaba.Los días iban pasando y Eleanor cada vez extrañaba más a Calvin Foster en su vida, se descubrió anhelando saborear sus besos, tener sus caricias y cada vez que pensaba en él derramaba lágrimas amargas por no tenerlo allí con ella, su vida era gris y vacía. Mejor salía de la casa y buscaba qué hacer, pasear un rato, necesitaba respirar, sentir que estaba viva, pues a veces pensaba que había muerto y sólo el
Cada mañana estaba en su oficina, allí podía ver a Calvin, se sentía tan feliz de estar allí, en el tiempo de ausencia había reflexionado, estar con su madre y ver de cerca sus problemas después del accidente, la hizo ocuparse de ella y olvidarás de los suyos, se sintió bien de poder ayudar a su mamá, pero también extrañaba la vida del Consorcio. Además quiso darse la oportunidad que Merrit le había aconsejado, era tiempo de vivir, de ver si podía amar sin miedos. Le había sorprendido, que tuviera que ver a Mila Alistair el mismo día que había llegado a casa, sintió temor de ésta muchacha, pero el distanciamiento que vió en Calvin la hizo dudar, si estaba bien haber regresado. Aún no había conversado con Calvin de aquel encuentro con Mila Alistair en su casa, esperaba que se hubiera alejado de esa chica tan tóxica, pero qué lejos estaban de qué eso sucediera. Mila Alistair tenía planes muy concretos para lograr una separación definitiva entre Calvin Foster y Eleanor, había p
— “¡Yo también estoy feliz, mi vida linda!— exclamó Calvin, abrazándola con pasión y besándola en los labios”.— “¡Vámonos!— dijo ella— sino volveremos a desvestirnos para seguir amándonos”— ¿“Y no te parece rico?— preguntó con picardía Calvin ”.— ¡“Súper rico mi amor!— respondió ella— por mi, quedémonos y pasemos un día súper divino”.“Sonriendo salieron caminando por un hermoso sendero, se veían tan felices, luego vió una sombra que quería devorarlos, la tomó de la mano y empezaron a correr".— "¡Corre, Eleanor, corre!”— era él grito de Calvin.Se despertó bañado en sudor, había sido solo un sueño, un hermoso sueño, pero con un final espantoso; había sido todo tan real. Se sentó en la cama y vió la hora, las cinco de la mañana, sus ganas de dormir se habían ido, ese sueño lo había alterado por completo.Para Calvin Foster, fue un sacrificio doloroso tener que ver a Eleanor de lejos y tener solo saludos fríos y distantes, no poder disfrutar de su compañía, era un castigo.Por otr
Calvin Foster se despertó esa mañana relajado, aunque había llegado en la madrugada, tenía el cuerpo lleno de energías, lo primero que vió fue un mensaje de Mila con una foto muy sugestiva; arrugó su entrecejo, ya estaba bueno de ésta mujer, estuvo pensando y reflexionando sobre ése mensaje y la manera de proceder de ésta chica, necesitaba solucionarlo pronto. Esa mañana tenía una reunión muy importante, estaba atrasado, pero antes la llamaria, ese día iba a hablar con esta chica y aclarar todo, escucho la voz de ella aún somnolienta. — ¡Hola cariño, ¡Qué sorpresa tan agradable! — Buenos días— la voz de él era seca y dura— ¡Necesito hablar contigo hoy mismo! — ¡Ay cariño, de hecho estoy quebrantada de salud! Será otro día, hoy iré al médico— respondió ella con voz afectada. — !Entonces iré contigo al médico, pero es imperativo que hablemos Mila! — dijo el inamovible. Llamó a su asistente para cancelar la reunión, ya era hora de ajustar las cuentas a esta chica malintencionada,
La señora Alistair subió a su habitación con rapidez, su rostro estaba lleno de preocupación y angustia, ya en el interior de su cuarto, empezó a buscar algo en las gavetas de su cómoda, unos momentos después tocaban a su puerta, era su hija.— Mamita, ¡Necesito tu ayuda!— dijo con voz de niña malcriada— Calvin vino hasta acá, me insultó, también me amenazó y papá se enteró y averiguó qué sucedió; está muy enojado ¿Puedes calmarlo mamá?Ella la miró con su rostro indescifrable y dijo:—¡Veré que puedo hacer, pero me parece que estas en un lío tremendo!Salió dejando a su hija sorprendida ante la respuesta que había escuchado de la boca de su madre, ¿Acaso había escuchado bien?Se sintió algo inquieta, pero ella confiaba en que su mamá la ayudaría a salir sin problemas de todo lo que ella había inventado, siempre la consentía en todas sus malcriadeces. Conocía a su papá y sabía que era capaz de enviarla a la selva africana si se enteraba lo que le había hecho a Calvin Foster y a Elea
Había pasado una semana y Calvin no se comunicaba con Eleanor, ella intentó llamarlo a la oficina en Europa, pero sin ningún resultado, empezó a preocuparse seriamente y pensar que definitivamente él ya no se interesaba en ella como mujer.Se quedó unos momentos meditando, ¿seguiría enamorado de ella? ¿Acaso ya no la amaba? Se dijo: ¿Porque te preguntas ésto, acaso no es eso lo que querías? Cada vez que llamaba a Europa, nunca estaba, ¿acaso había dado instrucciones de no pasar su llamada? ¿O era que no quería escucharla? ¿La habría olvidado como la dijo ese día? Tendría que esperar hasta poder hablar con él, se estaba formando historias en la cabeza, solo eran elucubraciones tontas, solo reconocía que lo extrañaba demasiado.Ese día lo pasó en casa, trabajó hasta agotarse, no deseaba pensar en Calvin, sonó su celular y como por arte de magia allí estaba él, llamándola.— Hola, ¿Cómo está señor Foster?— Hola, Eleanor, ¿ Cómo va todo por allí?— preguntó Calvin— en unas semanas más,
Calvin Foster, llegó de las oficinas de Europa, ya habían pasado tres meses, todo estaba bajo control por allá, un gerente de su confianza quedó al frente de todo. Desde ese día en adelante estaría más pendiente de pedir informes periódicamente y así no tener que hacer viajes tan de larga duración para arreglar situaciones. Llegó directamente a casa de su abuelo, se sentía cansado y solo, necesitaba hablar con alguien y quién mejor que el viejo Foster, el hombre más sabio que conocía. Al llegar lo vió sentado en su cómoda butaca, ya tenía ochenta y dos años su abuelo, se sentía orgulloso de haber sido criado por un hombre como él.— ¡Hola mi viejo! ¿Cómo estás?— saludó dándole un beso en sus mejillas arrugadas.— ¡Hola hijo!— saludó con su voz fuerte y grave— ¡Tanto tiempo sin verte!— ¡Ya estoy acá abuelito!— dijo Calvin— ¡También te he extrañado!¿Cómo te fue?— preguntó el abuelo.— ¡Excelente!— dijo Calvin.Connor Foster lo miró y dijo:— ¡Tú no te ves tan excelente! Te ves cansad
Esa noche a pasar de creer que Calvin ya no la amaba, Eleanor, se durmió soñando con estar en los brazos de él, que la amaba con locura, pero era solo eso; un triste sueño, porque él ya no estaba con ella. Era fin de semana, ella aún no mantenía una buena relación con él, necesitaba salir, disfrutar, se sorprendió de todo lo que había cambiado desde que había descubierto estar enamorada de éste señor Foster, ahora le gustaba pasear, disfrutar de ver tiendas, comprar, disfrutar de la vida, ir al cine y ver una película o ir a la playa, su vida era diferente; de alguna manera estaba siguiendo el consejo de Merrit «disfruta la vida Eleanor » «ama y deja que te amen».Ella sabía que no era tan sencillo, a veces pensaba en su esposo y lo extrañaba, a su viejo amigo, eso siempre había sido para ella, un gran compañero de vida, un consejero salió a disfrutar del sol, estuvo disfrutando de las olas, se relajó y decidió desestresar su vida un poco, de todo lo que tenía que ver con el consorcio